Élite, de Netflix, corona las listas y promete segunda temporada
El 5 de octubre Netflix estrenó sin mayor revuelo la serie juvenil española de la que hoy tantos hablan: Élite. No ha pasado un mes desde ese día y ya se ha convertido, según sitios especializados en monitoreo de audiencias, en la serie más vista del mundo por encima incluso de las norteamericanas Big Mouth, Friends y Grey´s Anatomy. Lleva dos semanas liderando los listados. Este fenómeno nos recuerda a lo ocurrido tiempo atrás con La casa de papel, que además es evocada en esta nueva producción, gracias a la aparición de tres de los intérpretes que participaron en aquel éxito. Esta semana anunciaron que se viene una segunda temporada.
En las redes sociales de la serie, se informó hace unos días que ya sumaban más de 127 millones de vistas en todo el mundo. Esto la coloca como la ficción más vista entre las producciones extranjeras de Netflix (fuera de Estados Unidos).
Desde Madrid, pasando por Ciudad de México y hasta llegar a Buenos Aires, por solo mencionar ciudades de habla hispana, no hay fronteras para la historia de este grupo de tres adolescentes de clase trabajadora que llegan a una prestigiosa escuela de ricos de la capital española y se van involucrando con los estudiantes de allí. Un asesinato sin resolver, convierte este thriller creado por Carlos Montero y Darío Madrona, en uno de los más adictivos de la red.
A lo largo de Élite se van desarrollando las diversas historias de los estudiantes del instituto, con todas sus peculiaridades. Son once en total, siete chicos y cuatro chicas. Nadia (Mina El-Hammani), española de origen palestino, destaca físicamente por su hiyab que le traerá algunos inconvenientes desde el primer capítulo. Samuel, su compañero del colegio anterior, que intenta evitar problemas pero parece que los atrae, se fija en Marina (María Pedraza), la hermana del odioso Guzmán (Miguel Bernardeau). Christian (Miguel Herrán), al que algunos identifican todavía como Río, con su personalidad avasallante y gran carisma, queda envuelto en una relación bastante distinta al común.
Drogas, sexo, acción y cualquier otro usual de las tramas adolescentes están, naturalmente, presentes. Se nota el llamado de atención ante la discriminación de las minorías por parte de los creadores. Lo vemos cuando se incorporar personajes que representan a la sexodiversidad, cuando desde el primer momento se habla de VIH sin tabúes, cuando una de las protagonistas es musulmana, orgullosa…
La segunda temporada de Élite, que fue confirmada hace poco, no promete un juicio y la identificación de un asesino. Pero para llegar hasta allá, hay que devorar los 8 primeros capítulos disponibles en la plataforma.