Casa Roshell: Transficción de una intimidad

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Durante  los años setenta, en Ciudad de México emergieron bares y cafés dirigidos a la convivencia, entretenimiento y esparcimiento de la comunidad LGBTTTI. Pero las actividades no pararon en lo superfluo; dichos lugares se convirtieron en núcleos de expresión artística, reflexión política y cunas del activismo social que ha llevado a la comunidad a obtener logros como la legalización del matrimonio igualitario y la adopción infantil a parejas homosexuales en la capital del país.

Fue a uno de estos centros nocturnos, bautizado como Casa Club Roshell, donde la cineasta chilena Camila José Donoso (Santiago, 1988) asistió una noche de 2014, gracias a la invitación de una amistad. Entre aquellas paredes cimentadas en la calle Aragón de la colonia Álamos, Donoso encontró un microuniverso donde el compañerismo genera un oasis para la comunidad LGBTTTI. El paisaje social la cautivó tanto que decidió filmar una película al respecto.

TRANSFICCIÓN.

El corpus cinematográfico de Casa Roshell (2017) supone un material que explora el hemisferio emocional más que el narrativo: entra y reconstruye una intimidad, toma de personajes a los clientes del lugar, desnuda la realidad del cabaret y la convierte en ficción, al tiempo que enfoca y retrata la esencia que sostiene a la casa club, fundada hace 14 años por la activista Roshell Terranova.

Roshell, identificada como mujer transgénero y fanática de los coturnos griegos (los helénicos fueron pioneros en emplear el travestismo en sus obras teatrales), se revela como el rostro impulsor de la casa.

La actriz comparte que para el rodaje, Donoso visitó el club nocturno durante seis meses. La sudamericana escribió un guión basado en documentos, ensayos e investigaciones sobre el tema. Se convirtió en una cliente frecuente de cada viernes. Se empapó de las historias que dan vida a Casa Club Roshell y conoció a sus protagonistas. Finalmente, consiguió materializar su trabajo gracias a la producción de Cine Tonalá y de Interior XIII.

“Fíjate que (Casa Roshell) no es un documental, es una película clasificada por la chilena cineasta Camila José Donoso, como “transficción”. En la película de Casa Roshell no contamos la historia de cómo se funda todo lo que te he contado ahora, sino que es como si nos vieran a través de la cerradura en un viernes por la noche, donde nos ven de cerca cómo somos: la cámara entra y se acerca a diferentes historias de cómo están conformadas, tal vez, estas familias, la problemática que tiene un hombre para mostrar su identidad femenina… eso cuenta la película. Es una “transficción” porque es una sede real, un espacio real, con historias reales, pero que se cuentan a través de una noche. También habla del cómo alguien llega a nuestra casa y quiere travestirse y ahí lo puede lograr; se traviste y regresa, al término de la noche, otra vez a su vida cotidiana”, indica Roshell Terranova.

Roshell y Donoso usan el término de “transficción” para referirse al largometraje debido a que en él se empleó gente real que quiso contar su historia y también se recurrió a actores, para interpretar las vidas de aquellos clientes que por alguna u otra razón decidieron no participar físicamente en el rodaje.

“Hay gente que se prestó, que decidió dar rostro y se autointerpretaron, como nosotras. Sin embargo, sobre todo en los varones que son transformistas, que es otra de las tes que faltan en las etiquetas, es más difícil que den su rostro porque tienen una vida de varón, están casados, tienen hijos y una vida laboral, social y familiar, por ello se recrearon con actrices”, relata Roshell.

Junto a Donoso, Terranova ha recorrido latitudes, llevando su película como un dispositivo más dentro de su incesante lucha. La transficción ha tenido tal relevancia que incluso ya fue exhibida en países como Alemania, España, Francia, Corea del Sur, Chile (donde en 2017 ganó un Pudú en el Festival Internacional de Cine de Valdivia) y varias ciudades de México.

Debido a la aceptación cinéfila, Roshell considera que el séptimo arte juega un papel importante en su lucha social, ya que permite educar a la gente mediante la visibilización de su comunidad. Así, la propuesta de Camila José Donoso se une a muchas otras que han abogado por la anulación de las reglas de género en la sociedad, tal es el caso del director canadiense Xavier Dolan.

“El cine un foro que nos expone de diferentes maneras: con historias crueles, con historias empoderadas, pero nos acerca a la gente, a la sociedad que tal vez no tenga nada que ver con nuestra diversidad. Permite esa visibilidad a grandes masas. Yo creo que ya es una herramienta más porque, al conocernos como seres humanos, la película le ha parecido conmovedora a la gente. Conmovedora al momento de ver cómo pasan las personas por esta catarsis de no poder tener su verdadera identidad”, Finaliza Roshell.