Las chicas del cable llevan el feminismo a Netflix
Cuatro hermosas mujeres desafían al machismo imperante en la Europa de la década de los 20 a través de su ingenio, su inteligencia, su temple y su bondad. La primera apuesta española de Netflix ha sido muy bien recibida por una audiencia ávida de historias menos anglo y más humanas.
El pasado 25 de diciembre de 2017 se estrenó la segunda temporada de este drama, en tono de novela, protagonizado por Blanca Suárez, Ana Fernández, Maggie Civantos y Nadia de Santiago. La expectativa por la continuación se hace sentir en redes sociales y lo mejor es que la tercera temporada ya fue confirmada.
Pero ¿qué es lo que gusta de esta serie? Las chicas del cable celebra a la mujer a través de unos personajes fuertes y retadores. Retrata la vida de unas telefonistas que en 1928 laboran en la única empresa de telecomunicaciones de España y sufren en primera persona las consecuencias de vivir en una sociedad patriarcal y retrógrada. Los conflictos amorosos se convierten en el eje transversal de la historia, que se nutre de la revelación de los secretos de Lidia Aguilar (Suárez). La evolución tecnológica vinculada al desarrollo del teléfono, así como el fortalecimiento del movimiento feminista, son dos de las tramas presentes en la producción.
Quiere decir que desde casi todos los puntos de vista, es una serie que atrae: ambientación de época, actuaciones de altura, temas originales y problemas humanos que nunca faltan como el amor, la amistad, la familia, el trabajo. Eso sí, todo llega gracias a sendos personajes que enamoran no solo por su atractivo físico, sino por sus labradas personalidades. El director, Ramón Campo, es conocido por estar al frente de Gran Hotel, otra importante serie española y se aventura a este reto que ha sido halagado por el público y la crítica. Estuvo nominada como Mejor Serie Drama en los Premios Fénix 2017.
¿Quiénes son Las chicas del cable?
Alba Romero se ve obligada a asumir la identidad de Lidia Aguilar para completar una misión dentro de la compañía de telecomunicaciones. Allí se reencuentra con su primer amor, Francisco Gómez (Yon González), cosa que hace tambalear sus planes. Lo que acontece en adelante influye directamente en los secretos que tendrá que revelar, pero también en las decisiones que tendrá que tomar. Entre ellas está el vincularse con el mejor amigo y cuñado de Gómez, Carlos Cifuentes (Martiño Rivas). El hecho de que sean ellos los dueños de la empresa, solo hace que el triángulo amoroso se vuelva aún más complejo.
Ángeles Vidal (Maggi Civantos) es una de las mejores telefonistas de la compañía. Lejos de que esto sea un motivo de orgullo para su marido, él prefiere que ella deje su puesto y se encargue de cuidar a la hija que tienen juntos. A pesar de sentirse feliz en la empresa, ella tendrá que tomar la decisión de irse para no perder a su niña. Los maltratos y las ofensas de Mario (Sergio Mur), sin embargo, se vuelven cada vez menos tolerables. La personalidad de Ángeles , en cambio, se hace más dura.
Carlota Rodríguez de Senillosa (Ana Fernández) es la explosiva y rebelde del grupo. Perteneciente a una familia adinerada, hija de un militar de alto cargo, decide ser independiente y empezar a trabajar aunque eso no sea lo que sus padres esperan de ella: el matrimonio. La joven, que tiene una relación sentimental con uno de los ingenieros de la compañía, asiste continuamente a las reuniones de las feministas en donde coincide con Sara Millán (Ana Polvorosa) su jefa en el trabajo. Entre ellas nace un vínculo emocionante que compartirán junto a Miguel Pascual (Borja Luna).
María Inmaculada «Marga» Suárez llega a la capital proveniente de un pueblito. Al contrario de Carlota, Marga es una inocente y tímida joven que de un día a otro se encuentra en una ciudad un tanto agresiva. El miedo que la invade en principio se va menguando poco a poco Algo tiene que ver en ello Pablo (Nico Romero) a quien conoce en la compañía. Su noble espíritu y sus ansias de conocer mundo la hacen un entrañable personaje que en una de esas sorprende.
En tiempos de #MeToo y #TimesUp Las chicas del cable encaja a la perfección en los monitores de la audiencia femenina, pero también masculina que encuentra fascinante este mundo tan femenino como aguerrido.