“Slender Man”, el terror se transporta del internet a la pantalla grande
Han pasado casi 10 años desde que se creó uno de los personajes más aterradores en la historia del internet, su nombre: El hombre delgado; un tipo alto, vestido de traje, carente de rostro y con una piel pálida cuyo aspecto es capaz de causar horror y locura en aquellos que lo miren. Sin embargo, las historias que se cuentan sobre él y el peligro que significa invocarlo han alcanzado nuevos límites, pues ahora su reinado se ha extendido de la computadora al cine gracias a Slender Man (2018), la nueva película del director Sylvain White.
Cuatro chicas adolescentes se reúnen una noche con la intención de invocar a Slender Man, por lo que ingresan a un extraño sitio de internet en el que verán un video que supuestamente sirve como portal para traer al personaje al mundo real. Aunque todo parece un simple juego, días después las cosas se complican cuando todas y cada una de ellas comienzan a tener aterradoras visiones de este ser sobrenatural.
Esta película, una de las más esperadas del 2018, había causado demasiada incertidumbre respecto al tratamiento que el director le podía dar, pues al ser un producto que nació en internet mediante un creepypasta, Slender Man resulta un personaje bastante mutable en cuanto a sus orígenes y su mitología (creada y alimentada por miles de fans que escriben sus propias historias respecto a este temible ser), lo cual ya dejaba ver la dificultad que representaría filmar una película que dejara satisfechos a todos.
Afortunadamente la cinta no se arriesga a contar los orígenes de Slender Man, sino que únicamente se preocupa por mostrar la aparición de éste a un grupo de chicas y nada más, sin buscar ir más allá ni explicar cosas innecesarias. Por desgracia esto ocasiona que la trama quede estancada en un terror adolescente que resulta bastante malo por donde se le mire.
Lo anterior ocurre porque su trama está repleta de clichés, pues desde la reunión en donde se invoca a la entidad hasta el desenlace de la trama, no se presenta absolutamente nada nuevo que llegue a innovar la historia del personaje, por lo que daría lo mismo si cualquier otro monstruo o fantasma llegara a ser el protagonista en vez de Slender Man.
De igual forma, aunque la película intenta jugar con el terror y el suspenso en las secuencias donde las protagonistas pierden la cordura, la historia no llega a generar el más mínimo miedo por dos cuestiones: la primera de ellas es que aunque se incluyen varios jumpscares (sin llegar al exceso), éstos no se presentan en los momentos indicados, sino que al contrario, resultan ser bastante predecibles y simples; la segunda cuestión es el hecho de tratar pésimamente la diferencia entre la realidad y la fantasía, pues si bien se entiende que el verdadero “terror” de la película es observar cómo las protagonistas poco a poco se vuelven locas, es fácil diferenciar entre lo que está ocurriendo en realidad y lo que las adolescentes se están imaginando, ocasionando que el filme no contenga sorpresa alguna.
Por supuesto, lo anterior no quiere decir que el director sea malo en lo que hace, pues para ejemplo de ello hay una secuencia en la que las mujeres se adentran en el bosque para realizar un ritual que las ayude a liberarse de Slender Man, misma que resulta ser la única parte bien lograda de la película al contener un buen suspenso, lo cual, deja bastante claro que si la trama se hubiera manejado por un aspecto más psicológico en vez de uno sobrenatural, los resultados habrían sido mejores.
En pocas palabras, Slender Man es una obra que no va más allá de una simple película de terror que apenas si logra su cometido, pues el hecho de que haya llegado prácticamente 10 años después de la creación de su personaje, terminan por convertirla en una cinta que ha perdido todo su encanto e interés. Tan es así, que cualquier video creado por los fans del llamado Hombre delgado resulta mucho más aterrador que las casi dos horas de duración de este intento fallido.