Nuevo talento mexicano: Lila Avilés debutará en el TIFF con La Camarista
Lila Avilés, una joven directora y actriz de teatro, ha rodado su primer largometraje basado en una de sus propias obras dramáticas, basada a su vez en el trabajo fotográfico de Sophie Calle; el resultado: La Camarista, un film que reflexiona sobre la estructura de las clases sociales en México, y retrata la dura vida de Eve, una camarista que trabaja en uno de los hoteles más prestigiosos de la Ciudad. El film debutará en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), y tendrá su estreno europeo en el Festival de San Sebastián.
La cinta será proyectada dentro de la sección Discovery, del TIFF, que da cabida a nuevos talentos; y en Europa, forma parte de la competición Kutxabank para Nuevos Directores, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en España.
Escrita y dirigida por Avilés, la película narra los esfuerzos de Eve en su trabajo como camarista de uno de los hoteles más caros y lujosos de la ciudad: el suyo es algo parecido a una prisión de cristal, en donde ricos de todas las nacionalidades lleguen a hospedarse.
Lila Avilés’s THE CHAMBERMAID (LA CAMARISTA) explores the routine and ambitions of a young chambermaid at a high-end Mexican hotel. #TIFF18 https://t.co/cfJaheyFu9 pic.twitter.com/tJvyVf9Kbb
— TIFF (@TIFF_NET) August 21, 2018
La monotonía del trabajo, y las largas jornadas, llevan a Eve a refugiarse en un acto de voyerismo: imagina las vidas y las personalidades de los huéspedes de las habitaciones que limpia, a partir de sus objetos olvidados, las formas en cómo están dispuestos los despojos, y la ausencia que dejan detrás.
Debido al trabajo, Eve no puede cuidar de su propia hija, y cuando le ofrecen un ascenso para que limpie además las habitaciones ejecutivas, ella cree que logrará algo importante; el horario del trabajo, no obstante, es más extenuante y pasará más tiempo que nunca atrapada en una torre de cristal.
Sólo una incipiente amistad con una de sus compañeras, y el coqueteo que mantiene con uno de los limpiadores de ventanas que trabajan en el hotel, la ayudarán a mantenerse fuerte. Además de todo, ella se inscribe en un programa de educación para adultos que el hotel ofrece.
Cuando las cosas no salen como ella las esperaba, este conjunto de situaciones le dará la fortaleza necesaria para salvar los obstáculos, y romperá reglas, estereotipos y demandas de la clase alta, descubriéndose a ella misma en el proceso.
Como hemos dicho, la película está basada en la obra de teatro homónima de Avilés, que a su vez basó en el trabajo fotográfico de Sophie Calle, que compiló en la serie El Hotel, de 1989. “el libro de Calle me impresionó muchísimo. Ella trabajaba como camarista en un hotel de Venecia, y le gustaba espiar a los huéspedes a partir de los objetos que dejaban en la habitación”, dice Lila Avilés.
“Ella tomaba las fotografías de todos esos objetos olvidados y las habitaciones vacías y era como un retrato de sus pasiones, de sus personalidades y de su conducta; ese conjunto de fotografías me impresionó mucho, era como un acto de voyerismo en el que uno se imaginaba las vidas de quienes partieron de tal o cual habitación”.
“Al inicio no tenía un antecedente de las camaristas en México, pero cuando empezamos a ensayar para la obra en el Hotel Presidente, uno de los más lujosos de la Ciudad de México, conviví mucho con ellas y entendí el corazón de su trabajo. Eso me ayudó a describir mi punto particular de vista sobre todo ello, y supe entonces que debía filmar mi película sin importar qué. El guion lo desarrollé junto con Juan Márquez, mi co guionista por más de dos años”.
Explica finalmente que el proceso de crear este film fue largo y bello a la vez, y para hacer converger realidad y ficción, algunos personajes de la película tienen su nombre y cargo reales. “Para mí siempre fue muy importante darle libertad creativa al proyecto, y filmar con personas reales en una situación real”.
El resultado es una reflexión sobre la clase trabajadora en México, y los obstáculos no solo económicos, sino culturales, que tiene que salvar para el sustento y desarrollo de sus vidas. Avilés afirma, en este sentido, que hay dos grandes personajes en la película: uno, Eve; y el segundo: el hotel. Ambos personajes, durante el curso del film, se transforman, y arrojan una nueva luz sobre la vida en México.
Lila Avilés estudió actuación y dirección de escena al lado de personalidades del teatro en México como Martín Acosta, Sandra Félix y Juliana Faesler; también escritura de guión con Beatriz Novaro y Paula Marcovich. Ha dirigido piezas de Mozart y Handel. La camarista, su primer largometraje, ganó el Fondo de Cine Gabriel Figueroa del Festival de Cine de Los Cabos. Actualmente se encuentra escribiendo su segundo film.