“Historia de fantasmas”, cuando el amor y el dolor trascienden la eternidad
¿Te has preguntado que se sentiría morir, estar atrapado en el tiempo sin saber si algún día descansarás y ver cómo lo que alguna vez fue tu vida, tus sentimientos, recuerdos y todo aquello que alguna vez hizo de tu persona ser quien eres se desmorona poco a poco sin que puedas evitarlo? Es duro imaginarlo, pero en Historia de fantasmas del director David Lowery, se nos presenta una hermosa pero desoladora visión de lo que significa el morir sin haber cumplido tu último propósito, lo cual, se vuelve más doloroso cuando el amor de tu vida está involucrado.
Así, esta obra protagonizada por Rooney Mara y Casey Affleck nos muestra la vida después de la muerte del fantasma de un esposo que, tras su inesperado fallecimiento, toma la decisión de no cruzar la luz, sino que elige continuar en este mundo aferrado al amor que le tiene a su esposa.
Lamentablemente el paso del tiempo para un fantasma no es el mismo que para un hombre vivo, haciendo que la eternidad se convierta en apenas un breve instante; mismo instante que se puede convertir en un tormento cuando el único propósito de esta alma es saber las últimas palabras que su amada escribió en una papeleta; palabras que tal vez ni siquiera son dedicadas para él y, aun así, representan el único motivo por el cual su alma no puede descansar en paz, quedando atrapada en este mundo durante siglos de soledad.
Antes que nada cabe advertir que esta no se trata de una historia de terror, aquí hay fantasmas pero no hay sustos, no al menos de esos que te hacen saltar de la butaca, no; hay casas embrujadas, pero no de las que atormentan a los propietarios con grotescas apariciones, sino con algo aún más doloroso: los recuerdos.
No, ésta definitivamente no es una película de terror, sino un filme que nos presenta la trascendencia del alma y de los sentimientos a través del tiempo y del espacio, por lo cual, podríamos decir que en esta historia de fantasmas hay miedo, sí, pero no miedo a lo sobrenatural, sino al temor que genera la reflexión hacía nuestro breve paso por esta vida.
Así, al final no importan las creencias, las religiones ni las razas, porque todos nosotros, sin excepción alguna, somos efímeros y pueriles en el tiempo. Eso es, precisamente, lo que Historia de fantasmas nos dice, pues mediante escenarios desoladores, una iluminación por demás lúgubre y escenas bastante largas y silenciosas, nos muestran el mundo de oscuridad y soledad en el que el fantasma de C (Cassey Affleck) ha quedado atrapado con el único propósito de saber qué escribió M (Rooney Mara) en ese papel.
Sin embargo, el saber qué dice esta papeleta hará que este fantasma se convierta en prisionero de su casa durante una eternidad, obligado a mirar nuevas familias llegar al que una vez fue su hogar, lo cual lo hará recordar viejas emociones que si bien tal vez puede sentir, ya no tiene a quién expresarlas, lo que genera un gran sentimiento de soledad e impotencia en el espectador.
Asimismo, podría decirse que uno de los puntos en contra de esta cinta es el ritmo con el que ocurren los hechos, pues el que prácticamente no existan diálogos y tenga escenas por demás largas la convierten en una película que muchos podrían considerar lenta e incluso tediosa, pero todo toma sentido cuando este ritmo tan lento se toma como una analogía de lo que este filme transmite.
Y es que es precisamente esta lentitud en sus escenas la que nos dice eso de lo que trata la cinta: el tiempo no importa para un fantasma, un alma en pena tiene una vida inmortal para contemplar momentos que no son más que un parpadeo en la eternidad del tiempo; pero sobre todo, Historia de fantasmas nos advierte que al final y sin importar qué pase, todos, en algún momento y sin importar quiénes seamos ni lo que hayamos logrado, vamos a morir.
Historia de fantasmas llegará a los cines mexicanos este 28 de diciembre.