“Abducted in Plain Sight”, la manipulación de la niñez y la violación

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En este mundo hay pocos actos más atroces –si es que los hay- que aquellos relacionados con la destrucción de la infancia y la inocencia, pues ya sea desde un maltrato psicológico hasta algo más perverso como un abuso físico o sexual, a lo largo de la historia cientos de vidas han sido destrozadas de esta manera. Pero, ¿qué pasa cuando alguien es tan perverso como para manipular a los padres a ser partícipes de las violaciones de sus hijos? La directora Sky Borgman nos da un ejemplo de esto en su documental Abducted in Plain Sight, donde retrata los terribles hechos que una familia experimentó a cargo de su trastornado vecino.

Durante los años 70, Robert y Mary Ann Broberg eran un matrimonio feliz junto con sus hijas, Jan, Karen y Susan. Sin embargo, su vida se convirtió en un infierno cuando conocieron a Robert Berchtold, un manipulador hombre que logró introducirse de una enfermiza manera en sus vidas, al grado de secuestrar en un par de ocasiones a una de las niñas pero, más aún, de convencerla de ser un extraterrestre para poder abusar sexualmente de ella.

Abduction in Plain Sight. Fuente: Gruil
Abduction in Plain Sight. Fuente: Gruil

Sky Borgman nos presenta un documental tan crudo y sin sentido, que simplemente sería imposible creer en los hechos que aquí se nos cuentan de no ser porque son narrados por los protagonistas reales de la tragedia; aunque a decir verdad, las revelaciones que surgen durante la historia nos enseñarán que en el fondo estos personajes también fueron los causantes de su desdicha. Por ello Abducted in Plain Sight , el cual está disponible en Netflix, pondrá al espectador entre la espada y la pared, pues lo hará tener una serie de sentimientos encontrados entre víctimas y verdugo.

Es por esto que el documental, como decimos, resulta ser bastante crudo, pues es mediante las declaraciones de los padres que la historia se torna cada vez más y más perversa conforme avanza. Y aunque en los primeros minutos sólo vemos los problemas normales de una familia normal, los recuerdos de Robert y Mary Ann, al igual que el de las hijas –ahora adultas- nos dejan en claro que en este trabajo hay de todo, menos normalidad.

Abduction in Plain Sight. Fuente: Netflix
Abduction in Plain Sight. Fuente: Netflix

Así, seremos testigos de cómo esta familia y Robert Berchtold consiguieron crear una amistad tan fuerte e íntima, que bastaban unas cuantas palabras de este último para que sus deseos fueran órdenes para los padres de Jan, Karen y Susan, sin importar que tan extrañas y retorcidas fueran sus peticiones. Sin embargo es la pequeña Jan –quien actualmente es una actriz de Hollywood- quien en verdad nos interesa, pues a su corta edad de 12 años de edad se convirtió en el centro de la lujuria, el deseo y el “enamoramiento” de un sujeto de 40 años.

Y si esto último no es capaz de escandalizar tanto a las mentes más sensibles como a las más curtidas en temas controversiales, bastará con saber que lo peor de todo el asunto no es esto, sino el conocer cómo es que Berchtold –llamado “B” de cariño por la familia- consiguió su objetivo. Esto es porque no estamos hablando de un hombre violento en cuanto al ámbito físico, sino más bien de un genio perverso capaz de usar su diabólico intelecto para conseguir sus metas.

Abduction in Plain Sight. Fuente: Culto la tercera
Abduction in Plain Sight. Fuente: Culto la tercera

Es por esto que antes de que la directora nos introduzca en el tema principal que es la violación sexual, primero nos mostrará cómo es que “B” pudo enredar a los padres para que de cierta forma facilitaran el abuso sexual de Jan. Así, Berchtold nos es revelado como un monstruo capaz no sólo de fingir sentimientos como la amistad y el amor, sino también de un sujeto con la habilidad de relacionarse sexualmente con ambos padres con tal de llegar a una de sus hijas.

Es por cosas como esta última que el documental se vuelve un total sin sentido; aunque no nos referimos a la calidad del mismo, sino a los eventos que se nos cuentan aquí, pues simple y sencillamente para algunos resultará totalmente absurda la ingenuidad de los padres, quienes permitieron que “B” adoptará comportamientos ciertamente sospechosos con la pequeña Jan a pesar de que ellos mismos no se sentían cómodos con ello y sabían que no era normal una relación así entre un adulto y un niño.

Abduction in Plain Sight. Fuente: Techthisoutamerica
Abduction in Plain Sight. Fuente: Techthisoutamerica

Ahora, hablando de esto último y si bien queda en claro desde un inicio que el abuso sexual de Jan es el tema central, lo increíble del caso es que este terrible hecho se muestra tanto más perverso por cuanto más infantil se maquinó todo, ya que “B” no sólo ideó un enorme plan para que los padres de la niña facilitaran todo, sino también porque la malignidad de este hombre fue tanta que logró que la misma Jan fuera quien, prácticamente, le pidiera tener sexo con ella.

Claro está que cuando el espectador conoce cuál fue la manera en que Berchtold convenció a Jan de permitirle acceder a las partes más privadas de su cuerpo –pareciendo una historia sacada de la más disparatada película de ciencia ficción-, esto último podría parecerle otro sin sentido en la historia, sin embargo, no podemos olvidar que estamos hablando del sometimiento de la inocencia de una niña ante la perversidad y la malignidad de un terrible monstruo que no es alienígena ni diabólico, sino algo peor: humano.

Abduction in Plain Sight. Fuente: PopBuzz
Abduction in Plain Sight. Fuente: PopBuzz

Y aunque quizá las recreaciones filmadas en cámara Super 8 de algunos hechos en este documental no son propiamente creíbles ni tampoco magníficas fílmicamente hablando; al igual que tal vez ciertos ademanes y gesticulaciones de las victimas parecen ser un tanto exagerados –e incluso fingidos por momentos- no debemos olvidarnos que, a pesar de esto, todo lo relatado durante una hora y media es sólo el resumen de años y años de dolor y culpabilidad de una familia real.