Blossoms, la nueva película de Wong Kar Wai

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El icónico cineasta de Shanghái ha prometido continuar In the mood for love (2000) y 2046 (2004), y qué mejor escenario que recibiendo un reconocimiento de la Asociación de guionistas de Hong Kong, la cual le dio un Premio honorífico hace unos días.

En un tono prácticamente de promesa (se le conoce por anunciar proyectos que nunca se concretan) dijo a los asistentes: “Blossoms será la tercera parte de In the mood for love y 2046. Todavía no hay actores, pero necesito que hablen el dialecto de Shanghai. Esa es mi ciudad y el momento que cuenta el libro es justo cuando yo no estuve, ya que me fui a Hong Kong cuando tenía 19 años, en 1963″. 

El director también dijo que lleva bastante tiempo trabajando en el proyecto y ha dedicado unos cuatro años a pulir el guion, adaptado de la novela homónima publicada en 2013, del escritor Jin Yucheng, a quien Kar Wai admira y homenajea su trabajo.

El texto cuenta la historia de tres personajes de Shanghái, desde finales de la revolución cultural china en los sesentas y hasta los años 90. Otra promesa de Kar-Wai es que será su película más personal, por lo menos hasta no realizar otra.

Tiene previsto comenzar el rodaje de Blossoms a principios de 2020, luego de seis largos años de no ver nada de él en las salas de cine. Su última película fue The Grandmaster.

Genio y figura

El 17 de julio del año pasado, el cineasta cumplió 60 años de edad, y la revista Vogue aprovechó para dedicarle un merecido homenaje, ya que una de las virtudes de Kar Wai es lo visual, sobre todo, el vestuario y la fotografía.

Parafraseando a la revista sobre moda: “En In the Mood for Love, Wong mezcla una paleta de colores como el rosa eléctrico, el lila y el rojo carmesí, y los convierte en una experiencia sensorial que deja sin aliento. Es un filme en el que la ropa tiene el poder de un talismán y es, incluso, crucial para la trama –una pareja adúltera se enfrasca en una discusión desencadenada por una corbata y una bolsa que se entregan distraídamente como regalo por segunda ocasión”.  Es decir, el estilo único del cineasta trasciende el mundo del cine y llega a otros sectores más allá de las Bellas Artes.

Además, lo califican de enigmático, pero no sólo Vogue, varios coinciden: casi nunca otorga entrevistas, usa gafas oscuras fabricadas a la medida de día y de noche, en el exterior y en espacios cerrados. Su obsesión con el perfeccionismo lo vuelven (a veces) insufrible, de acuerdo con testimonios de personas que han trabajado con él. Es meticuloso hasta la médula y eso lo ha llevado a ser una de las figuras más importantes del cine durante los noventas y este siglo.

Desgraciadamente, como se mencionó, también es conocido por no concretar proyectos, pero el cierre de lo que pronto será una trilogía parece ser tan real como su legado en el cine.