«Distancia de Rescate»: El temor de ser madre
¿Qué estarías dispuesto a hacer por salvar a tus hijos? ¿Qué tan rápido correrías si ves que tu pequeño hijo cae en una piscina? ¿En cuánto tiempo llegarías? Ese tramo que recorrerías es la distancia de rescate, idea que le da el título a la nueva película de la cineasta peruana Claudia Llosa, basada en el libro de Samanta Schweblin, quien también hace de coguionista.
Llosa vuelve a tocar nuevamente temas que ya abordó anteriormente como la maternidad y lo complejo de la feminidad, donde madre e hijo siguen unidos por el cordón umbilical aún después del nacimiento, como en La Teta Asustada y Aloft, pero esta vez en un género nuevo como el suspenso, rozando lo sobrenatural y el cine de género.
El temor de que tus hijos de crezcan
Distancia de Rescate nos presenta a Amanda (María Valverde), quien llega con su pequeña hija a un lugar alejado para pasar vacaciones. Allí conoce a Carola (Dolores Fonzi), quien también tiene un hijo pero parece tenerle cierto recelo o temor: “Era mi hijo, ahora ya no” le dice a Amanda, asegurando que ha cambiado luego de un acontecimiento traumático.
Con ayuda de flashback y el uso de una voz en off nos van narrando el contexto de este “acontecimiento”, donde descubrimos la conexión sensorial que tiene Amanda con David, el hijo de Carola. Poco a poco se va desmenuzando una historia que esconde más de lo que se ve, que muestra más de lo que se siente. Es allí donde Llosa se vale de recursos del cine fantástico para lograr esa atmósfera onírica y sobrenatural pero sin alejarse de un drama real, “sin negar ambas partes” como lo dijo en la entrevista que le hicimos.
El temor de perder a un hijo
Esa distancia de rescate de la que hablamos otorga un miedo innato a Amanda, miedo a la pérdida, una inseguridad constante. Ese miedo fue manejado de manera satisfactoria por Claudia Llosa, quien fue la encargada de trasladar la atmósfera de misterio que leímos en la novela a un plano más terrenal, un temor a algo más real y genuino que en una historia de fantasmas.
Vale mencionar las increíbles actuaciones de los niños protagonistas, desde los gestos hasta la voz con la que Emilio Vodanovich (David) narra la voz en off, lo que realmente sirvió muchísimo para creernos una historia tan inverosímil. Consecuencia de la bien lograda dirección de actores de Llosa, quien ya tiene experiencia trabajando con actores nuevos o con carreras cortas, basta recordar el debut de Magaly Solier en Madeinusa.
Distancia de Rescate no es una cinta de terror, es un thriller que, tras el miedo a la pérdida o al paso del tiempo de sus protagonistas, esconde un tema mucho más real y presente al día de hoy. No fue fácil adaptar el libro que Schweblin publicó en 2014, y aunque al final quedan algunos hoyos argumentales, y no se logra llenar el vaso que tal vez un cineasta con más experiencia en el género de terror sí hubiera alcanzado, lo hecho por Llosa es un gran ejercicio fílmico logrando mezclar lo real con lo fantástico de manera efectiva.