«Memoria»: entrevista al director Apichatpong Weerasethakul
Antes de que Memoria se estrene en el Festival de Cannes, donde se llevó el Premio del Jurado, pudimos conversar con su director Apichatpong Weerasethakul.
Memoria sigue a una cultivadora de orquídeas (Tilda Swinton) que visita a su hermana enferma en Bogotá. Durante su estancia, se hace amiga de una arqueóloga francesa -a cargo de monitorear la construcción de un interminable túnel- y de un joven músico. Cada noche, le molestan los fuertes golpes de las obras, que le impiden dormir.
Desde este 30 de septiembre se estrena en Colombia, y aprovechamos para compartir la interesante conversación que nuestra corresponsal Daniela Tomas tuvo con el cineasta tailandés.
Hace unos años visitó Perú, al igual que Colombia, donde fue homenajeado en el Festival de Cartagena. Recientemente regresó a Sudamérica para filmar “Memoria”, ¿cuéntanos qué fue lo que motivó su decisión de filmar en ese país?
Fue un proceso muy orgánico. Lo primero que me impresionó al llegar fue el paisaje, y luego, la gente que se abrió a mí y me compartió muchas de sus historias. Sin embargo, considero que fue un desafío grabar fuera de Tailandia. Lo primero que debimos hacer fue encontrar un productor que pudiera acomodarnos allá. Afortunadamente, Colombia estuvo siempre muy abierta en lo que respecta a la filmación. El gobierno colombiano respalda la realización de filmes extranjeros en su territorio y eso realmente me ayudó a lograr terminar la película.
Entendemos que su interés en América Latina proviene de las similitudes en nuestras respectivas situaciones políticas. ¿Cuándo fue que encontró estos parecidos entre ambas realidades y qué experiencias le hicieron llegar a esta conclusión?
Yo diría que la violencia y las historias que la gente compartía. Porque, si bien la situación se encontraba mejorando cuando fui a Colombia, en realidad, la ciudad y todo el país se estaban transformando para superar los traumas causados por la violencia. En Tailandia, sin embargo, los traumas prevalecen indefinidamente. Por ello, yo tenía mucha curiosidad por conocer el proceso y también por escuchar las experiencias personales de la gente. Tal como si alguien muy cercano me dijera algo como «mi hermano fue asesinado» o «hay una bomba justo afuera de mi casa».
Allí encontré algo muy inmediato y muy real, y para mí fue un honor poder encajar y tratar de canalizar este sentimiento.
También nos gustaría conocer un poco más sobre la experiencia de filmar con actores extranjeros como Tilda Swinton. ¿Era ella a quien usted tuvo en mente desde el principio? ¿Y qué opinión podría darnos acerca de esta colaboración?
Sí, ella y yo hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y siempre quisimos trabajar juntos. Incluso traté de hacerla parte de algún proyecto en Tailandia, pero no parecía lo más apropiado, así que al final decidimos trabajar en un país nuevo para ambos. Simplemente le abrimos nuestros ojos, nuestros oídos y nos perdimos en él.
Tanto nosotros como Jeanne Balibar hicimos esta colaboración para familiarizarnos con la comunidad cinematográfica local. Para sentirnos cómodos trabajando allí.
Por otra parte, su estilo es sin duda una experiencia multisensorial. El sonido representa una capa imprescindible que todos disfrutamos en sus películas. Para usted, ¿cuál debería ser la experiencia del espectador con “Memoria”?
Bueno, considero que el sonido es uno de los actores principales en la película. En él recae un importante peso narrativo: las experiencias, tanto las personales como las sociales. Y ambas se entremezclan un poco. El personaje de Jessica es casi como un micrófono, siempre grabando y compartiendo. Está el sonido del presente y también el sonido de los recuerdos, así como el sonido del entorno y los animales. Hay un esquema de sonido muy rico en mi cine.
Vale señalar que otro aspecto que disfrutamos profundamente de su estilo es el contraste perfectamente armonioso entre las dos dimensiones que nos presentan. Ya sean escenarios o realidades opuestas. Siempre hay un contraste. ¿Cómo se alcanza ese equilibrio y cómo se refleja esto en Memoria?
No lo sé, es algo que surge naturalmente. Cuando hablamos de oscuridad, de sueños en la película, se siente casi como un paisaje abierto al que puedes acercarte de varias formas diferentes. Creo que después de que la gente vea “Memoria”; cada uno le encontrará un significado distinto. Una persona puede verlo de una manera que otra no. Creo que esta, al igual que mis otras películas, está muy abierta a la interpretación.
En 2010 se llevó la Palma de Oro con “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives”. Ahora está de regreso en el festival con Memoria, ¿Cómo se siente respecto a la recepción? ¿Cree que la película ha tenido una mayor acogida al ser su primer filme de habla inglesa?
Yo creo que sí. Creo que sí por el elenco internacional y también porque es algo filmado en un país extranjero por primera vez. Pero yo personalmente disfruto de poder hacer películas y simplemente compartirlas. Honestamente, si bien siento curiosidad por la recepción, este no representa para mí un factor primordial para hacer cine, como si lo hace el sentir del espectador.
¿Le gustaría, en un futuro, realizar otra película en esta región? En Latinoamérica.
Claro que sí, en Perú, por ejemplo.