“La noche del virgen”, un escatológico y sangriento año nuevo
Los rituales de año nuevo son vastos y curiosos, como lo es el sacar a la calle las maletas justo a medianoche con la esperanza de viajar más o el usar ropa interior de cierto color para encontrar el dinero o el amor. De igual manera, existen culturas donde la virginidad es motivo de culto y deben seguir ciertas normas al perderla, pero pocas costumbres involucran a alguien virgen y a mucho excremento.
Nico (Javier Bódalo) es un joven poco agraciado, desesperado y virgen, por lo que en la víspera de año nuevo decide asistir a una fiesta con el objetivo de tener sexo por primera vez. En su camino se cruza con Medea (Miriam Martin), una mujer madura que lo introducirá en el bello mundo del placer carnal pero, también, en una orgía de sangre, dolor y suciedad.
Con La noche del virgen, el director Roberto San Sebastián entrega una película irreverente de bajo presupuesto, exagerada y hasta ofensiva para los más sensibles e impresionables, pues contiene escenas que van de lo brutal a lo asqueroso. Sin embargo, esto no es un impedimento para que también sea en extremo graciosa y entretenida gracias al humor negro.
Cabe destacar que la historia que vemos aquí solo podría ser concebida en el cine de terror por las exageraciones que el género permite, pues tanto su premisa como su sadismo simplemente serían imposibles en la vida real.
La película mezcla un tema cotidiano, como el sexo, con la importancia de los rituales culturales; todo esto representado en la figura de Nico y Medea. El primero es un hombre a quien solo le interesa dejar de ser virgen para conocer el placer carnal, mientras que la segunda es una mujer que profesa una religión desconocida y para quien el coito es un medio para un fin más profundo e importante.
Y claro, aunque con motivos diferentes, pero igual de desesperados por saciar sus deseos, ambos personajes terminarán por encontrarse y tener así una noche de fiesta y coqueteo que comenzará como cualquier otra. Por desgracia para ambos, conforme la madrugada avance, adquirirá tintes cada vez más turbios y retorcidos.
Antes de que esto pase, ambos experimentarán una serie de situaciones graciosas, pero incómodas, pues lentamente se percatarán que ni uno ni otro son lo que esperaban para perder su virginidad. Lamentablemente para ellos, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, así que sin importar el asco que se den, deberán cumplir su meta.
A partir de este punto, La noche del virgen deja de ser chusca para volverse grotesca, pues además de que la historia revela gradualmente secretos inimaginables y oscuros, al mismo tiempo presenta secuencias que rápidamente pasan de simples peleas físicas entre los personajes a torturas y flagelaciones corporales, algunas de las cuales no están hechas para todo tipo de público.
Asimismo, el filme contiene una escena específica que involucra una gran cantidad de excremento y sangre que, sumado a ciertos encuadres y close ups a algunos orificios corporales, se coloca como la cereza del pastel en esta obra que, como dijimos desde un inicio, es tanto irreverente como divertida.
Todo lo anterior provoca que el final de la cinta esté repleto de sinsentidos y, aunque cueste creerlo, carcajadas. Está claro que esta película es para aquellos quienes disfrutan de lo repulsivo. Por lo que La noche del virgen definitivamente es un must see para los amantes de lo bizarro.