Fallen Leaves: Almas Solitarias en Helsinki

- Por

¿Alguna vez te has sentido solo y sin esperanza? Kaurismaki nos enseña que siempre hay un roto para un descosido, en su nueva cinta Fallen Leaves.

Nos presentan a dos personajes, Ansa, una mujer que acaba de ser despedida de su trabajo por llevarse comida vencida, y Holappa, un hombre que trabaja en una fábrica pero que debe lidiar con su depresión y su alcoholismo. El destino se encargará de unir a estas almas solitarias.

«Fallen Leaves» es una sinfonía de silencios, miradas y las pequeñas cosas que componen la vida cotidiana. En esta ocasión, Aki Kaurismäki nos sumerge en las calles nocturnas de Helsinki, donde dos almas solitarias, en medio de la confusión del mundo contemporáneo, buscan el calor del primer amor.

La construcción narrativa de la película es notable, con una duración de 83 minutos, va en contra de la corriente contemporánea de historias prolongadas y complejas, y nos devuelve al cine esencial, al arte de contar historias con lo mínimo, pero tocando profundamente. Es un rechazo tácito a la grandilocuencia que suele prevalecer en festivales como Cannes, ofreciendo en su lugar un relato humano, honesto y sencillo.

Aki Kaurismaki y el placer de contar historias

Aki sigue siendo fiel a su estilo único, creando un mundo donde la humanidad de sus personajes brilla en medio de la melancolía. Creando comedia en momentos dramáticos, donde no aflora motivos para reír, humor negro muy fino y cinico a la vez. 

Ansa y Holappa, interpretados por Alma Poysti y Jussi Vatanen respectivamente, son el núcleo emocional de la película. Sus interacciones, marcadas por la timidez, la torpeza y la esperanza, son un reflejo de las batallas diarias que enfrentamos todos para encontrar conexión y significado.

Las referencias cinéfilas, incluyendo un guiño a Jim Jarmusch, son un placer para el aficionado y revelan el profundo amor de Kaurismäki por el cine. Sin embargo, estas referencias no eclipsan el corazón de la historia, sino que la enriquecen, brindando capas adicionales de interpretación y disfrute.

A pesar de su ambientación atemporal, Kaurismäki no evita hacer comentarios sutiles sobre la actualidad mundial, como la invasión rusa a Ucrania. Esta elección le da a «Fallen Leaves» una relevancia contemporánea, recordándonos que, sin importar los tiempos que vivamos, el deseo humano de conexión y amor sigue siendo una constante.