“Las Voces”, esquizofrénica comedia entre la fantasía y la realidad
Todos nosotros, sin excepción, hemos tenido conversaciones dentro de nuestra cabeza con nosotros mismos, ya sea para darnos ánimos, reprendernos, reflexionar o simplemente para tener una breve y catártica charla. Sin embargo, hay quienes prefieren transferir esta responsabilidad a sus mascotas, dotándolas de voz y voto para tener a alguien con quien platicar. Por supuesto eso no es malo, sino al contrario, pues incluso llega a ser terapéutico…a menos, claro, que sean estos mismos animales quienes nos inciten a cometer asesinatos.
En The Voices (Las Voces, 2014), Ryan Reynolds interpreta a Jerry Hickfang, un tranquilo trabajador de una fabrica que intenta comenzar una relación amorosa con Fiona (Gemma Arterton). Sin embargo, cuando éste se vea rechazado por ella, la esquizofrenia de la que padece -producto de varios traumas de su infancia- poco a poco se hará más fuerte, al grado de comenzar a tener conversaciones con sus mascotas: un perro que trata de convencerlo de “ser un buen chico” y que no dañe a nadie y un malévolo gato que lo incita a matar a todo el que se cruce en su camino.
Esta película de la directora Marjane Satrapi resulta un simpático ejercicio que va desde el suspenso hasta la comedia, pues si bien por una parte nos muestra la vida de un hombre esquizofrénico y lo difícil que es vivir con un trastorno así, por otro lado aborda este tema desde el punto de vista cómico, pues mediante siniestras pero graciosas charlas y debates entre Jerry, su perro Bosco y su gato Señor Bigotes, los límites entre la fantasía y la realidad se nos presentan de una forma bastante curiosa pero acertada.
Y es que después de que Jerry se vea rechazado por Fiona, poco a poco su mente comenzará a derrumbarse, lo que provocará que (a manera de flashbacks) en él vuelvan a despertar oscuros recuerdos de su infancia, pero no sólo eso, sino que los límites entre la fantasía y la realidad dentro de su cabeza se harán cada vez más estrechos. Esto ocasiona que el pobre y trastornado hombre comience una ola de asesinatos, lo cual se complica aún más cuando a su vida llega Lisa (Anna Kendrick), una mujer de la cual se enamora y por la que ahora deberá debatirse entre seguir los consejos de su perro y protegerla, o hacerle caso a su gato y tener una cabeza más dentro del frigorífico.
Ahora bien, aunque la trama de la cinta podría parecer bastante oscura e incluso retorcida -incluso al grado de hacerla parecer una película de terror-, termina por ser una mezcla entre estos elementos más un toque de suspenso y comedia. Esto se logra gracias a la actuación de Reynolds, quien, si bien no es el mejor psicópata, en esta película cumple su objetivo al interpretar a un hombre trastornado pero carismático. El carisma al que nos referimos aquí es debido a las conversaciones que éste tiene con Bosco y el Señor Bigotes (a quienes el mismo Reynolds da voz), pues nos deja ver la pelea que se presenta entre la esquizofrenia de Jerry y la poca cordura que aún le queda.
Esto da pie a una serie de situaciones que irán desde lo brutal hasta lo trágico, pues mientras se nos deja ver que Jerry es un hombre que en verdad quiere rehabilitarse, por otro lado, también se nos muestra a esa otra parte que prefiere no hacerlo, pues es esta otra mitad la que se da cuenta que este mundo no está hecho para las personas incomprendidas, para quienes es mejor vivir dentro de la fantasía (por más cruda que ésta sea) a soportar la cruda, cruel y triste realidad que las azota.
Asimismo, otra gran ventaja que tiene esta película es que no intenta profundizar dentro de la mente de una persona esquizofrénica, es decir, no trata de crear una reflexión en torno a esta enfermedad. En lugar de ello se enfoca en dar un vistazo de forma superficial a la manera en que aquellos que padecen este trastorno ven el mundo, pues la diferencia entre fantasía y realidad está tan marcada en la trama que el espectador fácilmente se puede dar una idea del tormento que pueden llegar a experimentar aquellos a quienes se les suele llamar “locos”.
En resumen, The Voices es una película totalmente divertida que cumple su objetivo de presentarnos un tema por demás controversial mediante situaciones cómicas; las cuales, son tratadas de una forma tan peculiar que dejan la sensación de haber visto una película de terror bastante retorcida en el fondo.