Blackkklansman, la nueva y controversial película de Spike Lee

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Blackkklansman, o El infiltrado del Klan, como se le ha denominado en español, es la nueva cinta del mítico director norteamericano Spike Lee, que lleva años intentando infiltrar la estructura de Hollywood con un discurso antirracista… en todo caso, un discurso de honda reflexión en torno a la raza. Narra cómo un agente de la policía, junto con colega judío, se infiltra en una célula de Ku Klux Klan.

Lee, por otro lado, es autor de treinta filmes, y ha sido condecorado en las principales avenidas del cine internacional, como el Festival Internacional de Cine de Berlín, los premios Óscar, y Cannes.

Es autor del mítico film biográfico Malcom X (1992), protagonizado por Denzel Washington, que ganó el Oso de Plata como mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Berlín, y de la comedia, hoy de culto, She’s Gotta Have It (1986), que tuvo en 2016 una adaptación a serie para Netflix.

De modo que Spike tiene sólidos treinta años en la industria poniendo el dedo sobre uno de los temas más controversiales, y siempre vigentes en la agenda internacional: el racismo y la supremacía de la raza blanca.

Sus films, exitosos como han sido, no siempre han sido totalmente aceptados por sus acólitos: miembros de la comunidad afroamericana han criticado duramente los discursos que Lee ha creado en sus films, y los han calificado de “crowd pleasers” y de estar dirigidos a la clase media blanca, “para que puedan dormir mejor”.

Estas fueron palabras del activista Amiri Baraka cuando describió Malcom X al momento de su estreno; postura que fue ratificada por el rapero y también activista Tupac Shakur. “No vamos a dejar que la vida de Malcolm X sea trivializada para que un grupo de blancos clasemedieros pueda dormir mejor”, dijo Baraka en una entrevista para en New York Times, en 1991, a lo que agregó: “no tengo ninguna simpatía para los personajes de Lee, que trivializan la violencia y brutalidad que vivimos los afroamericanos”.

Pues bien, algo muy parecido a pasado con Blackkklansman, el film que ha traído a Spike Lee de nuevo al foco internacional. Esta nueva entrega, protagonizada por el hijo de Denzel Washington, John David Washington, y Adam Driver, se ha colocado como uno de los principales sucesos cinematográficos del 2018.

Ganó dos premios importantes en Cannes: el Gran Premio del Jurado y Mención Especial del Jurado Ecuménico, además de una nominación a la Palma de Oro: durante su proyección en el festival, la cinta fue ovacionada durante ocho minutos.

En Jerusalén, en su festival de cine, fue nominada al Lia Van Leer Award, y en el Festival Internacional de Cine de Locarno, ganó el premio de la Audiencia, y fue nominada al Variety Piazza Grande Award.

En Estados Unidos, es una de las fuertes contendientes para los premios Óscar; algunos intuyen que David Washington, Adam Driver, y Spike Lee estarán entre los premiados en la próxima ceremonia de la Academia.

Sin embargo, otro director, Boots Riley, ha criticado duramente la película; Riley es también afroamericano, y estrenó en el BAM Festival un film muy parecido al de Lee: Sorry To Bother You, que al igual que Blackkklansman, narra los esfuerzos de un joven negro que pretende infiltrar con su genio el aparato estructural, económico y cultural de los Estados Unidos.

Riley, en un ensayo de tres cuartillas que publicó en Twitter, criticó el retrato que Lee hace de la policía durante los 70, y en especial el papel que jugó Ron Stallworth, el oficial del FBI, en cuyas memorias está basada la película.

Según Riley, durante ese tiempo, el FBI y las fuerzas policíacas americanas pasaron mucho más tiempo intentando “frenar grupos radicales negros”, que intentando detener al Klu Klux Klan, de hecho, afirma, muchos altos oficiales del FBI, Stallworth incluido, dieron carta abierta al KKK para frenar grupos radicales de afroamericanos, que en ese tiempo proliferaban gracias a los últimos suspiros del Movimiento por los Derechos Civiles.

Para Riley, el éxito de la película se debe más a que Lee, deliberadamente, maquilló a los departamentos de policía, y al propio trabajo de Stallworth: “si Lee hubiera retratado de forma fiel las memorias de Stallworth, él habría sido el villano de este film; es decepcionante, por decir lo menos, que Spike Lee venga con una película que maquilla la realidad para hacer parecer que un policía negro y sus colegas blancos fueron aliados en la lucha contra el racismo”.

Las críticas al principio no fueron respondidas por Lee; sólo después, en una entrevista en The Times, Lee dijo: “sólo mira mis películas, han sido muy críticas con el Departamento de Policía… aun así nunca voy a decir que todos los policías son corruptos, que todos los departamentos odian a los negros, nunca voy a decir eso, porque necesitamos a la policía. Desafortunadamente en muchos casos, los oficiales no han levantado con orgullo la placa, en cambio han roto las leyes. Pero jamás voy a decir que los afroamericanos somos un grupo monolítico”.

Sea como fuere, Blackkklansman continúa dominando la taquilla; a lo largo del mes de septiembre, la cinta tendrá su estreno en varios países de Europa y Latinoamérica. Esta polémica, de cualquier forma, es un buen pretexto para disfrutar de los films de Spike Lee y Boots Riley.