«Pig»: en búsqueda del cerdo secuestrado.
¿Qué podría llevar a un exitoso hombre a dejar todo y vivir como un ermitaño? Tal vez una decepción o una profunda depresión, y eso es lo que nos contará el debutante Michael Sarnoski en ‘Pig’, su Opera Prima.
Pig cuenta la vida de Rob, un solitario hombre que vive como ermitaño en una cabaña en el bosque de Oregón, acompañado únicamente de su cerdita. Su única forma de sobrevivencia es vendiendo trufas a Amir (Alex Wolff), que su cerdita rastrea y encuentra en medio del bosque. Una especie de hongos utilizados para la alta cocina, con un costo bastante elevado. Un negocio lucrativo para empresarios y restaurantes lujosos, y todo gracias a la cerdita de los “huevos de oro”.
Lamentablemente, por esa razón, unos delincuentes irrumpen en la casa de Rob y secuestran a la cerdita. Y él decide recuperarla. Hasta el más ajeno al cine de Nicolas Cage pensaría, al leer la sinopsis, que sería una historia de venganza tipo John Wick, o sin ir muy lejos, a su reciente Mandy. Pero te equivocas, nos equivocamos.
Rob emprederá un viaje, una búsqueda, regresando al mundo que abandonó, para recuperar a su compañera. Pero no con la violencia de John Wick o Bryan Millis, sino con la sabiduría de un hombre que vio a la luna por ambas caras, que aprendió del mundo, que lo conoce. Solo basta recordar las palabras dirigidas a un cheff de un prestigioso restaurante: «Cada día que te levantas habrá menos de ti. Vives tu vida para ellos, y ellos ni siquiera te ven».
Nicolas Cage, el actor que extrañábamos.
Pig marca el regreso de Nicolas Cage a esos papeles que lo hicieron un actor admirable, esos personajes solitarios como en Adaptation, o hundidos en la depresión como en Leaving Las Vegas, película que le dio su único Oscar. En el transcurso de la película, mientras Rob va en búsqueda de su chanchita, veremos cuáles fueron los motivos de su aislamiento, de sus traumas y de la decepción que el mundo real le causó.
En lugar de una historia de venganza, tenemos una de dolor, de un hombre que abandonó todo y que años después vuelve a ese mundo (y al negocio) que tanto desprecio le genera. Estamos presenciando una de las más humanas e íntimas actuaciones de Cage, en una cinta que por momentos es filosófica y existencial, que podría generarte cuestionamientos sobre tu propósito en la vida y de las cosas que realmente importan. Sin duda, una de mis favoritas de este 2021.