“En la hierba alta”, terror y claustrofobia dentro de un infierno verde
Actualmente gran parte del cine de terror se basa en sustos de sobresalto, sobreponiendo el miedo instantáneo a uno más elaborado, por ello no es raro que cuando una película de este tipo presenta elementos “nuevos” como tintes de ciencia ficción, cause gratas sorpresas en su trama. Ejemplo de esto es En la hierba alta (In the Tall Grass, 2019), basada en el escrito de Stephen King y Joe Hill, y dirigida por Vincenzo Natali.
Una pareja de hermanos se lanza en un viaje por carretera para alejarse de lo que parece ser un terrible secreto, aunque en el camino se cruzarán con un niño que ha quedado perdido entre la alta hierba de un campo. Para su desgracia deciden ayudarlo, una decisión que iniciará una terrible cadena de eventos donde se mezcla el terror con lo físicamente imposible.
Película entretenida y sencilla que hace uso de una arriesgada mezcla entre terror y ciencia ficción, pues mediante alguna que otra escena de miedo junto con situaciones que desafían toda lógica y razón, se le presenta al espectador una trama que aunque no es innovadora sí resulta interesante, pero que por desgracia no logra mantener la tensión y el suspenso hasta el final.
Precisamente por eso es que la parte más entretenida del filme ocurre durante la primera mitad de la película, pues no sólo entra de lleno al terreno de lo sobrenatural, sino que provoca diversos y muy bien logrados sentimientos de angustia y claustrofobia desde sus primeros minutos.
Lo mejor de esto es que todo ocurre en un escenario tan simple como lo es un gran sembradío en medio de un campo, donde mediante dosis pequeñas pero rápidas de desesperación los personajes van perdiendo la cordura y paciencia al verse atrapados en medio de un pastizal en el que nada de lo que allí ocurre tiene sentido, entrando en un inimaginable laberinto de hierba, confusión y locura.
Es por ello que la angustia es el recurso que genera el mayor terror en la película, ya que las altas hierbas del sembradío pasan de ser meros objetos para convertirse directamente en lo siniestro y extraño de la historia. Además, la introducción espontánea de más personajes (incluido Patrick Willson, quien se roba el protagónico) dota a la trama de un buen misterio al no saber los motivos por los que los protagonistas están atrapados en aquel infierno verde.
Asimismo, el momento en que se revela el secreto que se esconde entre la hierba sirve para pasar de lo terrorífico al sci-fi, por lo que es fácil que esta cinta recuerde a obras como La casa del fin de los tiempos (2013) o cualquier otra que contenga en su historia realidades alternas y viajes espacio-temporales. Incluso se podría decir que tiene toques lovecraftianos al más puro estilo del cuento “El color que cayó del espacio”, algo que agradecerán los fanáticos de este escritor.
Por desgracia, aunque con todos estos elementos se esperaría un final más explosivo y aterrador, la segunda mitad de la película decae bastante, sobre todo en el suspenso y la desesperación logrados en el inicio, pues pesar de que dichos recursos son lo que causa mayor miedo en la película, prácticamente quedan olvidados en los últimos minutos, o al menos bastante disminuidos.
Por esta razón En la hierba alta se siente como una película sombría y estresante durante el inicio, logrando un gran suspenso y un más que digno sentimiento de desesperación y claustrofobia, pero que desafortunadamente pierde fuerza al presentar un final que ciertamente pudo ser más impactante.