«En las Rocas»: Sofia Coppola regresa a lo básico
Al principio de En Las Rocas (On the Rocks, 2020), lo nuevo de Sofia Coppola, Felix (Bill Murray) susurra: “Eres mía hasta que te cases. Y después también”. Más una amenaza que una declaración de amor paternal, la frase sirve como un verdadero recordatorio de lo que estamos por ver. Aunque presentada como una historia de una posible traición amorosa, la cinta eventualmente se revela a sí misma como un (des)encuentro entre padre e hija, cuya relación también ha quedado marcada por un engaño.
En este trabajo, Coppola entrega uno de sus relatos más personales hasta ahora, el cual, a pesar de algunos lapsos de letargo, captura efectivamente las frustraciones de sus personajes.
Después de que la pasión de su unión nupcial se transforma en el tedio normal de cualquier relación, Laura (Rashida Jones) se enfrenta a una ligera crisis de la mediana edad y a una insoportable incertidumbre relacionada con la lealtad de Dean, su marido. Mientras este (Marlon Wayans) rápidamente escala como profesional y emprendedor, Laura ve cada vez más lejos su sueño de ser escritora.
Todo empeora cuando sus sospechas sobre un amorío de Dean comienzan a hacerse cada vez más grandes. Sin más remedio, la mujer recurre a Felix, su millonario y mujeriego padre, para hablar sobre su sentir. En breve, ambos se embarcan en una poco convencional aventura para descubrir la verdad.
Después de un inicio de carrera respaldada por un Óscar y buenas críticas, Coppola se internó en un territorio poco atractivo durante la década pasada. En un Rincón del Corazón (Somewhere, 2010) y Adoro la Fama (The Bling Ring, 2013), ambas poco memorables, mostraban a una directora demasiado cómoda. Con El Seductor (The Beguiled, 2017), un cambio en el rumbo finalmente llegó a través de una nueva cinta de época, desplegada efectivamente a través de un atípico subgénero como lo es el gótico sureño.
Ahora, con En Las Rocas, la realizadora hace notar su madurez regresando a un formato más íntimo, casual y divertido buena parte del tiempo. Esto, por supuesto, es posible a Bill Murray, su musa por excelencia, pero también a la experiencia personal y profesional de Jones.
Coppola comienza su película recordándonos el punto al que, prácticamente, llega cualquier matrimonio: el de la rutina. Valiéndose del punto de vista de una madre acechada por las suposiciones y las sospechas, Coppola moldea a un personaje inspirado en algunas de sus vivencias. Si bien no estamos ante una autobiografía ni nada por el estilo, la directora plasma en la historia lo que significa tener un padre famoso, reconocido y ausente hasta cierto punto.
La concepción del personaje de Murray, un macho que gusta reclamar mujeres como de su propiedad, tiene su origen en un entorno familiar para una joven Coppola, quien, como muchas, creció con esta triste imagen masculina.
Jones, poseedora de sus propias experiencias con un padre rico y famoso, no proyecta una sensación de lástima, sino más bien de empatía. Sus ideas, para nada infundadas, refuerzan la inseguridad que de pronto se ha apoderado de su vida. ¿Quién no se sentiría menos al ver a su pareja triunfar a lado de atractivos y exitosos socios mientras uno(a) simplemente no puede avanzar?
Esta inquietud, al menos para Laura, adquiere una dimensión mayor cuando aparece su padre, quien intenta aconsejarla a pesar de no contar con la calidad moral para hacerlo.
En un inicio, esta decisión narrativa resulta extraña, pues ¿por qué una mujer visiblemente preocupada por su matrimonio habría de acudir con alguien que destruyó el suyo? Pero conforme avanza la trama, poco a poco entendemos el porqué. A la frase inicial de la película, una juvenil Laura responde: “Sí, papá”, con lo que se asume, inconscientemente, bajo el control de su padre, quien siempre ha estado acostumbrado a manejar a las mujeres a su antojo.
Esta relación emerge como el núcleo de En las Rocas gracias a la química entre Jones y Murray. Aunque este último hace gala de su habilidad cómica para acaparar los reflectores, la actriz aporta el contrapeso suficiente que le demanda su papel protagónico.
No pasa mucho tiempo para que veamos el patrón al que Coppola hace referencia. Recordando lo que Felix le hizo a su familia, Laura se muestra intranquila por volver a ser víctima, ahora directa, de una infidelidad.
El emparejamiento entre figuras opuestas arroja varias escenas tan graciosas como lastimosas, principalmente aquellas en las que Murray cuenta una variedad de historias y anécdotas que refuerzan el machismo que representa. Esta relación, por momentos tóxica, presente en varias de las películas de Coppola, es sutil y hasta chusca, pero no por eso dolorosa. En distintas escenas, Laura y Felix se conectan en busca de una catarsis y quizá de una reconciliación. Pero, como el final nos lo hace ver, el momento de superar el pasado y de liberarse como individuo ha llegado.
El minimalismo del que Coppola dispone para construir En las Rocas le trae buenos resultados. Apelando a Woody Allen con esas travesías constantes por las entrañas de Nueva York, la directora reconoce a la ciudad como un personaje secundario. Este, a su vez, engendra a otros quizá no tan emblemáticos, pero sí graciosos por sí mismos. Jenny Slate, por ejemplo, interpreta a otra madre muy parlanchina viviendo un nuevo despertar sexual, lo cual pone a Laura contra las cuerdas emocionalmente hablando.
Desgraciadamente, Coppola también menoscaba su esfuerzo con una extraña secuencia filmada en México. Aquí, la cinta se acerca a una de esas típicas e insufribles comedias de malentendidos. Aunque el viaje también sirve para acercar a padre e hija, su inclusión no convence del todo.
De igual forma, en algunas partes de la trama nos topamos con momentos de letargo, en los que los personajes simplemente charlan o repasan lo sucedido o lo que podría pasar. Los detractores de la cineasta siempre han clamado que, efectivamente, en sus filmes nunca pasada nada, y aquí, sin duda, podrán encontrar nuevos argumentos.
Si bien En las Rocas no está al nivel de otra cinta que explora la crisis de la mediana edad con un brillante estudio de personaje más cómico e ingenioso como lo es Rapera a los 40 (The Forty-Year-Old Version, 2020), lo más reciente de Coppola no decepciona. Las reflexiones sobre la casi utópica fidelidad masculina y la posibilidad de que un matrimonio se mantenga vibrante son más que pertinentes.
A final de cuentas, para Coppola, y casi para cualquiera, lo importante es estar bien con uno(a) mismo(a), por más agotador que pueda resultar.
En las Rocas está disponible en Apple TV+.