‘Time’s Up’ une a 300 poderosas de Hollywood contra el acoso sexual

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Las resoluciones de Año Nuevo tienen un efecto similar al de la ley de la gravedad. Por norma física,  todo lo que sube, eventualmente tiene que bajar con la fuerza de su propio peso. Y sí: las  convicciones con las que juramos ir al gimnasio, comer más sano, dejar el cigarrillo, escribir un libro, o plantar un árbol suelen decantar pasada la primera semana de enero. Pero las leyes que aplican a la vida no necesariamente aplican a Hollywood. Y esperamos que ese se el caso de Time’s Up (en español: «se terminó el tiempo»), la iniciativa que une a 300 mujeres de la industria cinematográfica para erradicar al acoso sexual. Las agentes, escritoras, guionistas, directoras, productoras y ejecutivas batallan contra el abuso sistemático a los espacios laborales en general y la industria del entretenimiento en particular. La agrupación ya reunió un fondo de U$S 13 millones para la ayuda legal a mujeres que sufrieron acoso sexual y se vuelve evidente que ésta no es una mera resolución de Año Nuevo. Éste es el inicio de una nueva era en la que se terminó el tiempo del acoso. 

Entender a Time’s Up es entender al mundo post Harvey Weinstein. La primera revelación de que ocho mujeres habían sido acosadas sexualmente por el CEO de The Weinstein Company sacudió profundamente a la industria del entretenimiento el pasado octubre. La visibilización derrapó como una bola de nieve bajo el efecto de #MeToo, el hashtag que une a las víctimas de acoso sexual. Más de 90 mujeres aseguraron haber sido abusadas por Weinstein.

El efecto dominó no se hizo esperar y sendos power players fueron depuestos del cenit de Hollywood. Con una denuncia de acoso cada semana, figuras como Kevin Spacey, Woody Allen, Dustin Hoffman, Roman Polanski, Geoffrey Rush, Brett Ratner, Casey y Ben Affleck, Brett Ratner, Lousic C.K., Matt Damon, Lars von Triery hasta el CEO de Pixar John Lasseter (y tantas más) fueron acusadas de abuso sexual. Y, para la industria, la pasividad ya no es una opción.

¿De qué se trata Time’s Up?

Time’s Up es la primera organización contra el acoso sexual coordinada desde la industria del entretenimiento. La agrupación, que anunció su nacimiento formal en las páginas del New York Times el primer día del año,  se formó poco después de que el Times informara el acoso de Weinstein.

Hoy llegó con la firma de  actrices como Reese Witherspoon, Meryl Streep, Jennifer Aniston, Cate Blanchett, Natalie Portman, Alyssa Milano, Maggie Gyllenhaal Emma Stone. ¿Su objetivo? Equilibrar el profundo desbalance de poder en la representación, las oportunidades, los privilegios y las oportunidades de millones de trabajadoras que las vuelve vulnerables al acoso sexual. Time’s Up apunta no sólo a erradicar al abuso sistémico a Hollywood, sino que busca terminar con el silencio, la espera, y la tolerancia al abuso, el acoso y la discriminación. El destino final es el de construir una red de asistencia legal para las las mujeres en general y las minorías étnicas, raciales, sexuales y sociales en particular. 

Los objetivos de Time’s Up son claros. Con la idea central de erradicar al abuso, el acoso, la falta de representatividad y la marginalización, la organización ya armó un plan a seguir. De forma preventiva, busca penalizar a las compañías que «toleran el acoso persistente», además de cancelar los «acuerdos de no divulgación que silencian a las víctimas». Además, se insta a lograr la paridad de género en los estudios y agencias de talento con claras medidas laborales. Más ambiciosamente, Time’s Up busca crear un marco legal y un sistema de asistencia para que las víctimas denuncien a sus acosadores. Es por ello que la primera resolución ejecutiva fue la de organizar  un fondo de defensa legal. Éste ya totaliza unos impresionantes U$S 13 millones para el auxilio de «conserjes, enfermeras, trabajadoras en granjas, fábricas, restaurantes y hoteles» que sufren «malas conductas sexuales» y de las consecuencias que puedan resultar al reportarlas.

¿Quiénes participan de Time’s Up?

Las donaciones de -entre otros- Witherspoon, Streep, Steven Spielberg y su esposa Kate Capshaw, Taylor Swift, J. J. Abrams y su esposa Katie McGrath, y Viola Davis armaron un fondo de asistencia legal que ya dispone de más de 13 millones de dólares. Los donativos también vienen de las agencias de talento firmantes, como ICM Partners, la Creative Artists Agency, William Morris Endeavor y la  United Talent Agency. La iniciativa no está reservada únicamente para las estrellas o los grandes jugadores: cualquiera puede donar el sitio de GoFoundMe de Time’s Up.

Al proyecto se le suma la voz de la productora ejecutiva Shonda Rhimes, y la de la abogada Nina L. Shaw que, junto a la jefa de staff de Michelle Obama, Tina Tchen, ya diseñan en marco legal desde el pasado noviembre. Entre todas, lograron construir a la organización sin líder y autogestionada de Time’s Up. El equipo está constituido por varios grupos de trabajo que colaboran simultáneamente para crear un mundo más igualitario con las mujeres y que buscan visibilizar la problemática del acoso y el abuso sexual en todos los ámbitos laborales.

¿Y cómo funcionará?

De acuerdo a lo que detalló el New York Times, el primero de estos grupos de trabajo -capitaneado por Anita Hill– dibujó el mapa para terminar con el acoso sexual en la industria.
Un segundo grupo, llamado 50/50 by 2020, busca la paridad de género en su cúpula directiva de aquí a dos años.
Otro se encarga de la visibilización de las problemáticas del colectivo LGTB.
Un cuarto grupo se encarga de crear el marco legal contra los escenarios de abuso y los acuerdos de no divulgación que silenciaron a las víctimas. Éste último coordina el fondo de defensa legal, que es administrado por el Centro Nacional de Mujeres por la Igualdad de Género. Su objetivo es conectar a las víctimas de acoso sexual con abogados.

La resolución hizo rápidamente eco en Twitter y actrices como Kerry Washington, Brie Larson, Ana Du Vernay, Margot Robie, Ashley Judd, Eva Longoria, America Ferrera se pronunciaron a favor. Muchas de ellas mostrarán su apoyo vistiendo de negro en la Alfombra Roja de los Golden Globes el próximo domingo. El acto simbólico de luto servirá para «generar consciencia» e «informar sobre el fondo de asistencia legal». Y, pese a ser micro, esa iniciativa visual se pronuncia contra a la industria que naturalizó a las experiencias de abuso como los cásting sábanatrivializó el acoso y normalizó el silencio como condición profesional.

¿Qué quiere decir esto?

Con un gran star power viene una gran responsabilidad. Que las mujeres de Hollywood no sólo visibilicen la naturalización del acoso y del abuso viral al show business, sino que la repudien con una lucha activa implica una toma de responsabilidad y posición de la industria. En un mundo en el que se siguen premiando a los Roman Polanskis y los Woody Allens de Hollywood con los reconocimientos más dorados de la Academia, el debut de la lucha feminista es una esperanza para la industria. Con algo de suerte, querría decir que la era de la voluntariosa ignorancia y vergonzosa complicidad en los comportamientos de depredación sexual y acoso en el lugar de trabajo se han terminado -al menos en Hollywood. Esperemos que se trate, además, de una nueva norma de conducta que inspire al resto del mundo. Una cosa es segura: el tiempo se terminó para el acoso.