Wallace y Gromit, una retrospectiva
La animación en “stop motion” (cuadro por cuadro), es aquella netamente artesanal que parte de la base de dar vida a materia inerte al dotarla de movimiento con sutiles cambios de posición a cada disparo de la cámara. En este rubro existe la “claymation”, que bajo el mismo principio anima figuras hechas de plastilina sobre un esqueleto de alambre, como lo son los entrañables Wallace y Gromit.
El inicio
Nick Park comenzó a materializar al dúo cuando estudiaba en la National Film and Television School. En 1985 se unió a la prestigiosa firma de animación británica Aardman, fundada en 1972 por Peter Lord y David Sproxton, de la que desde entonces ha sido su máximo creativo.
Wallace es un excéntrico, muy optimista y poco convencional inventor. Su debilidad absoluta es el queso, especialmente el Wensleydale. Lo acompaña su perro Gromit, un apasionado de la literatura que gusta de tejer y escuchar música. Hábil y sensato, cocina, no ladra y suele sacar de problemas a su amo, es el perro ideal.
Aportación cinematográfica
En 1989, Wallace y Gromit hicieron su debut público con el cortometraje A grand day out, en el que van a la luna en busca de queso. Desde el primer momento se ganaron el corazón de los británico y luego el del mundo entero. Hay quien dice que con su buen nombre han logrado más por la imagen de su país al exterior que los propios diplomáticos.
Luego de su galardonada aventura en la luna, vinieron dos cortometrajes más: The wrong trousers (1993), en el que un malévolo pingüino abusa de la confianza de Wallace, y A close shave (1995), que va de resolver la misteriosa desaparición de ovejas en la campiña. Cabe mencionar que el segundo marcó el debut de Shaun el cordero. Ambos cortos recibieron los premios Oscar y BAFTA como mejores cortos animados, entre otros muchos reconocimientos internacionales.
Cada corto ha sido más complicado que el que le ha precedido al ir incluyendo más personajes en sus tramas. En un diminuto espacio/set de filmación, los animadores deben mover milimétricamente cada personaje para cada toma. Partiendo del principio de que en cine se filman 24 cuadros de película para completar un segundo de acción en pantalla, en “stop motion” una buena jornada de trabajo equivale a unos cuantos minutos de material filmado.
En 2005, en alianza con Dreamworks, Wallace y Gromit protagonizaron su primer largometraje: The Curse of the Were-Rabbit. Aquí todo se dificultó: se crearon decenas de personajes nuevos, un centenar de conejos y se triplicóla duración del filme. Con excelente factura y fino contenido, como todo trabajo de Nick Park, ambas empresas se anotaron otro Oscar.
Wallace y Gromit descansaron por tres años y en 2008 rodaron otro corto: A matter of loaf and death. Ahora han abierto una panadería, para luego verse obligados a resolver un asesinato. Aunque no tuvo el mismo recibimiento entre la crítica que los anteriores, es de tal belleza que no tiene desperdicio.
Otras contribuciones
Wallace y Gromit han participado en breves series de cortos producidos para la BBC, así como en videojuegos y publicidad. Han sido objeto de exposiciones en diversas partes del mundo e imagen para campañas de caridad. También cuentan con una atracción en un parque de diversiones. En 2013 se presentó el Gromit Unleashed, un grupo de ochenta esculturas intervenidas por artistas de varias especialidades y orígenes que fue visitado por 1.18 millones de personas y recaudó £2.3 millones para caridad. Próximamente se estrenará otro conjunto de esculturas en la calles de Bristol, sede de Aardman, en la que Wallace y Feathers McGraw (el pingüino criminal), también participarán.
Lo que sigue…
Puede ser que pase mucho tiempo antes de que sus fans volvamos a verles en pantalla. Sin embargo, siempre será una delicia revisar sus breves pero contundentes incursiones en cine y televisión. La buena noticia es que Nick Park y Aardman estrenarán película a comienzos de 2018, y como pasó en los tiempos de Chicken Run y Flushed Away, la nueva cinta nos ayudará a no echar tanto de menos a Wallace y Gromit, al menos mientras nos pasa el entusiasmo por Early Man .
La siguiente entrega de los maestros de Bristol es un “claymation” ubicado en plena transición prehistórica, justo donde la Edad de Piedra y la de Bronce se confrontan. Early Man cuenta con el talento vocal de Eddie Redmayne, Tom Hiddleston y Maisie Williams.