“Historias de miedo para contar en la oscuridad”, un oscuro terror infantil

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Historias de miedo para contar en la oscuridad (Scary Stories to Tell in the Dark, 2019) fácilmente fue una de las películas más esperadas de este año, pues no sólo los relatos cortos y tenebrosos en los que está basada –escritos por Alvin Schwartz- la hacían por demás llamativa, sino que también el hecho de estar dirigida por André Øvredal y producida por Guillermo del Toro le otorgaban una idealización que casi rozaba la perfección.

Stella, Auggie, Ramón y Chuck son cuatro adolescentes quienes una noche deciden aventurarse en una supuesta mansión embrujada, donde encuentran y leen las historias de miedo escritas por una trastornada y enferma mujer encerrada allí años antes. Y aunque todo parece ser sólo una aventura infantil, los problemas vendrán cuando los relatos comiencen a cobrar vida propia.

Scary- tories to Tell in the Dark: Fuente: Twitter

Aunque la película es bastante funcional y trata muy bien los elementos terroríficos que utiliza tanto a nivel narrativo como visual, también cuenta con ciertos detalles y tropiezos que en sus momentos finales la vuelven un tanto insatisfactoria.

No obstante los puntos a favor de esta cinta son más que los negativos si se comprende desde un inicio que, al igual que los relatos en los que se basa, se trata de una película de terror juvenil que sólo busca el entretenimiento a base de fantasmas, monstruos, sustos de sobresalto e historias que no necesitan de tanta profundidad, por lo que no intenta crear sustos de muerte, sino únicamente sustos ligeros.

Es por ello que cada uno de sus relatos –a saber: El dedo gordo del pie; El punto rojo; Harold; Sueño; Atrápame si puedes, caminante y La casa embrujada– contienen la dosis necesaria para mantener la atención en la historia gracias a una trama sencilla y efectos especiales meramente entretenidos con una leve dosis de suspenso y terror.

Scary- tories to Tell in the Dark: Fuente: Twitter

En cuanto al terror, éste se consigue bastante bien en algunos relatos pero en otros no tanto, lo que provoca que el ritmo de la trama sea un tanto atropellado gracias a que la intriga y el suspenso se mantienen en un constante “sube y baja” entre una historia y otra, lo que da como resultado que el impacto creado por algunas de ellas se pierda con otras más débiles.

De igual forma esta es una estructura que se mantiene en general tanto en cada uno de los «cuentos» como en la trama en general que los une a todos, pues se comienza enganchando muy bien al espectador mediante gratos momentos de suspenso y terror, pero se pierde fuerza conforme se acerca a los finales individuales como al de la película en sí.

Es por esto que el filme funciona mejor si se mira como un terror adolescente que no busca impactar ni incomodar, sino únicamente entretener y causar temor momentáneo, ya que sus relatos y las criaturas sobrenaturales pueden asustar a niños y jóvenes, pero en el fondo no impactarán de esa manera a adultos o a aquellos fanáticos acostumbrados a cosas más…explícitas.

Scary- tories to Tell in the Dark: Fuente: Youtube

Ahora, en lo respectivo a los espectros, todos ellos son llamativos y muy apegados a sus diseños en las novelas, ya que personajes como el espantapájaros Harold y la Dama pálida logran transmitir cierto miedo a través de su aspecto amorfo y macabro, generado mediante un buen maquillaje a base de prostéticos con cierta cantidad de CGI.

Sin embargo, este mismo CGI es el que provoca que en otros casos los monstruos no sean tan aterradores al verse bastante computarizados. Asimismo, el final de la cinta puede sentirse un tanto más inclinado por la fantasía que por el terror, clara influencia de Guillermo del Toro y que es prácticamente lo que sucedió con Mamá (2013), en cuyo desenlace se percibe más la esencia del mexicano que del argentino Andy Muschietti.

Scary- tories to Tell in the Dark: Fuente: Pop Sugar

En resumen, Historias de miedo para contar en la oscuridad es una película de terror adolescente que no se preocupa por entrar en los terrenos de lo extremadamente aterrador, lo cual no es precisamente malo si se toma en cuenta que su objetivo nunca fue ese, sino que su misión siempre fue ser una adaptación de libros de terror para niños, lo cual cumple muy bien pero sin dejar de ser lo necesariamente macabra en el aspecto visual.