Mommy de Xavier Dolan: retrato de una familia fragmentada

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Mommy (2014) es la obra con la que la joven carrera cinematográfica de Xavier Dolan recibió el reconocimiento internacional que, desde cinco años atrás, reclamaba. Un filme que ganó el premio del jurado en la edición 2014 del Festival de Cannes, que fue seleccionado para representar a Canadá en los Premios Óscar de 2015 y que al también actor canadiense lo llenó de credibilidad en el parnaso del séptimo arte.

Narrada en una Canadá ficticia, donde una ley propuesta por el gobierno entrante permitía a los padres de hijos con problemas de comportamiento, recluirlos, sin un debido proceso, en hospitales públicos. Esto siempre y cuando se justificaran dificultades para su manutención económica.

La historia presenta a Diane como una mujer viuda, energética, con una vida caótica e inestable, que divaga entre el tabaquismo y el alcoholismo. Madre soltera de Steve, un adolescente con TDAH (Transtorno por déficit de atención e hiperactividad) y cuya convivencia, después de ser expulsado de un centro correccional, representa el eje central de esta obra.

Por lo anterior, la película de Dolan no sólo supuso un excelente trabajo cinematográfico, sino también una ventana para dar a conocer la gravedad de dicho padecimiento y cómo la cotidianidad de un paciente de este tipo yace incomprendida ante la sociedad.

Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reportan que, a nivel mundial, entre un 1.2 y un 7.3 por ciento de la población padece TDAH, el cual se encuentra clasificado como un trastorno mental. Este padecimiento consiste en un problema del neurodesarrollo. Es decir, supone alteraciones cerebrales que modifican la conducta y el desempeño académico o aprendizaje de quien lo presenta.

Algunos de sus síntomas más radicales se manifiestan en la agresividad, violencia física y verbal, euforia y adrenalina. Dolan expone la muerte del padre de Steve como el punto en que el adolescente desencadenó este problema neurológico.

Otro rasgo interesante es la herramienta psicológica que Dolan emplea al retratar el Complejo de Edipo a través de la atracción sexual que Steve llega a sentir por su madre.

Dentro del filme, cabe resaltar la actuación de Antonie Oliver Pilon, quien interpreta a Steve. Es notable que el actor canadiense estudió de forma profunda el funcionamiento de la citada enfermedad mental, para dar una actuación sumamente convincente. Los altibajos de humor, los gestos faciales, los acentos en las frases del diálogo en francés y los movimientos corporales, dan la sensación de una actuación natural, nada forzada.

Frente a él, la desolada figura de su madre Diane (Anne Dorval), conceptualiza el estrés que emerge al convivir con alguien que tiene la enfermedad del TDAH. Dorval también encarna una actuación destacada que varía entre la esperanza y la resignación. Una mujer que busca su libertad vital, pero que la lucha y la responsabilidad que le lapida la enfermedad de su hijo, se lo impide.

No obstante, el personaje cálido de Kyla llega a relajar un poco el contexto, ya que se convierte en un punto de equilibrio entre los personajes anteriores. Esta mujer, con problemas de lenguaje, es una especie de mediador entre el debate escénico de Diane y de Steve. Una acompañante de aventuras que durante el transcurso de la historia va tomando importancia.

Como Xavier Dolan lo ha resaltado en varias ocasiones, Mommy vuelve a manejar la relación madre e hijo, común denominador de las películas del director canadiense. Dolan también ha mencionado que en esta obra buscó que Anne Dorval empleara un papel muy diferente al que realizó en I killed my mother (2009), donde la actriz interpreta a una mujer más dócil.

El empleo de madres atípicas en la obras de Dolan, deja al descubierto una suite autobiográfica del director en sus propias obras: los hijos fragmentados por la falta de la figura paterna y la madre que no significa ninguna autoridad para ellos.