Soul: El gran retorno de Pixar a las historias originales.
En Soul conocemos a Joe Gardner, profesor de música apasionado por el jazz que al no estar conforme con su trabajo, sigue persiguiendo su sueño de ser un músico profesional. Un día, luego de poder conseguir la que cree será la oportunidad de su vida tocando junto a una famosa saxofonista, sufre un accidente que separa su alma de su cuerpo. Es en este viaje que, además de ayudar a alguien a encontrar su pasión, descubrirá también lo que realmente es vivir.
Fuente: Disney/Pixar
Reflexionar sobre nuestra propia vida y lo que hacemos con ella incluso habiéndose acabado es una temática muy común en el cine. Desde It’s a Wonderful Life hasta A Ghost Story, las representaciones de aquello que hay más allá son infinitas. Si bien tampoco es que Pixar aporte algo realmente nuevo a esto con su nueva película, es de resaltar como hace de un concepto tan complejo algo tan accesible.
Una reflexión que trasciende el plano terrenal no es algo sencillo de explicar, sobre todo si el público objetivo son niños. De agradecer es que hayan dejado por fin de lado esa idea tan cliché de varias caricaturas cuando de muerte se habla. Esto es lo que da pie a crear todo un mundo nuevo en donde cada detalle importa (cosa usual para Pixar). Desde Inside Out no se exploraban estos mundos internos con tanto ingenio.
Soul es un llamado a la acción. ¿Realmente vivimos como queremos? Esa es una de las cuestiones que plantea. Claramente no puede haber una respuesta certera a eso y es bueno que no de una. Son estas cuestiones con las que ya la gente mayor lidia y que a su vez se le pueden explicar a los más pequeños como una lección importante a futuro. Joe Gardner durante su viaje es que se ve frente a esta y muchas otras preguntas más que con su arco dramático bien logrado lo entendemos junto a él.
Cada uno de los lugares explorados tienen su propio estilo y reglas. Es un acierto del guion que no se complique mucho en explicarlos lo cual pudo hasta hacerle perder el rumbo de lo que quiere contar. Y es que sí, acá no se descubre la pólvora tampoco, narrativamente no es que sea muy innovadora, siendo justo cómo se cuenta ese viaje lo que la hace tan especial. ¿Tiene algunas fallas en el guion? Por supuesto y no se deben pasar por alto, pero ya es en un punto que la inmersión es tal que simplemente te dejas llevar.
Fuente: Disney/Pixar
Diciendo un poco más sobre lo visual, pues no habría algo tan nuevo qué decir. Ya desde hace años que Pixar ha llevado la animación a niveles de realismo sorprendentes. Se nota un trabajo de dirección de fotografía y son estas bellas imágenes, acompañadas de una banda sonora siempre efectiva de Trent Reznor y Atticus Ross (acompañados del jazzista Jon Batiste), lo que terminan de darle a esta cinta un completo espíritu cinematográfico.
Por último habría que hacer mención a su buen trabajo de voces. Sorpresa fue haber visto como Jamie Foxx en un rol distinto a los que hace, se mete bien en la piel de este jazzista. Su dúo con Tina Fey quien hace la voz de “22”, esta alma no nacida es dinámico siendo ella quien apoya mucho con los momentos cómicos.
En conclusión, Soul marca el regreso de Pixar a una buena época que se pensó se había perdido entre tantas continuaciones de franquicias. Pete Docter dirige con mucha dedicación una obra llena de introspección que, en las lecciones que deja, puede hacer de uno recuperar la chispa que creía perdida. En un año como este, es cuando más se quiere una historia que celebre las ganas de vivir.
Fuente: Disney/Pixar
Soul se encuentra para ver en Disney+ desde el 25 de diciembre