The Alienist podría tener segunda temporada

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A sólo un par de semanas de su estreno en la plataforma de Netflix, The Alienist, el thriller de horror, psicología e investigación de TNT, se ha robado la atención de todo el público, y con ella los titulares de los periódicos, a tal grado de que ya se habla de una posible segunda temporada, a pesar de que la serie fue pactada para tener sólo 10 episodios.

Su potente y elegante final, que consolida a un equipo de investigadores con capacidades intelectuales e instrumentos muy adelantados a su tiempo, que a finales del siglo XIX van a la caza de un psicópata y asesino en serie, da pie de forma perfecta para que la serie continúe; y al respecto habló Rosalie Swedlin, productora ejecutiva de la serie, para Indiewire:

“Nos encantaron los personajes; en cierta medida nos enamoramos de ellos; sin embargo, cuando nos sentamos a planear la serie, teníamos en mente que queríamos contar la historia de un libro que tiene un final cerrado, que es cuando atrapan al asesino. Por el momento no hay planes de una segunda instalación, pero nos encantó todo el proceso, y la respuesta del público ha sido muy favorable, así que ¡quién sabe! Tal vez la haya”.

En esta misma entrevista, el editor de Indiewire explica cómo la disposición de los personajes al término del último capítulo de la serie está perfectamente ensamblada para acoger una continuación, pero el enlace contiene spoilers, así que se recomienda discreción.

The Alienist

Dakota Fanning, Daniel Brühl, Luke Evans

La serie, por otro lado, está basada en un importante best seller de 1994: The Alienist, del historiador y autor Caleb Carr. La importancia de este libro es singular, sobre todo para el desarrollo de las series televisivas como género de consumo masivo.

En buena medida Silence of the lambs, de Thomas Harris, adaptada por Jonathan Demme en 1991 con Anthony Hopkins como protagonista, sirvió para llevar al formato de la pantalla una estructura narrativa que hoy se ha consolidado casi como un arquetipo: el detective que no es sólo un investigador siguiendo un rastro, sino un genio intentando construir una identidad; una vez construida esa identidad es capaz de predecirla, y por tanto estar un paso delante de ella, y por fin atraparla.

¿No es así como Clarice Starling atrapa a Buffalo Bill? La serie cinematográfica que vino después puso el andamiaje para el posterior desarrollo de series como Bones, Dexter, la propia Hannibal o Criminal Minds. La huella fundacional de esa estructura narrativa la ostenta, sin duda alguna, Sir. Arthur Connan Doyle con su serie Sherlock Holmes.

La importancia de The Alienist, en este sentido, viene a partir del conocimiento que Carr tiene de la historia y de su siglo predilecto: el XIX, el tiempo en que todos los sistemas de producción y de pensamiento que nos rigen hoy se estaban gestando. “Mi novela está ambientada en 1896, el año en que Sigmund Freud publica su primer libro”, dice el propio autor al respecto de su obra.

The Alienist, Caleb Carr

Y entre las muchas disciplinas científicas que se gestaban en esos años, dos de las más importantes fueron la psicología y la ciencia forense. Exactamente ahí está situada la novela, y es parte de la misión que se impone la serie: la de explicar cómo surgieron dos disciplinas que sirven hoy para entender más profundamente lo que somos.

En ese sentido, The Alienist podría funcionar como una precuela de todas las series anteriores: todos sus personajes están situados en un tiempo en donde lo que es natural para nosotros hoy, para ellos entonces era una batalla en contra de un imponente aparato moral; la lucha contra ese aparato moral es la verdadera protagonista de la serie, y no la investigación policíaca.

A pesar de su inherente anacronismo, la serie resulta total y absolutamente vigente. El propio Caleb Carr había dicho lo siguiente: “cuando me propuse escribir la novela, quería que la gente entendiera cómo nosotros, en el siglo XX, no somos muy diferentes a las personas que vivieron un siglo antes. Somos básicamente los mismos”.

Mientras que The Alienist juega con la vigencia de ciertos valores, muestra cómo los impulsos, los deseos, los instintos humanos, son atemporales.

Por todo ello es que la serie debería continuar; y aunque el propio Caleb Carr escribió dos secuelas a su novela, a partir de las cuales se podría adaptar una segunda y hasta una tercera temporada, la dubitación al respecto continúa.

Su reparto, por otro lado, le permitió un carisma pocas veces conseguido en otros trabajos fílmicos. En el papel del Doctor Laszlo Kreisler, el alienista, está Daniel Brühl (Inglourious Basterds, 2009); en el de John Moore, el reportero e ilustrador especializado en nota roja del New York Times, está Luke Evans (Dracula Untold, 2014); y en el de la bella y rebelde Sara Howard, la secretaria convertida en detective del Departamento de Policía, está Dakota Fanning.

Detrás de las cámaras la serie tuvo un reparto igual de nutrido: los encargados de escribirla fueron cinco guionistas: Hossein Amini, E. Max Frye, quien recibió una nominación al Óscar por su guion de Foxcatcher; Gina Gionfriddo, John Sayles y Cary Joji Fukunaga, el afamado productor, director y guionista de la primera temporada de True Detective.

En la dirección estuvieron Jakob Verbruggen, James Hawes y el español Paco Cabezas, quien ya se ha consolidado como uno de los predilectos para las series de Hollywood: trabajó en los guiones de Penny Dreadful e Into de Badlands, y dirigió el clásico de terror Aparecidos (2008).

Con estas mentes, The Alienist se impuso como uno de los eventos estelares del Prime Time televisivo, al grado de que se estrenó en Netflix sólo diez días después de que su último capítulo se transmitió por TNT. La última palabra, no obstante, para decidir la secuela, la tendrán las cuentas económicas; de las cuales sólo poseemos el detalle de que cada capítulo costó 5 millones de dólares.