“Nosotros”, un terror entre la comedia, la crítica y la ciencia ficción
Jordan Peele se ha consagrado como uno de los directores de cine de terror más importantes en la actualidad, pues tan sólo con su cinta Huye (Get Out, 2017) llamó la atención de un gran sector del público, quien encontró en ella una gran crítica hacia el racismo mediante una historia impactante y escalofriante. Ahora, Peele regresa con su segunda película titulada Nosotros (Us, 2019), en la cual, esta vez hace uso de su talento como comediante y su afición a la ciencia ficción para presentar una trama tanto violenta como aterradora.
Adelaide y Gabe Wilson (Lupita Nyong’o y Winston Duke) son un matrimonio que viaja junto con sus dos hijos a su casa de campo para disfrutar de unas pequeñas vacaciones en la playa. Sin embargo, las cosas se ponen turbias cuando cierta noche comienzan a ser acechados por un grupo de cuatro extraños que no sólo se disponen a asesinarlos, sino que por alguna extraña razón, físicamente son idénticos a ellos.
Peele vuelve a presentar una historia con una interesante crítica que, si bien esta vez no se inclina tanto por el racismo, sí es notorio el tema de la desigualdad social que viven algunos sectores frente a otros, pues así como hay quienes parecen vivir una vida privilegiada y de ensueño –sin importar el color de su piel ni su lugar de origen– hay otros que a pesar de contar con los mismos derechos no tienen las mismas oportunidades, por lo cual suelen ser pisoteados, usados y humillados por aquellos que creen tener autoridad sobre ellos.
Por supuesto esto no es algo que quede en claro desde un principio en la película, sino que es un punto que se desarrolla poco a poco conforme avanza la trama, misma que evoluciona en una historia que va del terror –específicamente del home invasion– al suspenso, la comedia e incluso la ciencia ficción.
De esta manera, en un inicio vemos a la familia Wilson realizar un viaje que si bien debería servir para olvidarse de sus problemas por unos días, termina por ser un lugar de pesadilla para todos ellos, sobre todo para Adelaide, pues debido a una experiencia traumática que tuvo desde niña en aquella playa no ha podido vivir tranquilamente desde entonces.
Ahora, este trauma es precisamente aquello que provoca que la historia se impregne de un gran suspenso, pues Peele se vale de diversos flashbacks no sólo para llegar a una gran revelación al término de ésta, sino para ir conectando poco a poco ciertos elementos que si bien al comienzo parecen no tener sentido ni coherencia, al final terminan por embonar perfectamente unos con otros.
Además, estas conexiones del pasado se mezclan muy bien con una serie de secuencias llenas de simbolismos en el presente de los personajes; simbolismos bastante notorios y remarcados que nos dan a entender que la dualidad, lo otro, lo idéntico pero a la vez diferente, es un elemento clave para la trama. Así, el espectador es testigo de diversas escenas que muestran una serie de “coincidencias” bastante interesantes que dan entrada al terror y lo extraño.
Por supuesto el terror llega cuando se nos presentan a los cuatro personajes idénticos a los protagonistas, es decir, cuando el matrimonio y sus dos hijos conocen a sus doppelgängers, quienes a diferencia de ellos no son seres pacíficos ni mucho menos civilizados, sino violentos y salvajes.
Por ello cabe resaltar que el mayor suspenso y terror se da durante el enfrentamiento entre la familia y sus dobles al interior de la casa, pues es aquí cuando existe más cantidad de violencia física y psicológica al igual que algunas secuencias de persecución y sobrevivencia llenas de intriga y tensión. Por otro lado debemos resaltar que no se trata de un terror y suspenso como el de The Strangers (2008) o Funny Games (1977), pues al contrario de estas, el acecho dentro del hogar sólo ocurre por unos minutos y no durante todo el filme.
Por desgracia esto último también provoca que el ritmo de la trama decaiga abruptamente después de dichas escenas, pues luego de estos momentos la historia se torna un poco lenta –más no pesada– cuando se aleja del terror para dar paso a lo extraño y comenzar a explicar el origen y la finalidad de los doppelgängers.
Esto no quiere decir que la película se torne aburrida, sino mejor dicho confusa debido a que el director da un giro de tuerca bastante abrupto en la trama, ya que de estar mirando una historia de terror, paulatinamente se comienza a explorar los terrenos de la ciencia ficción, lo que si bien sirve para dar un explicación coherente y lógica (dentro de la trama, claro está) al surgimiento de los dobles de los protagonistas, en un inicio es fácil quedar un tanto desubicado, pero al final es fácil comprender la explicación que se nos brinda para tales hechos “sobrenaturales”.
Otros dos puntos que juegan tanto a favor como en contra de la cinta son, en primer lugar, la comedia que presenta, aunque esta no es tan desatinada al mostrar situaciones bastante graciosas que ayudan a que los clichés pasen más desapercibidos o, al menos, se tenga la fortuna de reírse con ellos y no de ellos.
Por otro lado el mayor error de Peele es otorgar demasiada información sobre el origen y objetivo de los dobles, pues si se pone la atención suficiente es fácil adivinar cuál es el final de la historia, lo cual resulta una verdadera lástima tomando en cuenta la enorme sorpresa que pudo causar su último plot twits.
En resumen, Nosotros es una historia de terror no tan convencional no sólo por el tema y la denuncia que muestra, sino por la evolución de los géneros y los elementos de los que se vale, ya que si bien es una obra de género, sus toques de comedia y ciencia ficción la ayudan a darle coherencia y diversión a pesar de ser un tanto confusa y por momentos lenta; por otro lado, aunque sus giros de tuerca son buenos intentos por sorprender al espectador, tampoco son tan efectivos tomando en cuenta su final extremadamente predecible.