Latinoamérica vibró en la Berlinale, pero ganó la rumana “Touch me not”
Películas de Paraguay, Brasil, México, Perú y Chile fueron premiadas en una ceremonia fuera de lo común. Una europea, sin embargo, fue la merecedora del ansiado Oso de Oro. Se trata de la polémica Touch me not, el debut de la rumana Adina Pintilie. La decisión no dejó contento a un sector de la prensa. Por ejemplo, en El País de España se aseguró que la 68ª edición de la Berlinale, “no será recordada por la alta calidad de la sección a competición”. La paraguaya Las Herederas y la mexicana Museo brillaron de plata.
Dirigida por el debutante Marcelo Martinessi, Las Herederas se llevó dos Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín: uno para su protagonista, Ana Brun, y el Premio Alfred Bauer, en memoria del fundador del festival. Esta hazaña fue catalogada por la prensa paraguaya como histórica. El film narra la historia de dos lesbianas, quienes tras décadas viviendo en pareja deben separarse por tiempo indefinido, mientras venden muebles y cubertería de la casa que heredaron. Las película también recibió el premio de la Federación Internacional de la Crítica para las producciones de la sección oficial en competencia, y un reconocimiento de los lectores en la gala de los Teddy, premio destinados a las películas con especial sensibilidad hacia la comunidad LGBT.
La otra latina celebrada, protagonizada por Gael García Bernal y dirigida por Alonso Ruizpalacios (Güeros), fue la mexicana Museo. El film obtuvo el Oso de Plata al mejor guion en el que además de Ruizpalacios participó Manuel Alcalá.
El estadounidense Wes Anderson fue reconocido en la categoría mejor dirección por su película animada Isla de perros, que ha obtenido excelentes críticas. Otros importantes premios que se quedaron en Europa fueron: Oso de Plata Gran Premio del Jurado, que obtuvo la polaca Mug de Malgorzata Szumowska; Oso de Plata al mejor actor para Anthony Bajon por su participación en La Prière (Francia) y el Premio al mejor documental que fue de The Waldheim Waltz de Ruth Beckermann (Austria).
La historia de un joven homosexual que gana dinero a través de Internet con sus actuaciones reflejada en Tinta bruta recibió el premio de la Confederación Internacional de Cine de Arte y Ensayo, y el máximo galardón de los Teddy. La película brasileña fue dirigida por Marcio Reolon y Filipe Matzembacher. Sus compatriotas Claudia Priscilla y Kiko Goifman también celebraron un Teddy a mejor documental por Bixa Travesty.
Otra producción premiada con participación carioca fue Zentralflughafen THF. El documental centrado en el centro de acogida de refugiados instalado en el antiguo aeropuerto berlinés de Tempelhof, recibió el premio Amnistía Internacional. Coproducida por Alemania y Francia, el film está dirigido por el brasileño Karim Aïnouz, quien en 2014 ya había sido competidor en el certamen. El documental de su compatriota, Luiz Bolognesi, Ex Shaman obtuvo mención especial en la Berlinale.
La argentina Teatro de guerra, de Lola Arias, fue doblemente reconocida en el festival. Por un lado, tras su participación en el Forum del Cine Joven, obtuvo el premio de la Confederación de Cines de Arte y Ensayo (Cicae), y además el Premio del Jurado Ecuménico, que celebra aquellas películas “que tocan una dimensión espiritual de la existencia”. El film busca retratar el conflicto de las Malvinas a través de una historia original.
Retablo, dirigida por Álvaro Delgado Aparicio, fue la película peruana premiada en el certamen. Recibió el Teddy L’Oreal a los nuevos talentos, así como una mención especial en los premios Generation14plus, destinados al público juvenil.
El cine chileno dijo presente en la premiación luego de que La casa lobo, dirigida por Cristóbal León y Joacuín Cociña, recibiera el galardón Caligari.
Con información de: El País, EFE