“Soul” (2020): El gran retorno de Pixar a las historias originales

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Fuente: Filmaffinity

En Soul conocemos a Joe Gardner, un profesor de música apasionado por el jazz que, insatisfecho con su trabajo, sigue persiguiendo su sueño de convertirse en músico profesional. Un día, tras obtener la que cree que será la oportunidad de su vida al tocar junto a una famosa saxofonista, sufre un accidente que separa su alma de su cuerpo. En este viaje, además de ayudar a alguien a encontrar su pasión, descubrirá lo que realmente significa vivir.

Reflexionar sobre nuestra vida y lo que hacemos con ella, incluso después de la muerte, es una temática recurrente en el cine. Desde ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, 1946) de Frank Capra hasta A Ghost Story (Una historia de fantasmas, 2017) de David Lowery, las representaciones de lo que hay más allá son variadas y numerosas. Aunque Soul no aporta algo radicalmente nuevo al tema, es destacable cómo logra volver accesible un concepto tan complejo.

Una reflexión que trasciende el plano terrenal no es fácil de abordar, especialmente si el público objetivo son niños. Se agradece que Pixar haya dejado atrás la visión cliché con la que muchas caricaturas han tratado la muerte. Esta decisión permite la creación de un universo completamente nuevo, en el que cada detalle importa, algo habitual en Pixar.

¿Realmente vivimos como queremos? Esa es una de las preguntas que plantea Soul. No hay una respuesta definitiva, y es acertado que la película no intente ofrecer una. Son cuestiones que los adultos enfrentan a diario, pero que también pueden transmitirse a los más pequeños como una lección importante para el futuro. A lo largo de su viaje, Joe Gardner se enfrenta a estas y otras interrogantes, y gracias a su bien construido arco dramático, las comprendemos junto a él.

Cada uno de los lugares que se exploran tienen su propio estilo y reglas. Es un acierto del guion no detenerse demasiado a explicarlos, ya que eso podría haber desviado el rumbo de la historia. Porque sí, Soul no reinventa la narrativa, ni descubre la pólvora; lo que la hace especial es la forma en que se cuenta el viaje. ¿Tiene algunas fallas en el guion? Por supuesto, y no deben ignorarse. Pero llega un punto en que la inmersión es tal que uno simplemente se deja llevar.

Fuente: Vox

En lo visual, no hay mucho nuevo que decir: desde hace años Pixar ha llevado la animación a niveles de realismo impresionantes. Destaca el trabajo de dirección de fotografía, y son estas bellas imágenes, acompañadas por una banda sonora siempre efectiva compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross (junto al jazzista Jon Batiste), las que le otorgan a la película un auténtico espíritu cinematográfico.

También hay que destacar el buen trabajo vocal. Fue una grata sorpresa ver a Jamie Foxx en un rol distinto a los que suele interpretar, encarnando con soltura a este apasionado jazzista. Su dúo con Tina Fey, quien da voz a “22”, un alma aún no nacida, funciona muy bien: ella aporta gran parte del humor y dinamismo.

En conclusión, Soul marca el regreso de Pixar a una etapa creativa que muchos creían perdida entre tantas secuelas. Pete Docter dirige con dedicación una obra cargada de introspección que, a través de las lecciones que deja, puede hacer que uno recupere la chispa que creía extinguida. En un año como este, se agradece más que nunca una historia que celebre las ganas de vivir.

Fuente: IndieWire

Soul ya se encuentra disponible en Disney+.