The Dirt: el sucio camino del Rock n’ Roll
Mötley Crüe es indiscutiblemente una de las bandas etiqueta que definen los años 80’s en la cultura occidental. Desde el nacimiento del rock n roll en los 60’s, los excesos y la condena de la sociedad han acompañado a la escena alternativa de la música muy de cerca. Esto no fue distinto para Mötley Crüe, quienes como es tradición, vieron su juventud como el momento prudente para pisar el acelerador de su vida lo más fuerte que pudieron.
The Dirt, es la nueva producción biográfica de Netflix, que toma inspiración en el libro del mismo nombre, el cual recopila anécdotas de los mismos miembros de la banda durante sus años de más relevancia.
Si bien siempre ha habido películas referentes a las biografías de músicos y personalidades de los escenarios, en estos últimos años se ha hecho una moda en la industria retratar las vidas de estas estrellas. La galardonada Bohemian Rhapsody (2018), Lords of Chaos (2018) y el músical sobre Elton John, Rocketman (2019), son algunos de los ejemplos de esta tendencia venida de la demanda que tienen los retratos de vidas repletas de exceso y éxito.
Te ponemos en contexto
El rock como lo conocemos ahora, tuvo un importantísimo roll dentro de la sociedad, no por nada The beatles son la banda de rock más grande de la historia. El rock era la viva expresión de la juventud occidental nacida durante o después de la segunda guerra mundial, que se veía de cara nuevamente frente otra guerra: Vietnam.
Para la década de entre 60’s y 70’s, los jóvenes estadounidenses alrededor de sus 20 años ejecutando esta música así como su audiencia, encontraron en el rock el soundtrack perfecto para sus vidas. Se combinaba una rebeldía que incluía el uso de estupefacientes y una filosofía que fue muy compatible con el sentido de libertad en el que creían los nacientes clubes de motociclistas, como los Hell’s Angels.
Este choque de culturas urbanas, le dió al rock un distintivo bastante característico. Ya para los años 80’s y de forma ya muy refinada, la imagen del rock estaba cubierta con pantalones y chamarras de cuero. Los integrantes de Mötley Crüe, dejan de ser niños al empezar esta década de oro del rock y el metal y no dudaron en explotar sus influencias escénicas y musicales en el escenario.
¿De dónde sale tanta tierra?
Los integrantes de Mötley Crüe, nacen en una particular escena musical que permitía a géneros estridentes como el metal, ser básicamente música popular. Esto se debe a que Mötley Crüe aparece en Los Ángeles, ciudad donde los estudios cinematográficos habían adquirido tal prestigio durante 60 años, que tanto sus actores, realizadores e incluso los barrios dónde vivían, adquirieron connotaciones de absoluto glamour reconocido a nivel internacional.
Mötley Crüe es una de las bandas que convierte a un género totalmente rebelde, en una ensalada de ruido, moda y manifestaciones de poder económico. Hollywood tiene una pose tan dedicada a los reflectores, que incluso llega a pintar de dorado y rosa a un género musical que suena tan fuerte y sucio, que su color característico usualmente es el negro.
Como ejemplo y como duro contraste, durante los mismos años en Europa se manufacturaban escenas de rock y metal que lejos de dedicarse a hablar de fiestas, chicas y glamour, se centraban en otros temas como la naturaleza humana o el ocultismo. Bajo otra cultura, país, contexto, mentalidad y latitud totalmente distintas, se gestaban escenas como el black metal.
Por cierto, puedes leer nuestra nota de la película Lord of Chaos, referente a una de las escenas de black metal europeo aquí: Lord Of Chaos
The Dirt se centra en las 4 personas que forman Mötley Crüe. Y hace una interesante dinámica al momento de repasar la vida y origen de la agrupación, puesto que para explicar a sus personajes principales, pasa de la narración en voice over de un personaje a otro súbitamente mostrándonos también la acción en pantalla. Yendo de un testimonio a otro tan rápido como suceden las vidas de estos rock stars.
Esta interesante manera de narrar, pareciera ser la versión cinematográfica de lo que en literatura se conoce como flujo de conciencia, manejado muy usualmente por autores como Virginia Woolf. Si bien los textos de Woolf tienen más de 70 años de antigüedad y existen varias adaptaciones de sus trabajos, ninguno de los cineastas realizando estas adaptaciones intentó o pudo lograr representar en pantalla la complicadísima forma de lo que es la retórica literaria del flujo de conciencia.
Para lograr resolver la narración de esta manera tan dinámica, se sumó el trabajo de dirección a cargo de Jeff Tremaine con el guión a cargo de Rich Wilkes. Parecería un tanto disonante que tal técnica narrativa sea ejecutada en pantalla por Jeff Tremaine, quien dirigió las películas de Jackass (MTV, 2002-2017) y que su referencia sea la de una de las figuras más destacadas de la lengua de habla inglesa de todos los tiempos. Sin embargo, este aspecto es solo una herramienta en función de contar la historia de Mötley Crüe.
Aunque la película nos hace visitar los pensamientos y acciones de los personajes de un lado a otro sin dejar de lado a nadie, la película si se centra un poco más en Nikki Sixx (Douglas John Booth, Mary Shelly, 2017) puesto que fue el fundador y principal promotor de Mötley Crüe. Nikki Sixx tuvo una infancia bastante dura y su refugió siempre fue la música fuerte. Es entonces entrando la década de los 80 que se dispone a buscar miembros para su banda.
Sixx, tanto en la película como en la vida real, no tuvo tantas complicaciones para completar su alineación. Integra a Mick mars como guitarrista (Iwan Rheon, Game of Thrones, 2013-2016), Tommy Lee como baterista (Machine Gun Kelly, Bird Box, 2018) y a Vince Neil en la voz (Daniel Webber, Sleeping Beauty, 2011). Y acompañamos a la banda desde sus populares inicios en Sunset Strip Boulevard en Los Angeles, hasta la dominación de los escenarios internacionales y tabloides.
La película misma tiene una actitud irreverente ante la audiencia. Los realizadores hacen de la misma cinta un ente que no está interesado en quedar bien con nadie, justamente como lo son sus 4 protagonistas. En muchas ocasiones la cinta raya en lo fársico, al hacer hablar a sus protagonistas directamente a la audiencia mirando a la cámara, y en ocasiones reflejando el estilo de vida de Mötley Crüe de forma no solo humorística, sino caricaturesca.
The Dirt, toma en cuenta las historias más famosas de la banda y las hace una escena de película. Muchas de estas historias conocidas por todos, han influenciado el canon cliché que las bandas de rock tienen aún hoy: desde abusos de sustancias, hasta destruir automóviles estacionados lanzandoles televisores desde un quinto piso en un hotel.
Esta cinta no repara en contarnos cada historia contada por los mismos Mötley Crüe en Behind The Music MTV, ó escrita en su libro The Dirt. Incluso esta cinta incluye una escena de un anécdota muy popular, el cual reza que Ozzy Osbourne ( vocalista original de Black Sabbath, interpretado por Tony Cavalero) aspiró una línea de hormigas como si fueran cocaína, en los tiempos donde Mötley Crüe participaba en una gira encabezada por Ozzy.
La película argumenta de forma frenética y hasta absurda, los excesos cometidos por la banda. Si el rock había tenido un propósito relacionado íntimamente con la sociedad, para la década de los 80’s este funcionaba igual o mas gravemente por la inercia de 20 años de historia, por lo que la película relata que estos excesos eran cometidos por estas bandas de forma estandarizada y por el simple hecho de hacer desorden, como la tradición lo mandaba. No sólo Mötley Crüe estaba en la rueda de esta popular escena, sino también bandas como Van Halen.
El abuso de drogas y la potente energía de sus integrantes que tenían, la convertían ya sea en un show escénico o en desórdenes casi criminales. Estas actitudes tienen origen en personas con un pasado oscuro como el de Nikki Sixx, y no obstante en medio de este frenesí coronado con éxito, la tragedia no los ignoró. Vince Neil pasa un duro momento al perder a su única hija debido a un cáncer en el estomago.
Hay actualmente una nostalgia por estas estrellas de los escenarios que que gozaron de una intensa atención por al menos 50 años. Este declive tal vez se deba al hecho de que la industria musical se ha volcado en algo que nadie imaginaba, pues la era digital te ofrece toda la música existente en tu dispositivo, a diferencia de los tiempos donde las tendencias las imponía la radio y la televisión. Actualmente eres libre de escoger qué ver y qué escuchar.
Esta diversidad y fácil acceso a cualquier tipo de material, termina teniendo como repercusión que el público se fragmente entre una increíble cantidad de propuestas y géneros musicales que tienen validez por igual. Con esto, las tendencias musicales son inclusive difíciles de identificar y uno de los efectos colaterales del internet, es que menos gente se congrega por un artista nuevo. El resultado aparentemente será que se terminen los públicos gigantescos y por ende las enormes estrellas de la música como los conocimos.
Ya lejos del ámbito musical, como mencionamos, la nostalgia tal vez nos traiga más relatos, por cada banda o cantante que esté por eclipsar su carrera, o que ya haya partido.
PD: Tommy Lee, baterista original de Mötley Crüe, odió la película.