Free solo: cinematografía de altura
¿Te han amenazado con la expresión “estás en la cuerda floja”? bueno… al menos hay una cuerda
Alex Honnold es una importante y destacada figura del deporte extremo, famoso por practicar free soloing. Este tipo de escalada consiste en subir peñas, montañas o paredes naturales de gran altura, sin la ayuda de cuerdas ni arneses. Free Solo, es un documental que cubre uno de los proyectos más ambiciosos de Honnold. Y cuando decimos “ambiciosos”, también nos referimos a potencialmente mortales.
No importaría cuantas reseñas leas acerca de este documental, la experiencia de simplemente verlo es algo que probablemente aguantes ver sólo una vez. Jimmy Chin, (fotógrafo y escalador profesional) y su esposa Elizabeth Chai Vasarhelyi, se dieron a la tarea de retratar cinematográficamente la carrera de Alex Honnold por alcanzar uno de sus más grandes sueños: escalar sin equipo alguno la formación rocosa de 2 Km de altura llamada El Capitán, ubicada en California.
Jimmy Chin ha participado como asistente, camarógrafo y creativo en numerosos documentales de National Geographic. Uno de sus aciertos más exitosos en el mundo del cine documental fue con su producción Meru, un documental del 2015 que hace una crónica de la primer vez que la ruta apodada Shark’s Fin fue escalada después de haberse trazado durante meses atrás. Esta peligrosa ruta se encuentra en el monte Meru, ubicado en los Himalayas de la India. Meru, fue dirigida junto con su esposa Elizabeth Chai y la producción les acreditó el Premio de la Audiencia en el festival Sundance en su edición del 2015.
El dueto compuesto por Jimmy Chin (el escalador apasionado y cazador de imágenes) y su esposa, la aclamada documentalista Elizabeth Chai, es probablemente de los únicos equipos en el mundo que pueden unir de forma concreta y profunda los asuntos de escalar y la cinematografía. Free Solo los hizo acreedores del máximo premio de la academia, en la categoría de Mejor Documental en la pasada entrega de los premios Oscar 2019.
Free Solo acude a documentar un poco de la vida, visión y preparación del atleta Alex Honnold. Lo único que no logra captar del todo el audio de esta película, son las razones de Honnold para exponer su vida a que se termine en segundos durante cada segundo que sus sesiones de escalada libre duran.
Sin embargo Jimmy Chin (amigo de Honnold, director y fotógrafo del documental), quien vive la misma filosofía del protagonista, nos intenta responder al por que de estos actos casi suicidas, retratando con sus cámaras de manera magnífica, el contraste entre la mortífera altura, la concentración y la belleza de vivirlo al mismo tiempo que se está a punto de morir constantemente.
Nada de “¡Chin!”. Ningún error es permitido
Jimmy Chin demuestra ser un extraordinario y excepcional cineasta. No existe un término para un realizador cinematográfico que fusione su maestría en sobrevivir en las alturas y su criterio de fotógrafo para retratar de manera cinemática la actividad deportiva más difícil y peligrosa del mundo. Mientras Honnold hacía el reconocimiento de la ruta en las paredes de El Capitán, Jimmy Chin también colgaba de lado suyo a varios cientos de metros de altura, buscando dónde colocar las cámaras de manera que documentaran el ascenso de Honnold interfiriendo lo menos posible.
Las corrientes de aire a un kilómetro de altura, imposibilitaban el uso de drones para acercarse a Honnold durante su ascenso. Un drone sería incluso potencialmente mortal para el escalador ya que no puede distraerse con ruido y mucho menos con personal de un equipo de cineastas tratando de hacer un documental.
Chin, encontró los mejores puestos para apostar cámaras Canon 5D incrustandolas con tripies en la roca. Estas cámaras digitales disparan en formato cinematográfico de 35mm y su pequeño tamaño (en comparación a otras cámaras de cine) resultaron ser la mejor opción. El ascenso de Honnold fue seguido desde tierra, a más 1500 M de distancia con un poderoso lente canon 50-5000, el cual permite ver al escalador subiendo como si estuviéramos a escasos metros de él.
Los escaladores libres, primeramente estudian el camino que recorrerán de la manera convencional. Utilizando todo el equipo necesario para escalar, recorren las verticales rutas practicando cada movimiento y técnica que les parezca más pertinente realizar. Comúnmente en los ensayos resbalan y quedan pendiendo de las sogas en el vacío, posterior a esto se reintegran a la pared y vuelven a intentar el movimiento fallido.
*En estos ensayos los escaladores se aseguran de cubrir todo el recorrido que harán sin falta y de tener cada movimiento perfeccionado.
Las etapas de práctica pueden durar varias semanas con el fin de recordar cada grieta que les soporte para aferrarse a la formación rocosa, ya que una vez que se decide incursionar a hacer la ruta sin cuerdas o equipo alguno, no puede haber ni un sólo error en absoluto.
La escalada libre no es ajena en la presencia de El Capitán, pero es Alex Honnold quien en este documental, concretó un record de velocidad de ascenso. Durante al menos 40 años, algunos se han atrevido a escalar a El Capitán sin arneses ni cuerdas, tomándoles varios días en completar los 2 Km de rutas verticales de granito. Alex Honnold corona la calidad del contenido del documental estableciendo un récord de ascenso de tan sólo 4 horas.
Pero ¿por qué?
Honnold usualmente se ve inmiscuido en discusiones con su pareja sentimental debido a que ella vive en constante miedo de perderlo. Pero el atleta directamente le argumenta que si él muere, ella simplemente tendría buscar a alguien más. Así de sencillo.
Las metas de su pareja son bastante sencillas de entender: tener una casa, familia e hijos. Por su parte, Honnold menciona en el documental que una vez que se tiene todo de forma cómoda, todo deja de suceder. Incluso en un análisis cerebral que se realiza le informan que todo en el es normal, excepto que su capacidad de asombrarse es increíblemente baja, explicando el porqué no tiene problemas en aceptar la muerte de manera tan despreocupada.
Pero el documental, también está hecho desde un punto de vista de alguien quien ama la misma actividad y que está consciente del potencial peligro que representa. Y aún así lo que el autor muestra en pantalla son colores vibrantes de la naturaleza: el verde de los bosques que rodean a El Capitán y cielos de profundo azul que son más visibles una vez que Honnold se acerca a la cima. O sea, el documental está lleno de vida.
En ocasiones parecerá una película de terror. No será raro que los espectadores sientan vértigo con lo documentado, puesto que nada de lo presentado ahí es ficción. Pero contrario al común rechazo que causa ver a alguien a 2 Km de altura escalando sin cuerdas, este metraje claramente refleja que estos atrevidos no suben para buscar morir, suben para estar vivos.