“Hereditary”, lo que amarás y odiarás de “El Exorcista del nuevo siglo”
Desde comienzos de este 2018, el nombre de Hereditary (El legado del diablo, 2018) comenzó a hacer demasiado ruido entre los fanáticos del cine de terror, pues desde su primera proyección en el Festival de Sundance, esta película dirigida por Ari Aster fue catalogada no sólo como un producto totalmente aterrador e insano, sino que algunos tuvieron el atrevimiento de nombrarla como «El Exorcista de nuestra época”. De esta forma se le prometió al espectador que esta sería la cinta de género más importante no sólo de este año, sino prácticamente de las últimas dos décadas y, lo que es más, con ella se iniciaría un nuevo siglo de horror. ¿Son exageradas estas referencias, o acaso tienen razón? Vayamos a ello.
Tras el fallecimiento de la madre de Annie (Toni Collette), su familia poco a poco comienza a desmoronarse, pues es una mujer que a pesar de todos sus esfuerzos no consigue congeniar ni con su hijo Peter (Alex Wolff) ni mucho menos con su hija Charlie (Milly Shapiro), quien tenía una fuerte relación con su abuela. Sin embargo, a pesar de sus intentos las cosas se pondrán peores cuando la niña sufra un terrible accidente, lo que ocasionará que Annie –totalmente desolada- llegue a extremos impensables con tal de conseguir un poco de paz en su hogar.
Ahora bien, más que reseñarte esta cinta o darte una crítica sobre ella haré uso de este espacio para exponerte –completa y totalmente desde mi muy profundo y para nada objetivo punto de vista- el porqué amarás u odiarás esta película; pues al igual que sucede con obras como Raw (Crudo, 2016) o The Witch (La Bruja, 2015), Hereditary también termina por ser un producto que se ama o se odia; que se recomienda o se pide alejarse de ella, pues desde ahora te advierto que lo que el tráiler muestra, así como la sinopsis oficial (que no es la que leíste arriba) tiene muy poco -por no decir casi nada- de lo que en verdad va la trama de este filme. De cualquier forma no temas el seguir leyendo, pues no arruinaré la sorpresa y me mantendré alejado de los spoilers.
Lo que amarás de Hereditary
Si eres de aquellos fanáticos del cine de terror que disfrutan más el miedo que causa la atmósfera por sobre los jumpscares, sin duda alguna Hereditary te cautivará de principio a fin; pues está película deja de lado el susto simple para adentrarse en un terror más puro. Esto lo consigue debido a que la verdadera trama de la película se enfoca más en los problemas de una familia disfuncional y que, de hecho, es su misma disfuncionalidad la que provoca el verdadero horror en esta cinta.
Y es que si bien en un principio se le hace creer al espectador que el terror despertará y girará en torno a la muerte de la abuela, la cinta se olvida bastante pronto de esta situación para dar paso a la verdadera historia, la cual aborda los problemas familiares de este matrimonio e hijos. Peor aún es el que sus conflictos se verán acrecentados cuando la hija sufra un accidente, pues este hecho ocasionará que todos los integrantes de la familia se soporten cada vez menos, al grado de ya no creer los unos en los otros y ver cómo poco a poco la confianza se va convirtiendo en un odio inconsciente, lo que ayuda a que surja una tensión bastante alta durante todo el metraje.
Esta tensión se debe al suspenso que la película va construyendo lentamente, lo que la centraría más en un terror psicológico que en uno sobrenatural; aunque esto no quiere decir que el filme esté exento de estos elementos, pues los últimos 15 minutos (y sólo hasta estos momentos) están llenos de una completa mezcla de terror, incertidumbre y desesperación. Por supuesto, el que el elemento espectral llegue casi al término de la cinta la ayuda a concluir con un gran clímax, pues aunque son pocas, estas escenas son bastante tenebrosas.
De igual forma su ritmo lento pero bien construido ayuda a que en la trama existan unas cuantas escenas que, si bien son sutiles, se presentan en los momentos indicados para hacer dudar al espectador sobre si lo que está viendo es real o todo ocurre dentro de la cabeza de los protagonistas. Además, a lo largo de la historia se van revelando oscuros secretos que ayudan a empatizar con los personajes, pues además el público dará un viaje por una montaña rusa llena de emociones y sentimientos encontrados, pues si antes se pudo comprender e incluso sentir aprecio por alguno de los protagonistas, bastan unas cuantas revelaciones para que se pueda llegar a odiarlos.
En pocas palabras, Hereditary se aleja del susto simple y básico del jumpscare para adentrarse en una historia concreta cuyo eje principal son la desconfianza, el odio, la frustración y, en menor medida (pero existente a fin de cuentas) lo sobrenatural.
Lo que odiarás de Hereditary
Si en lugar de ser alguien que disfruta con una terrorífica atmósfera eres de los que prefieren los jumpscares –es decir, sustos tales como un fantasma apareciéndose de pronto, o un estruendoso ruido escuchándose de repente – quizá prefieras mantenerte alejado de Hereditary, pues es una película que no te asustará (si asustarte es lo único que buscas) en lo más mínimo al no presentar ni fantasmas, monstruos o incluso escenas explícitas en las que haya sangre involucrada (a excepción de una, la cual es brutal pero de decirte cuál es estaríamos arruinando la gran sorpresa del filme).
En lugar de ello aquí verás una trama bastante lenta, en la que si no te adentras en la historia podría parecerte que no está ocurriendo absolutamente nada (aunque créenos, ocurren demasiadas cosas) y sólo estás mirando un drama familiar que bien podrías mirar en cualquier otra película. Además, el hecho de que los elementos sobrenaturales se presenten al final de la cinta quizá te genere una sensación de que las dos horas de duración de ésta son excesivamente largas, por lo que tienes que estar dispuesto a mirar un producto de terror totalmente diferente a los que se suelen presentar hoy en día, ya que en Hereditary no verás masacres ni cantidades irreales de sangre, pero sí un terror bastante bien construido cuya finalidad es destrozarte poco a poco mediante problemas tan cotidianos como lo es la pérdida de un ser amado y lo que uno estaría dispuesto a hacer con tal de que regrese; más aún, pues expone la cruda realidad de lo que todos sabemos pero muchas veces no queremos aceptar: todas las familias tienen oscuros secretos que, por muy pequeños o grandes que sean, tienen la fortaleza de desestabilizar -y en ocasiones destruir- hasta los lazos familiares más fuertes.
Si esta película es o no «El Exorcista de nuestra época» depende de cada uno de nosotros, sin embargo, es importante saber desprendernos de la nostalgia y cariño que tenemos hacia los grandes clásicos, pues sólo así comenzaremos a apreciar mejor el nuevo cine de terror.