“Sympathy for Mr. Vengeance”, órganos, revancha y desolación
¿De qué serías capaz con tal de salvar a un ser querido? ¿Podrías donar uno de tus órganos si esto significara salvarle la vida?, o más aún, si esto fuera la única opción, ¿hasta dónde llegarías con tal de conseguir uno de forma clandestina? Independientemente si la respuesta fue sí o no seguramente es fácil contestar cuando uno no se encuentra en dicha situación (y esperemos nunca estarlo para averiguarlo), aunque lo más probable es que a la hora de actuar flaquearíamos en nuestro proceder o, simplemente, las cosas no saldrían como lo teníamos planeado. Para muestra de ello tenemos a Sympathy for Mr. Vengeance (2002), del director Chan-Wook Park, que nos enseña que un acto de total compasión y amor puede convertirse en una venganza donde no hay ganadores.
Sympathy for Mr. Vengeance nos presenta la historia de Ryu (Shin Ha-kyun), un hombre sordomudo que, con tal de conseguir el riñón que su hermana (Im Ji-eun) necesita, se somete a un procedimiento quirúrgico clandestino para donarle el suyo. Sin embargo, cuando esta operación y otra serie de eventos salen mal, la única opción que le queda para pagar la cirugía de su hermana es secuestrar a una pequeña niña y pedir un rescate por ella.
Esta película conforma la primera de tres cintas de la llamada “Trilogía de la Venganza” (Sympathy for Mr. Vengeance, Oldboy (2003) y Sympathy for Lady Vengeance (2005)), en donde su director nos muestra una serie de historias que tienen como eje principal la venganza, pues ésta es la que desata toda la trama pero también todos los infortunios de los protagonistas.
Esta película resulta ser la más ligera de las tres, pues si bien contiene una historia interesante ésta no resulta tan envolvente ni sorpresiva. Esto se debe a su proceder lineal, ya que a diferencia de las otras dos -las cuales hasta cierto punto están contadas de manera anacrónica- ésta primera parte no contiene flashblacks que nos vayan revelando poco a poco oscuros secretos del pasado, sino que todo sucede de manera consecutiva.
Por supuesto esto no quiere decir que no haya sorpresas impactantes en esta historia, pues una vez que sabemos la situación en la que viven Ryu y su hermana, la película se va convirtiendo poco a poco en una tragedia en donde nadie saldrá bien librado. Y es que luego de someterse a una peligrosa operación clandestina, Ryu no sólo desperdicia el dinero destinado para la cirugía de su hermana, sino que él mismo se queda sin su riñón al despertar del procedimiento y ver que lo han estafado.
Más lamentable aún es el hecho de que poco tiempo después de que le han robado su dinero y riñón le informan que el hospital ha conseguido un donador para su hermana, por lo que ahora sólo necesita pagar la operación. Es por ello que Ryu y su novia (Bae Doona) secuestran a una niña para costear el procedimiento quirúrgico, aunque esto se les saldrá de control y terminarán siendo perseguidos por un padre furioso (Song Kang-ho) en busca de venganza por lo que le han hecho a su pequeña hija.
Como vemos la historia es más que llamativa, pues a diferencia de las otras dos cintas que conforman la trilogía y donde vemos únicamente a uno de los protagonistas vengarse, Sympathy for Mr. Vengeance es una trama donde se presentan tres revanchas distintas: la primera es de Ryu al buscar matar a las personas que le han robado su riñón y su dinero; la segunda es la del padre al acecho de los secuestradores; y la tercera es una total sorpresa que se presenta al final de la cinta y que involucra a todos ellos, siendo esta última la que dejará en claro que «antes de embarcarte en un viaje de venganza, cava dos tumbas», como diría aquel viejo refrán.
Si bien dijimos que la película no contiene flashbacks que terminen por dejar al descubierto secretos que hagan más impactante la revelación final, sí es por demás interesante la manera en que se ligan estas tres historias. Asimismo, otro punto fuerte es que si en Oldboy y en Lady Vengeance el espectador desarrolla una simpatía por sus protagonistas, deseando con fervor que consumen su venganza contra quienes les han hecho daño, en Mr. Vengeance es difícil generar una empatía hacia ellos; pero no porque el filme sea malo, sino porque todos en esta historia tienen motivos para ser queridos pero también despreciados, pues cada una de las decisiones que estos personajes toman terminan por afectar no sólo a ellos, sino también a terceros que nada tenían que ver en los problemas del otro, creando así una cadena de venganza cuyos eslabones están forjados por dolor y lágrimas.