Bill and Ted 3 es una realidad: secuela confirmada en Cannes
La tarde de ayer en el marco de las actividades del Festival de Cannes, se confirmó que Keanu Reeves y Alex Winter regresarán a la pantalla grande para reinterpretar a sus icónicos personajes noventeros: Bill y Ted. La tercera entrega de esta saga llevará por nombre Bill and Ted Face the Music y llegará 27 años después de la última entrega, en 1991: Bill & Ted’s Bogus Journey.
La noticia ha causado bastante expectativa, toda vez que han sido los creadores originales, Chris Matheson y Ed Solomon los que han escrito el guion. El director de la nueva entrega será Dean Parisot, a quien recordamos por Red 2 o Fun With Dick and Jane.
El equipo de producción estará compuesto por Scott Kroopf, Alex Lebovici y Steve Ponce en conjunto con Hammerstone Studios; y será Steven Soderbergh el encargado de la producción ejecutiva; a su lado estarán Scott Fischer, John Ryan Jr. y John Santilli.
La distribuidora será MGM, a través de su sello Onion, que fue la distribuidora original de las dos películas anteriores. “Tenemos un auténtico equipo de ensueño”, dijo Reeves al respecto, “Ed y Chris escribieron el guion, que fueron los creadores originales de los personajes; y con Dean detrás de la lente conformaremos un equipo infalible”.
La película, aunque no tiene fecha de estreno programada, sabemos que se encuentra en la fase de preproducción, y que contará la historia de los dos amigos, ahora adultos, con matrimonios fracasados y un montón de recibos para pagar, al momento en que un viajero del futuro les dice que si no escriben la mejor canción de la historia, el mundo como lo conocen se acabará”.
“Básicamente, Bill y Ted, ahora en sus cincuentas”, adelanto Keanu en The Graham Norton Show hace un año: “tendrán que escribir una canción para salvar al mundo… y no lo han hecho, la presión por salvar al mundo con una canción, en medio de sus problemas personales será lo que detone la historia”.
Los fanáticos de esta historia que inició en 1989 han estado esperando alrededor de 29 años para ver a sus héroes de infancia de nuevo en el ruedo: y no es para menos, al inicio de los noventas, el par de metaleros que soñaban con escribir una buena canción, y que afilaban con cualquier pretexto los dedos en la air guitar se convirtieron en una clase de icono contracultural.
A pesar de que la recepción en los medios fue pésima: se llegó a decir que Bill and Ted eran un homenaje a la imbecilidad; la película recaudó 40 millones de dólares de los 10 que costó hacerla, y con el tiempo se instaló en el imaginario de los jóvenes noventeros. Incluso sirvió de inspiración para la serie de MTV Beavis and Butt-Head, que se trasmitió de 1992 a 1997.
Los viajes a través del tiempo de Bill y Ted (que recuerdan de alguna manera a la película de Terry Gilliam Time Bandits, de 1981) y su forma de asimilar “la cultura”, de alguna manera ilustran las maneras de la generación por venir: la del fin del milenio. De ahí que las nuevas lecturas de esta saga remarquen que Bill y Ted fue la única película que logró mezclar la filosofía de Sócrates con la música de Van Halen.