Lo retorcido del cine: 10 escenas más aterradoras fuera del cine de terror
El cine de terror puede ser tanto exquisito como incómodo, pues así como existen cinéfilos que degustan sus miradas con tan tormentosas y sádicas escenas del género, hay otros que sufren tan sólo con ver una pequeña gota de sangre. Sin embargo, el cine puede llegar a ser tan pero tan crudo que a veces las secuencias más aterradoras no se encuentran en los filmes de horror, sino en aquellos tan infantiles como una caricatura o tan crudos como un retrato de la realidad.
Por ello te presentamos una lista de 10 películas que te mostrarán lo retorcido que puede llegar a ser el séptimo arte más allá del género de terror. Por supuesto, está de sobra mencionar que debido al contexto que necesitan dichas secuencias, en esta lista te encontrarás con diversos SPOILERS. Allá vamos.
“Un perro andaluz” (1929), miradas que matan
El sueño hecho pesadilla de Luis Buñuel y Salvador Dalí. En este metraje de escenas surreales e inconexas, llamó sobre todo la atención aquella en donde, al mismo tiempo que vemos una nube “cortar” a la luna, también vemos como una navaja corta el ojo de una bella mujer…literalmente.
Si quieres conocer cómo se filmó esta escena y saber más de esta contribución entre ambos directores, puedes leer sobre ello aquí.
“Dumbo” (1941), el baile de los elefantes rosas
Fuera de la historia tan triste y real en la que está inspirada esta historia (y la cual puedes leer aquí), esta película infantil de Disney trajo consigo una de las secuencias más aterradoras en la historia de la animación; y sí, nos referimos a la macabra danza de los elefantes rosas, la cual, seguramente causó (y sigue causando) varias pesadillas tanto a niños como adultos.
“Nosotros los pobres”, (1948) ¡Cierra esos ojos!
Una escena clásica de una también clásica película mexicana. En esta secuencia de Nosotros los pobres, vemos al personaje de Rafael Inclán ser carcomido por el remordimiento, el terror y la culpabilidad de cierto crimen que cometió, y cuya única testigo de éste fue la madre paralítica de Pepe el Toro, por lo que se ve orillado a darle una tremenda golpiza, la cual, se percibe más brutal por el hecho de que la mujer no puede mover ni un solo músculo, ni siquiera un párpado, para defenderse.
“Robocop” (1987), muerte tóxica
Una de las grandes características de Robocop es que a pesar de ser una cinta de ciencia ficción mostró un gran contenido de escenas gore (a veces mucho más que una película de terror), y una de las más memorables es aquella donde uno de los villanos sufre de enormes quemaduras y deformaciones en su cuerpo tras ser cubierto por desechos tóxicos, sólo para volar en pedazos al ser arrollado.
“Se7en” (1995), entre la pereza y la lujuria
Película de suspenso por partida doble, pues aunque te presentaríamos 10 escenas más terroríficas que cualquier cinta de terror, te regalamos una extra con Se7en, pues en esta ocasión la misma cinta nos presenta dos impactantes secuencias bastante difíciles de creer.
En la primera de ellas vemos un “cadáver” momificado amarrado a una cama, una clara representación de la pereza, sin embargo, enorme sorpresa nos llevamos cuando lo vemos despertar y retorcerse, percatándonos así que ese pedazo de carne putrefacta seguía vivo.
La segunda escena es una brutal alusión a la lujuria, pues aunque no se nos muestra propiamente lo que pasó, se nos da a entender cómo un hombre fue obligado a violar a una prostituta…usando un cuchillo en vez de un pene.
“Trainspotting” (1996), bebé en el techo
Damien de La profecía; Samarah de El aro; los pequeños albinos de El pueblo de los malditos; Gage de Cementerio de mascotas…todos ellos sin duda niños icónicos del cine de terror, pero quizá no tanto como lo fue el bebé –hasta cierto punto amorfo– visto en Trainspotting.
En la escena, Renton (Ewan McGregor) está desintoxicándose de las drogas, lo que le causa una serie de alucinaciones bastante incómodas; una de ellas lo hace ver un bebé gateando sobre el techo y, por si fuera poco, girando su cabeza 90 grados cual si Regan de El exorcista se tratara.
“Requiem for a dream” (2000), la mejor droga es el amor
Una de las cintas más duras de Darren Aronofsky, donde vemos el inevitable descenso de los protagonistas hacia el infierno mediante el abuso de las drogas.
Ahora, si bien el final de cada uno de los personajes es por demás atroz y desolador, tal vez el más crudo de ellos es el de Marion (Jennifer Connelly), quien con tal de conseguir los estupefacientes acepta entrar a un mundo totalmente perverso y vil de prostitución. En la escena vemos una especie de masturbación doble donde, por supuesto, lo más impactante no es el hecho en sí, sino la mirada totalmente perdida de Connelly.
A continuación el video, aunque cuidado, pues contiene el final de todos los personajes (si es que no has visto la película).
“Irreversible” (2002), cabeza destrozada
En una película que es perturbadora e incómoda de principio a fin, es difícil encontrar un momento más atroz que otro, y aunque ninguno supera la violación hacia el personaje de Monica Bellucci (probablemente la más realista escena de violación en la historia del cine), la secuencia que también nos hizo estremecer fue aquella donde vemos a Pierre destrozarle la cabeza a un pobre diablo golpeándolo una y otra vez con un extintor.
“El laberinto del fauno” (2006), rinoplastia sin anestesia
Guillermo del Toro es uno de los pocos hombres capaz de transportarnos a mundos tanto maravillosos y fantásticos como aterradores; y aun así, demostrarnos con cintas como El espinazo del diablo o El laberinto del Fauno que a veces el peor monstruo es el humano.
Incluso, esta última presenta una gran escena en donde podemos ver la brutalidad del hombre, y no es otra que aquella donde el Capitán Vidal, haciendo uso de una simple botella, asesina a un campesino al sumirle la nariz a puro golpe con dicho objeto de vidrio. Sin duda alguna un ejemplo de cómo Del Toro puede convertir una película de fantasía en una de total horror sin la necesidad de ser un filme de terror.
“Moebius” (2013), canibalismo e incesto
En esta cinta de Kim Ki-duk, una madre trastornada por la infidelidad de su marido decide vengarse de él, pero al ver frustrados sus planes termina por desquitarse con su propio hijo, a quien le corta el pene para después comérselo. ¿Lo peor de todo? Después de hacerse un trasplante para recuperar su miembro perdido, el joven se percata que sólo puede tener una erección si piensa en su madre.