“La ola”: el inicio y el fin de una nueva era de fascismo
En 1967, Ron Jones, profesor de Historia en la secundaria de Palo Alto, California, durante una semana implementó un experimento para demostrar lo fácil que es caer en el fascismo. La práctica, aunque corta e inusual, se salió de control y causó serios dilemas ideológicos en los alumnos que participaron. Esta historia se ve reflejada en La ola (2008), del director Dennis Galsen.
Aunque los eventos que muestra la cinta distan un poco de lo que ocurrió en la vida real, la ficción retrata bastante bien el experimento realizado por Jones. Dicha práctica no fue otra más que demostrar a sus alumnos lo fácil que es caer en un movimiento, en el cual lo único que importa es su sobrevivencia, sin importar que sus bases sean violentas ni que desestime la existencia del prójimo.
Lunes 3 de abril de 1967: el inicio de la ola
Jones, a través de una estricta disciplina y de una personalidad autoritaria, obliga a 30 alumnos a sentarse en sus pupitres con una postura firme. Les enseña que al sentarse así se irradia carácter y fortaleza. Si los jóvenes desean hacer una pregunta, deben levantarse de sus sillas y referirse a su maestro (líder) como “señor Jones”.
Martes 4 de abril de 1967: la disciplina lo es todo
Los alumnos han aprendido a sentarse de forma correcta. Nadie habla ni cuestiona nada sin antes levantarse de su lugar en señal de respeto hacia Jones. El profesor nombra a su movimiento La tercera ola en referencia a que la ola más fuerte en el mar siempre es la que llega en tercer lugar. Inventa un saludo específico y clave para que los estudiantes se saluden dentro y fuera del aula.
Miércoles 5 de abril de 1967: la ola es la comunidad
El grupo ha pasado de 30 a 45 alumnos. Todos reciben tarjetas que los identifican como miembros. Jones asigna la tarea de diseñar un logo para el movimiento y de no dejar que nadie entre al aula si no es uno de ellos. Los integrantes comienzan a delatar a quienes no siguen las reglas. Al final del día, La tercera ola ya cuenta con más de 200 socios.
Jueves 6 de abril de 1967: las cosas se salen de control
El experimento toma vida propia. Ya no se trata de lo que Jones dicta, sino de lo que los alumnos creen que es mejor para La tercera ola. Los miembros se tornan violentos con la comunidad externa. Jones, desesperado, anuncia que al próximo día serán visitados por un candidato político que hará oficial el movimiento. Los cita a todos para una reunión.
Viernes 7 de abril de 1967: La ola se extingue
Ante una sala repleta y excitada, Jones informa a sus alumnos que no existe tal candidato. Les confiesa que todos han sido parte de un experimento social que responde a la duda de si es posible que una sociedad (y un individuo) libre y democrática se transforme en un movimiento fascista sin percatarse de ello.
La ola, un experimento fuera de control
La película de La ola retrata con gran fidelidad parte del experimento realizado por Jones. Sin embargo, y como dijimos antes, cuenta con ciertas diferencias que “exageran” lo que pasó en verdad. Por otro lado, esto ayuda a enfatizar el punto que el profesor quiso demostrar.
El filme expone la metodología que Jones (interpretado por Rainer Wenger como Jürgen Vogel) usó durante una semana. Así, durante sus casi 2 horas de metraje, la trama expone bastante bien la evolución del experimento.
No obstante, más que enseñarnos lo que ocurrió cronológicamente, el filme se atreve a más y se toma la libertad de presentarnos la personalidad de diferentes alumnos. La intención es demostrar que para el éxito del experimento no solo se requirió de disciplina, sino también de ciertas características humanas.
Por ello, La ola nos enseña que si bien es increíble que alguien se integre a un movimiento, en muchas ocasiones no solo es por la ideología que se comparte con este, sino por el sentido de pertenecer a algo.
Es decir, en no pocas ocasiones, en estos movimientos es donde algunos encuentran una segunda familia, un sentimiento de pertenencia, un propósito o hasta algo por lo cual vivir. Todos estos elementos son los que explican parte del porqué y cómo es que surgen estos fenómenos sociales.
Así, La ola nos enseña que, aun hoy, con los ingredientes correctos y necesarios, el fascismo es posible y puede iniciarse con una pequeña e inofensiva idea.