Las 5 mejores películas de Edgar Wright

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Entre ese grupo de directores con los que uno suele iniciarse al adentrarse más a fondo en el cine, Edgar Wright es una presencia constante. Su estilo, fuertemente marcado por el dinamismo visual y narrativo, con influencias de cineastas como Quentin Tarantino y Sam Raimi, ha conquistado a un público amplio que, lo conozca a fondo o no, disfruta de su obra. Al igual que Tarantino (aunque desde una perspectiva más moderna), la cinefilia, la música y la cultura pop son los motores principales de su filmografía.

Apasionado del cine de género, la mayoría de sus películas se caracteriza por tener protagonistas que no encajan en el arquetipo tradicional del “héroe”. Las peculiares situaciones en las que estos personajes se ven envueltos —muchas veces de forma involuntaria— no solo destacan por la audacia en el manejo de cámara, sino que también ofrecen momentos cargados de humor. Es esta suma de elementos, a la que se van añadiendo nuevas capas en cada obra, lo que hace de este cineasta inglés uno de mis favoritos surgidos en los últimos veinte años.

Ranking de su filmografía:

5. Una noche en el fin del mundo (The World’s End, 2013)

Gary King, un hombre estancado en su juventud, reúne a sus antiguos amigos para recorrer distintos bares con el objetivo de llegar al mítico “The World’s End”. Lo que parece un reencuentro nostálgico termina convirtiéndose en una lucha por la salvación de la humanidad. La última entrega de su famosa “trilogía del Cornetto” rinde homenaje a los clásicos de la ciencia ficción. Aunque no es un fracaso, me parece su trabajo menos inspirado y el menos recordado.

4. Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños (Scott Pilgrim vs. The World, 2010) 

Scott es el bajista de una banda amateur que se enamora de la misteriosa Ramona Flowers. Para poder estar con ella, deberá enfrentarse a sus malvados exnovios. Es la película más popular de su filmografía gracias al internet, y dentro de su estética de videojuego, ofrece un espectáculo visual tan creativo como entretenido. El carisma atípico de Michael Cera como Scott lo convierte en un personaje querible y fácil de empatizar.

3. Baby: el aprendiz del crimen (Baby Driver, 2017) 

Baby es un conductor experto que se dedica a ayudar a criminales a escapar tras sus atracos, pero cansado de esa vida, intenta dejarla atrás. Inspirado en Drive (2011) de Nicolas Winding Refn, Wright entrega aquí su película más trepidante, capaz de enganchar desde el primer minuto. El excelente soundtrack acompaña rítmicamente tanto las escenas de acción como las más románticas. Aunque algunos personajes están mejor desarrollados que otros, la película es muy disfrutable y permitió que un público más amplio descubriera su cine.

2. Hot Fuzz: Super policías (Hot Fuzz, 2007) 

Nick Angel, el policía más eficiente de Londres, es trasladado a un pequeño pueblo donde, aparentemente, nunca ocurre nada. Sin embargo, una serie de sucesos extraños lo llevan a descubrir una oscura verdad. Muy influenciada por el cine de acción de los años 80, esta es probablemente su obra más ingeniosa en el uso de la intertextualidad, convirtiendo clichés en momentos divertidísimos. Su tercer acto, en particular, es de lo mejor de toda la película.

1. Muertos de risa (Shaun Of The Dead, 2004)

Shaun es un vendedor de electrodomésticos cuya vida personal está en crisis: problemas con su madre, su novia y consigo mismo. Justo cuando decide cambiar las cosas, un apocalipsis zombi lo obliga, junto a su mejor amigo, a enfrentar una situación extrema. La mejor película de Edgar Wright, donde todo funciona a la perfección. Su ritmo de edición rompe con cualquier esquema y redefine las posibilidades del cine de género con humor, inteligencia y mucha personalidad.