Netflix lanza una campaña pro negritud con Today Is a Great day in Hollywood

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Netflix, el gigante del entretenimiento vía streaming, en una brillante estrategia publicitaria, ha convertido una de sus crisis internas en una campaña pro negritud que titula Today Is a Great Day in Hollywood (Hoy es un gran día para Hollywood); el nombre de la campaña, y del comercial que la encabeza, está tomado de la fotografía “Today is a great day in Harlem”, tomada por Art Kane, un reportero freelance que en 1958 prestaba sus servicios para Esquire.

La fotografía, incluida en el número de enero de aquel año de tal revista, presenta a más de 50 músicos que conformaban la avanzada jazzística de Harlem; entre todos ellos: Art Blakey, Dizzy Gillespie, Coleman Hawkins, Horace Silver, Charles Mingus, Sonny Rollins, y más.

El comercial, a su vez, lo que hecho es recrear la fotografía pero con 47 actores, directores, y guionistas afrodescencientes que pueden decir que Netflix es “cu casa”; entre todos ellos, Mike Colter (Luke Cage), Antoinette Robertson (Dear White People), Caleb McLaughlin, de Stranger Things, y Spike Lee (She’s Gotta Have It).

Fue precisamente McLaughlin el narrador del promocional, que debutó el día de ayer durante la celebración y transmisión de los BET Awards. En el anuncio, podemos escuchar al joven decir: “Este es un nuevo día, uno que hemos construido desde el suelo, forjado por leyendas; un día para que nuestras generaciones observen hazañas de nuestra negritud, que representa un rango ilimitado de identidades; somos reyes y reinas de nuestros barrios, venciendo fuerzas más allá de nosotros, que intentan conmocionar el mundo”.

“No somos un género porque no hay una sola forma de ser negros; escribimos nuestro destino mientras lo somos: complejos, resistentes, fuertes. Este no es un momento, es un movimiento: somos líderes negros. Hoy es un gran día para Hollywood”, cierra contundente, mientras la cámara se aleja para mostrar el amplio espectro: actores, actrices; directoras, productoras; todos y todas afrodescendientes, posan en el mismo lugar donde se tomó la famosa fotografía de Esquire, 60 años antes.

La campaña, no obstante, no es solamente un tibio homenaje a sus talentos de color; sino una contundente respuesta a una de sus más recientes crisis internas, que derivó en el despido, hace apenas dos días, de uno de sus ejecutivos clave: Jonathan Friedland, su director de prensa y comunicaciones.

El despido de Friedland se dio, de acuerdo a las palabras de Reed Hastings, fundador y CEO de Netflix, “por mostrar en reiteradas ocasiones una conducta inaceptable e insultante, que mostró una carencia total de conciencia racial y de género”; lo que hizo Friedland fue utilizar la palabra negro, esto es: “niger”, en al menos dos ocasiones.

En el memorándum que Hastings envió a todo su personal, y que filtró en los medios, el CEO ensaya: “dependiendo de dónde se haya nacido o dónde se haya crecido, el significado de la palabra negro varía; a tal grado de que se ha discutido de si hay algún contexto en donde la palabra sea aceptable. Su uso popular en los medios de entretenimiento aviva esa creencia, sin embargo, para las personas que no sean afrodescendientes, no hay ningún contexto en que la palabra sea aceptable y no esté cargada de violencia y resentimiento”.

“Para esconder ese insulto, se ha creado el eufemismo N-word, que a su manera neutraliza los efectos violentos de la palabra; cuando una persona viola esa norma crea ofensas, resentimiento y profunda frustración. Nuestra serie Dear White People versa sobre todo lo antes dicho”.

Explica que la decisión de remover a Freidland del cargo se dio después de que se hubo confirmado que el director de prensa había utilizado la palabra en dos ocasiones: la primera, durante una reunión de relaciones públicas, que tenía que ver precisamente con algunas palabras ofensivas, y que pueden, o no, usarse en la comedia; y otra durante una reunión con miembros aformanericanos de recursos humanos de Netflix.

De acuerdo al memo, algunos se habrían quejado al respecto de la conducta de Friedland, y él no había rectificado sus palabras “lo que revela una falta de consciencia respecto a la responsabilidad de sus palabras”, dice Hastings, “por lo cual no puede permanecer en nuestro equipo”.

Después de algunas disculpas de Friedland vía twitter, el despido se hizo oficial; dos días después del incidente, Netflix responde con esta campaña, que a su vez se une con la iniciativa “Strong Black Lead”, que Netflix impulsó este año para comunicarse directamente con su audiencia afrodescendiente, la cual incluye campañas en redes como Facebook, Twitter, e Instagram.

Hace dos semanas, no obstante, los dos únicos altos ejecutivos afroamericanos en el equipo fueron despedidos: Tara Duncan, ejecutiva de Programación Original, y Layne Eskridge, ejecutivo de Desarrollo Televisivo, que mudó a Apple. Con estos despidos, todos los altos mandos de Netflix (c-level executives) son ahora caucásicos. En la barra de directores, sólo queda Susan Rice, y otras tres mujeres para un total de cuatro afrodescendientes contra un directorio de 11 directores varones blancos. La falta de diversidad étnica y cultural en la punta de la pirámide de Netflix ya ha sido tema de conversación para los accionistas de la compañía.