«La morgue», una autopsia de malévolas pesadillas
Una joven es hallada en una sangrienta escena del crimen. El horror comienza cuando dos médicos forenses le practican una autopsia.
Abrir un cadáver ya es un tema que da bastante material para una historia aterradora. No cualquiera soporta ver de cerca cómo se parte por la mitad a un ser humano para estudiar sus vísceras y sus órganos vitales. Sumado a ello, está la sensación de que el muerto en la plancha puede moverse o resucitar repentinamente. Es a partir de esta atmósfera que se desarrolla The autopsy of Jane Doe (conocida en México como La morgue), estrenada en 2016 y dirigida por el cineasta noruego André Øvredal.
Tommy Tilden (Brian Cox) y su hijo Austin (Emile Hirsch) trabajan en una morgue a la que llega el cuerpo de una joven no identificada, bautizada como Jane Doe (Olwen Kelly), hallada completamente desnuda en el sótano de una casa donde se suscitó un extraño crimen. Ella no muestra una sola herida ni marcas de tortura, mientras que las otras personas en el lugar sí han sido masacradas brutalmente. Pese a su experiencia en medicina forense, esta autopsia representa algo indescifrable para Tommy y para Austin.
Crítica
Hay muchas cosas buenas que decir sobre The autopsy of Jane Doe, pero primero valdría la pena destacar el desempeño de Olwen Kelly. Su impecable actuación se mezcla muy bien con el sorprendente maquillaje que le da una apariencia extrañamente bella, apacible e hipnotizante, pero al mismo tiempo excesivamente macabra.
También, como ya se ha visito en buenas películas de género como La mosca (1986), Los otros (2000) o Incident in Ghostland (2018), se desarrolla casi en su totalidad en un solo lugar y con muy pocos personajes. Además, la historia combina de maravilla el thriller psicológico y el terror sobrenatural, con elementos de drama policíaco y de película slasher. En ese sentido, incluye un ligero toque de gore, gracias a la explícita (pero no grotesca) exposición de tripas y al ineludible (pero no derrochador) derrame de sangre.
Sin embargo, no está exenta de algunos clichés y jump scares que salen sobrando, pero mantiene la calidad narrativa hasta el desenlace.
Obtuvo el premio a la mejor película en el Festival Fantástico de Austin y en el Fantastic Fest, donde también se llevó el premio al mejor diseño de producción. Asimismo, ganó el premio especial del jurado al mejor largometraje en el Festival de Sitges y a mejor película internacional en el Monster Fest.
Fue escrita por Ian Goldberg y por Richard Naing, quienes han trabajado juntos en la serie Dead of summer. Es el primer largometraje en inglés de Øvredal, conocido por la exitosa Trollhunter (2010), y más recientemente por Historias de miedo para contar en la obscuridad (2019).
En conclusión, The autopsy of Jane Doe es un película de terror que te mantiene atrapado durante toda la historia, que si bien no es muy novedosa ni inventa el hilo negro, es de las mejores en su tipo.