10 thrillers policíacos esenciales de Corea del Sur

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Por cansancio de las fórmulas yankee, curiosidad o recomendación, cada vez más espectadores se han encontrado con la industria cinematográfica de Corea del Sur. Lejos de ser indiferente —aunque para muchos el choque narrativo sea razón para dar malas críticas —, distintos modelos como Oldboy (2003), Estación Zombie (Train to Busan, 2016) y Okja (2017) han creado sitio para un estilo que ha logrado aprecio internacional.

Esta conquista se ha dado principalmente por los géneros de comedia romántica y thriller en todas sus variantes, que incluyen largometrajes que no escatiman en dar golpes emocionales que pueden engañar en primera instancia por su simpleza, o por el ritmo más pausado de los minutos iniciales del producto audiovisual.

Respecto a lo anterior y, a modo de recomendación, te dejamos una lista de las historias policíacas que han revuelto estómagos, torturado mentes y dejado su huella no sólo por su crudeza, sino que también por la excesiva humanidad que tanto hemos olvidado tras efectos especiales y grandes persecuciones plagadas de acción sin sentido.

1. I Saw The Devil (Angmareul boattda, 2010)

Una cinta para los puristas de la maldad sin tapujos ni justificación. En ella existe un psicópata interpretado con maestría por el legendario Choi Min-sik (Oldboy; The Quiet Family), quien asesinará sin piedad a la hija de un jefe de policía retirado. Tras conocer el estado terrible e indigno en que quedó la mujer, su novio Kim Soo-hyun —interpretado por Lee Byung-hun (A Bittersweet Life; The Good, The Bad, The Weird) —emprenderá una venganza sin precedentes en la que para lograr su objetivo deberá convertirse en un monstruo.

La representación de esta vorágine no estuvo exenta de críticas. Es mas, la Junta de Clasificación de Medios coreana decidió recortar la película para su estreno en salas, asegurando que el contenido era tan violento que hubiera sido censurado en el país. El mismo Byung-hun aseguró que es la primera vez que participaba en una producción que corriera el riesgo de no ser presentada al público.

2. Mother (Madeo, 2009)

Pocas situaciones son más angustiantes que la atribución errónea de un crimen, y que las autoridades hagan oídos sordos ante ella. Una de las que logra superar el dramatismo de dicha situación es que un hijo —con una discapacidad mental —no pueda defenderse al ser llamado culpable. Esta base sirve para que Bong Joon-ho nos exhiba la lucha de una madre que arriesgará todo por proteger al único ser que tiene y el cual depende al cien por ciento de ella.

Lo destacable de la cinta, más allá de un sólido guión y dirección, es el excelente rol de la veterana Kim Hye-ja en el protagónico. Un trabajo que nos hará empatizar con alguien que no tiene los recursos para grandes investigaciones o redadas, pero que llegará igual o más lejos que unidades policiales enteras.

3. VIP (2017)

Reconocido por ser el guionista detrás de I Saw The Devil (Angmareul boattda, 2010) y New World (Sinsegye, 2013), Park Hoon-jung ya le ha demostrado al séptimo arte lo erudito que llega a ser a la hora de presentarnos historias que tantean la ética de los personajes.

Con una impronta tan realista que nos hace dudar sobre nuestros propios criterios, en VIP insistirá en llenarnos de impotencia, suspenso y una ácida reflexión sobre los límites del poder, cuando al sistema judicial no le importe obviar crímenes que tienen evidencia suficiente para ser condenados con vehemencia.

Si todos sabemos quién es el culpable, ¿por qué parece inalcanzable el verlo tras las rejas? Con esta primicia, conoceremos al hijo de un oficial de alto mando de Corea del Norte, el principal sospechoso de una serie de asesinatos repartidos por el mundo que tendrá a las dos Coreas y a la CIA siguiéndole la sombra.

4. Memories of Murder (Salinui chueok, 2003)

“Encontrar al culpable rápido”, sería un segundo nombre idóneo para este largometraje de Bong Joon-ho. No importa que los métodos sean incompetentes, que los veredictos se expongan a diestra y siniestra de forma irresponsable, ni que las pruebas no sean verosímiles, el objetivo primordial es encerrar a alguien para calmar a la comunidad, tras los asesinatos de mujeres jóvenes en la provincia.

A pesar de que la historia está basada en el caso real de los homicidios ocurridos en la ciudad de Hwaseong durante los 80s, el director se inspiró tanto en el cómic From Hell de Alan Moore, como en la obra Come See Me de Kim Gwang-rim para estructurar su guión.

A modo de dato curioso, Quentin Tarantino aseguró que este filme y The Host (2006) —también de Bong —son dos de sus veinte películas favoritas desde 1992.

5. Memoir of a Murderer (Salinja-ui gieokbeop, 2017)

¿Qué pasaría si intentásemos proteger a nuestra hija de su novio psicópata, pero no podemos recordar nada después de unos minutos? Esta exasperante idea se desarrolla en la cinta de Won Shin-yeon, en la que el protagonista —un asesino en serie —, se encuentra con el responsable de los crímenes que han estado aterrorizando a la comunidad. Al compartir afición con el hombre, Won “instintivamente” sabe que se trata de un ser que tiene sus mismos impulsos.

Más tarde descubrirá que, además de salir con su hija, este antisocial pertenece a la policía, lo que reduce sus oportunidades de eliminarlo o de que sus conocidos le crean sobre el grave peligro que corre su familia.

Este estresante juego de lapsos de memoria está basado en el bestseller homónimo de Kim Young-ha.

6. New World (Sinsegye, 2013)

Planeada para ser la primera parte de una trilogía, New World de Park Hoon-jung nos muestra la historia del policía encubierto Ja-Seoung, miembro de la operación encargada de desmantelar al grupo criminal más grande de Corea, Goldmoon. Los límites del deber y la lealtad se harán borrosos para el protagonista, a medida que se exterioricen las verdaderas ambiciones del lado policial y el gángster.

A diferencia de otras producciones dentro de la categoría, este thriller destaca por su ritmo firme y lleno de intrigas políticas que estará definido por la manipulación de quién cree tener el poder y de quién realmente lo tiene. Otro punto interesante para comparar con otras cintas, es que la violencia aquí no es extrema, sino un método que complementa el mensaje detrás de cada escena: la ley tiene una naturaleza despiadada que no discrimina en bandos, pues la corrupción se vive en “lo bueno” y lo “malo”.

7. The Wailing (Gok-seong, 2016)

Para las pequeñas localidades en que todo se sabe, la llegada de un extraño puede transformar las vidas de sus habitantes de forma drástica. Este remezón a los cimientos del pueblo en The Wailing, llega junto a una misteriosa “enfermedad” que se propaga. Entre rumores y una fuerte superstición, los oriundos parecen ignorar que los brutales asesinatos que los rodean tienen un responsable. Por consiguiente, será tarea de un policía revelar la verdad, tras verse involucrado para salvar a su hija de la misma suerte que tuvieron las víctimas.

Con una mezcla de las creencias sobrenaturales y la silenciosa masacre efectuada por una mente enferma, el largometraje ahondará en lo ambiguo hasta llevar al protagonista a una obsesiva búsqueda. Suerte que podemos compartir por el uso magistral de los ambientes trágicos de la cinta. Mientras el primer tercio de la película exhibe un humor que nos presentará la depravación, el resto de ésta nos traerá un horror efectivo y estéticamente satisfactorio.

Como trivia: la actriz que dio vida a la hija del protagonista, Kim Hwan-hee, practicó danza moderna seis meses antes de la película para poder interpretar las escenas en la que está poseída.

8. The Chronicles of Evil (Akeui yeondaegi, 2015)

Este es uno de los ejemplos claros de por qué el cine surcoreano jamás dejará de sorprender, ni de tomar al espectador como rehén en una narración llena de giros dramáticos inesperados.

El detective Choi Chang-sik acaba de recibir una de las mejores noticias de su carrera al ser el candidato perfecto para una promoción. Para celebrar, él y sus colegas salen a beber. Sin embargo, el entusiasmo de la noche se acabará cuando el chofer del taxi que tomó de regreso a casa intente asesinarlo. En el forcejeo, el atacante fallece y desata una espiral de desesperación para el protagonista, quien deberá renunciar a las buenas prácticas para ocultar lo sucedido.

¿Por qué el detective es el objetivo de una trampa que casi lo hace desaparecer? El pasado, sus conocidos y las pistas construirán de forma impecable un thriller que experimentará con historias entrelazadas que, de seguro, no olvidaremos fácilmente.

9. The Chaser (Chugyeogja, 2008)

Comparada con hitos como Seven (1995) y El silencio de los inocentes (The Silence of the Lambs, 1991) esta película revolucionó la industria con un tinte tan oscuro que, inclusive, desafió los estándares coreanos hasta entonces conocidos.

En ella conoceremos a un ex policía —ahora proxeneta —que hace lo imposible por capturar al asesino de un par de «sus» prostitutas. Más allá de la persecución en sí, lo que podemos destacar de la cinta es que resulta impredecible y utiliza sus recursos al máximo (fiel al tema “menos es más”). No es raro que la crítica coincida en que la adrenalina atraviesa la pantalla y hace que estemos con los nervios a carne viva en cada escena. Un filme que, sin dudas, resultará un vaivén de emocional constante que hará que el espectador olvide respirar hasta que aparezcan los créditos.

10. No Mercy (Yongseoneun eupda, 2010)

Un renombrado patólogo forense, Kang Min-ho, está ad portas de su retiro laboral para poder pasar tiempo con su hija, tras una larga estadía fuera del continente. No obstante, el asesinato brutal de una joven le obliga a aceptar el último trabajo de autopsia.

El culpable está más cerca de lo que cree cuando aparece la figura del activista medioambiental, Lee Sung-ho, quien ya admitió su culpa a un detective novato y también pupilo de Kang. ¿El conflicto? Lee le asegura a Kang que ha secuestrado a su descendiente y le exigirá que en tres días deje toda ética profesional para lograr que él salga libre, manipulando la evidencia que hay en su contra.

Esta joya del género es considerada como una de las películas con uno de los plot twist más memorables del rubro.