«Kung Fury», la máxima pelea entre nazis, ninjas y dinosaurios
Una de las características más importantes de la fantasía y la ciencia ficción, es que éstas no sólo son capaces de mostrarnos increíbles inventos y tramas sumamente emocionantes, sino que también tienen la habilidad de transportarnos a otras épocas –pasadas o futuras- y hasta pueden traer a la vida a personajes históricos y mitológicos. Sin embargo, hay veces en que estos géneros deciden volverse tan locos, que son capaces de engendrar algunas de las obras más disparatadas, divertidas y sumamente absurdas, tal y como lo demuestra Kung Fury (2015), del director David Sandberg.
Kung Fury (David Sandberg) es un detective de Nueva York quien, tras enterarse que es “el elegido” por una antigua profecía, decide usar sus asombrosos poderes y habilidades ninja para combatir el crimen. Sin embargo, cuando por alguna razón Hitler asesina a todo el departamento de policías en el presente, Fury deberá viajar al pasado para derrotar al nazi y así evitar la masacre.
David Sandberg nos trae un irreverente, divertido y sumamente emocionante cortometraje en el que nos envuelve en una trama llena de artes marciales, robots, nazis, viajes en el tiempo y, por supuesto, dioses mitológicos y dinosaurios parlantes (¡¿Qué más se puede pedir?!).
Y aunque esto parecería una fórmula perfecta para el caos, por fortuna Kung Fury (como llamaremos al corto) encuentra en Fury (como llamaremos al personaje) al perfecto protagonista para adentrarnos en una excelente comedia de fantasía y ciencia ficción. Más increíble es que todo esto lo consigue en apenas 30 minutos y no sólo eso, sino que logra captar la atención del espectador desde un inicio.
El cortometraje logra esto por dos razones: la primera de ellas es porque ya en sus primeras secuencias nos muestra una brutal pelea entre Fury y un poderoso robot, cuyo enfrentamiento nos deja en claro las asombrosas habilidades de este policía; y en segundo, porque casi al mismo tiempo conocemos cómo es que este detective/ninja/maestro del kung-fu consiguió sus poderes.
Además, el corto no invierte demasiado tiempo en presentarnos la verdadera trama, que no es otra más que el enviar a Fury en una misión al pasado para asesinar a Hitler. Es a partir de aquí que Kung Fury explota todo su potencial, pues para que el héroe venza al villano, el primero deberá hacer equipo con una serie de personajes que van desde talentosos hackers hasta el mismísimo dios nórdico Thor (quizá el mejor y más imponente Thor que el cine haya visto).
Es todo esto último lo que hace a este corto tan grandioso, pues a pesar de que los elementos, personajes y la historia que cuenta a simple vista se tomarían como algo absurdo, por fortuna la manera en que se desarrollan todos los hechos no sólo dan pie a una trama excitante y disparatada, sino también nostálgica.
Excitante y disparatada…porque Kung Fury cuenta con todos los elementos característicos del sci-fi y la fantasía, ya que no sólo hace uso de un sinfín de pantallas verdes (mediante un bajo presupuesto) y sofisticados artilugios para viajar en el tiempo y traer a la vida a robots, dioses y dinosaurios, sino porque consigue que todos ellos se enreden en diversas secuencias de acción totalmente irreverentes, divertidas y llenas de acción.
Nostálgica…porque Kung Fury es un viaje a la década de los 80 en plenos años dos miles, pues este cortometraje no sólo tiene la textura visual de filmes de aquella época –incluso se percibe como si se estuviera mirando un VHS mal grabado-, sino que también se vale de las tramas y los clichés de programas detectivescos y de artes marciales de aquel entonces para contarnos una historia fresca y actual.
Así, en esta obra escucharemos frases tan trilladas y forzadas que simplemente es imposible resistirse a ellas; a la par de que miraremos situaciones tan comunes como el detective que sólo se encuentra a gusto trabajando como un “lobo solitario” hasta la típica figura del héroe al más puro estilo de Macgyver.
Ahora, si a todo lo anterior sumamos que todo Kung Fury ocurre en una atmosfera que evoca a un videojuego arcade durante todos sus 30 minutos de duración, tampoco es de extrañar que sus secuencias de peleas remitan a juegos como “Double Dragon”. Además, si añadimos la aportación de David Hasselhoff con su voz para el soundtrack y un breve homenaje a El auto increíble, estamos hablando de que hay muy pocas razonas para no adorar este esfuerzo del director Sandberg.
En resumen, Kung Fury es un cortometraje cuya fortaleza radica en el absurdo y la sencillez, pues mediante una trama disparatada y un bajo presupuesto, es capaz de presentar secuencias inundadas de ciencia ficción y acción tan bien logradas y divertidas, que sería simplemente un crimen no darse la oportunidad de mirar esta obra.
¿Cómo surgió Kung Fury?
En el 2012, David Sandberg abandonó las producciones de comerciales y videoclips para enfocarse de lleno en crear su propia película, y aunque en un inicio sólo contaba con apenas 5 mil dólares de presupuesto, dicha cantidad le bastó para crear un tráiler que llamará la atención del público, pues en tan sólo unos minutos logró conquistar los corazones de los más asiduos a la ciencia ficción, las cintas policíacas y las artes marciales.
No obstante, Sandberg tuvo que recurrir a la plataforma Kickstarter para recaudar los fondos suficientes con ayuda de los fanáticos, consiguiendo así la cantidad de 630 mil dólares, dinero suficiente para crear Kung Fury, uno de los mejores cortometrajes de la década en cuanto a la comedia, la acción y el sci-fi se refiere.
Hoy en día este cortometraje se ha convertido en uno de los más queridos y celebrados por los fans del cine de serie B.