«The Medium»: Una historia de chamanismo en Tailandia

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¿Qué hace buena a una película de terror? Muchos piensan que es aquella que te dé un buen susto. Pero hoy en día hacer eso es demasiado fácil, basta con azotar una puerta o ponerse detrás tuyo y gritar, eso hará que saltes de miedo. De ahí provienen los llamados ‘jumpscare’ o sustos saltarines, un recurso fácil que la mayoría de películas de terror actual usan y abusan hasta el cansancio. La verdad es que mientras más viejos nos volvemos hay menos “cosas” que nos dan miedo, ni fantasmas, ni casas embrujadas, ni posesiones. Es hora de comenzar a evaluar y medir la calidad del cine de terror desde otros ítems, como la historia o la atmósfera creada, de lo contrario todas nos parecerán malas solo por no asustarnos.

Y posiblemente le pueda suceder eso a The Medium, cinta tailandesa de la que habíamos escuchado frases como “la mas terrorífica de todos los tiempos” o “la vieron con las luces encendidas”, pero está muy lejos de ser verdad. Y eso no la hace mala, todo lo contrario.

The Medium, ubicada en  en la región de Isán en Tailandia, está dirigida por Banjong Pisanthanakun (Shutter) y co-escrita por Na Hong-jin (The Wailing), se divide en tres actos. El primero, donde con un estilo documental, nos cuentan los testimonios de chamanes tailandeses, sus creencias y costumbres. Esta introducción, que sirve como prólogo, se extiende demasiado. Sumada a su narración lenta, podría desanimar a los que esperaban algo impactante desde el inicio. En el segundo acto nos enfocamos en una familia que por generaciones ha tenido la suerte (o maldición) de heredar el don de ser médium. Este don es transmitido por generaciones a las féminas. Conocemos a Nim (Sawanee Utoomma), una mujer que tiene la facultad de poder recibir el espíritu de su Diosa Bayan y ser la portavoz de ella.

Una ritual de exorcismo en Tailandia

También conocemos a Ming (Narilya Gulmongkolpech), su sobrina, quien -luego de la misteriosa muerte de una anciana- comienza a comportarse de manera extraña. Ha sido poseída por un espíritu, y la incertidumbre de saber si es Bayan o algo más es lo que por fin activa la intensidad y acelera el ritmo de la historia. Filmado con un estilo de metraje encontrado, seguimos a Ming y su proceso de exorcismo, contando los días hasta el ritual que expulsará a ese espíritu.

Pisanthanakun, valiéndose de la cámara en mano para darle más realismo con movimientos torpes y bruscos, nos recuerda a cintas asiáticas como Occult o Gonjiam. Esta técnica sirve para narrar esta historia de misticismo y superstición en Tailandia, un inexplorado y novedoso tema que es el punto fuerte de la cinta. Gracias a esta crónica conocemos a sus dioses y demonios y cómo coexisten con la población, donde si puedes superar el primer acto podrás disfrutar del frenetismo final. Lamentablemente el enfoque documental y la inclusión de clichés hollywoodenses, tal vez queriendo imitar a clásicos como The Exorcist o The Blair Witch Project, afectan los mejores momentos de la película.

The Medium se apoya en su cultura rural, la música ambiental y la luz natural para crear una atmósfera inquietante, sin abusar de efectos visuales o los mal usados jumpscare, y lo hace de manera efectiva logrando causarnos la sugestión y el terror que buscábamos. Pero justamente eso nos da la impresión de ser una película de bajo presupuesto, contrario a los anteriores trabajos de sus creadores, lo que termina jugando en contra en su acto final.

Nota final:

Si quieres ver la película, puedes encontrarla en la descripción del video inferior.