Llega al FICM 2019 ‘Sanctorum’, una “docu-ficción” sobre los campesinos explotados por el narco

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Uno de los hombres más buscados en el mundo durante años fue Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, líder del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más grandes que ha existido.

Es decir, uno de los narcotraficantes más poderosos a nivel mundial es de origen mexicano. Además, no es el único. El crimen organizado en México ha incrementado su poder y, desde hace dos décadas, los cárteles siguen surgiendo a lo largo y ancho del país.

Uno de los factores que sigue abonando al poder de las organizaciones criminales, junto con la ineficiencia o compadrazgo de los gobiernos mexicanos y el aumento en el consumo de drogas, ha sido el potencial del campo, una de las mayores riquezas de México, ya que es una tierra fértil que permite el cultivo de cualquier tipo de productos, incluidas las drogas ilegales dentro del país, por lo que los narcotraficantes obligan a los campesinos e indígenas a sembrar mariguana y otras plantas, a través del sometimiento y la violencia.

Dicha problemática es plasmada en ‘Sanctorum’, el segundo largometraje del cineasta mexicano Joshua Gil.

El director de la cinta ya ganó renombre gracias a su largometraje ‘La maldad’ (que formó parte de la sección Latinoamérica del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata) y este año compite en la 17 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), dentro de la sección oficial de largometraje ficción.

Según la sinopsis oficial de ‘Sanctorum’: “Un pequeño pueblo es acosado por la guerra entre el ejército y el narcotráfico. Un niño ha perdido a su madre y su abuela le ha dicho que la única manera para que esta regrese con vida es pidiendo a las fuerzas de la naturaleza un milagro. Esa noche el niño se escapa al bosque a suplicar por su madre, mientras el pueblo se prepara para librar la batalla final, entre el miedo y la libertad, contra el ejército que se acerca”.

En entrevista con medios, el director compartió que recorrió varias entidades mexicanas en busca de comunidades inmersas en esta problemática.

Su película fue filmada en plantíos reales de mariguana en las montañas de Oaxaca. Asimismo, el cineasta reveló que se inspiró en hacer la película gracias a un artículo que leyó sobre cómo una generación de niños indígenas crecía en campos de marihuana y amapola, teniendo como padrinos de vida a las figuras del narcotráfico.

Está hablada en lengua mixe, originaria de Oaxaca, ningún actor formó parte de la filmación y contiene secuencias en las que aparecen narcotraficantes y el Ejército que son reales.

En ese sentido, su película ha sido descrita como “un hibrido metafísico entre documental y la fantasía de la desesperanza de un país ante el efecto del narcotráfico”.

En Italia fueron vendidos los derechos internacionales de ‘Sanctorum’ para su proyección comercial. Hasta el momento, no se ha confirmado su estreno en salas mexicanas, pero su paso por el FICM representa un importante paso por festivales internacionales.