‘Hesher’, y cómo superar la pérdida con violencia
Lo primero que me llamó la atención de esta película, como buen metalero, fue el logo de la película con la tipografía de Metallica. Pensé, será una película cómica, sobre drogas, alcohol y buen metal. Casi acierto, no fue cómica. Mas bien, un drama con toques de humor negro. ¡Gran película!
El dolor de la pérdida se presenta de distintas formas
¿De qué trata Hesher? Pues de cómo un padre y su hijo intentan seguir con sus vidas luego de perder a la mujer de sus vidas, esposa y madre, respectivamente.
Sabemos que no todos manejamos y superamos la pérdida, la depresión y la angustia de la misma manera, y esta película lo explica perfectamente.
Hesher está dirigida por Spencer Susser, un cineasta que hasta ahora solamente ha hecho cortometrajes, y no entiendo por qué. Ésta, su Opera Prima -y única película- estuvo nominada al Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance, que premia a las mejores películas independientes, de cineastas no tan reconocidos. ¿Qué le pasó?
Pero, ¿quién es Hesher?
Hesher, protagonizado por un sorprendente Joseph Gordon-Levitt, es un metalero, sin casa y sin trabajo, que un día -sin avisar y sin invitación- llega a la casa de la familia.
Vale mencionar que Gordon-Levitt está increíble. Quién creería que un año despúes de que Summer abandonara a Tom, éste se volvería metalero y se vaya a vivir a una furgoneta. Bueno, yo sí.
Me gustó muchísimo su actuación, se lució, y con este papel dejó clarísimo que es un gran actor, que no solo puede hacer una comedia romántica, sino tener papeles dramáticos como éste. No solo puede actuar como un tonto enamorado, sino que también puede quemar autos, y conducir su camioneta mientras escucha Motörhead y Metallica. ¡Qué gran decisión fue dejar de escuchar The Smiths!
Sí, hablando de música, el logo no fue casualidad. A lo largo de la película escucharás temas como Fight Fire With Fire y Battery de Metallica, y Rock Out de Motorhead. ¡Perfecto soundtrack para esta película!
El reparto se completa con tres grandes actores. Con Natalie Portman, con un papel secundario, pero demostrando que también puede hacer de fea y de mujer insegura y llena de problemas. Hago esta mención porque hace poco leí un comentario que decía que ella es buena actriz solo porque le dan papeles de «chica linda». Además, también está el joven actor Devin Brochu, quien -a pesar de su edad- se pone a la altura de la situación y maneja muy bien su papel. Es increíble como muestra tristeza y rabia en la misma escena. Cómo intenta ser el chico duro y luego ser un sensible adolescente.
Y finalmente, con Rainn Wilson (The Office, Super), un actor al que todos hemos visto en comedias absurdas, pero que aquí muestra otra faceta. Un hombre que ha perdido a su esposa y que ahora debe ir -junto con su hijo- a una terapia para superar la angustia. Nada fácil, más aún luego de estar acostumbrado a la comedia. Aquí hace un gran trabajo, me sorprendió gratamente.
La metáfora del testículo
Pocas películas dejan un mensaje, una enseñanza, pero de manera cruda, dura y burda, sin tapujos, sin eufemismos. Ésta lo hizo. Como un puñete a la cara para que reacciones.
¿Has escuchado esa frase «Si lloras por no poder ver el sol…»? ¿Sí? Ya, lo mismo, pero con testículos.
No pongo la frase para que tú mismo la disfrutes. ¡Gran escena!
En general me gustó y me sorprendió mucho. Es una muy buena película, con un sólido guion, una gran dirección y sobre todo, un preciso cast.
Cierro esta reseña con una frase que he leído muchas veces, y es cierto: Ojalá todos tuviéramos un Hesher en nuestras vidas.