Día del padre: 10 retratos sobre la paternidad en el cine

Los acercamientos a la figura del padre en el cine abarcan una enorme variedad de matices. Es común ver retratos críticos que exploran la distancia emocional, así como otros que celebran el afecto genuino, incluso cuando este surge desde lugares o circunstancias inesperadas. A diferencia de la representación de la madre, los padres en el cine suelen tener arcos más marcados de transformación, mostrando cómo la paternidad puede implicar también una evolución para bien. A continuación, diez ejemplos que evidencian cómo la paternidad puede ser retratada desde diversas perspectivas, ya sea desde la mirada de los hijos o de los propios padres.
The Kid (1921) de Charles Chaplin
Chaplin, en su icónico rol de vagabundo, relata una conmovedora historia sobre la paternidad inesperada. Todo comienza cuando una mujer, por falta de recursos, abandona a su hijo recién nacido. El vagabundo lo encuentra y, a partir de entonces, entablan una entrañable relación marcada por momentos cómicos. Sin embargo, con el paso del tiempo, mantener al niño a su lado se volverá más difícil por un acontecimiento inesperado.
Wild Strawberries (1957) de Ingmar Bergman
Un reconocido doctor emprende un viaje para recibir un premio por su trayectoria. Lo acompaña su nuera, afectada por una pelea con su esposo en la que reveló no querer tener al hijo que está esperando. Durante el trayecto, el protagonista visita, tanto en sueños como en la realidad, distintos pasajes de su vida, muchos de ellos vinculados a su juventud, lo que lo lleva a reflexionar profundamente sobre su rol como padre.
Cabeza borradora (Eraserhead, 1977) de David Lynch
Ópera prima del director estadounidense, en la que un joven perturbado se ve forzado a afrontar la noticia de que será padre. En un entorno extraño y lleno de alucinaciones, deberá enfrentarse a la paternidad prematura de la peor manera posible, especialmente cuando su hijo tiene una apariencia completamente inhumana.
El resplandor (The Shining, 1980) de Stanley Kubrick
Basada en la novela de Stephen King, sigue a Jack Torrance, un hombre encargado de cuidar un hotel aislado que espera le sirva también como refugio para escribir. Viaja con su esposa e hijo —quien posee un don especial— y, con el paso del tiempo, comienza un descenso a la locura, alimentado por su bloqueo creativo y la naturaleza paranormal del hotel.
Paris, Texas (1984), de Wim Wenders
Travis Henderson aparece perdido en el desierto, sin recuerdos de los últimos cuatro años. Su hermano lo encuentra y lo ayuda a reconstruir su vida, marcada por el abandono de su esposa e hija. La película sigue el intento de Travis por reencontrarse con ellas y reparar los daños del pasado.
La vida es bella (La vita è bella, 1997), de Roberto Benigni
Guido se enamora de Dora y forma una familia con ella. Pero todo cambia con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando es separado de su esposa y deportado con su hijo a un campo de concentración. Allí, hará todo lo posible por proteger al niño del horror, convenciéndolo de que todo forma parte de un elaborado juego.
El gran pez (Big Fish, 2003), de Tim Burton
William Bloom mantiene una relación distante con su padre, a quien acusa de exagerar y adornar en exceso los relatos sobre su vida. Al enterarse de que está gravemente enfermo, regresa a su hogar para visitarlo. A lo largo de su estadía, se ve obligado a escuchar una vez más esas historias, pero esta vez intentará conocer el trasfondo real, llevándose más de una mágica sorpresa.
De tal padre, tal hijo (Soshite chichi ni naru, 2013), de Hirokazu Kore-eda
Dos familias de distintos estratos sociales descubren, tras siete años, que sus hijos fueron intercambiados al nacer por error del hospital. El impacto de la noticia los lleva a enfrentarse a un dilema profundo sobre los vínculos biológicos y emocionales, y sobre qué significa realmente ser padre.
Toni Erdmann (2016) de Maren Ade
Ines es una mujer absorbida por su carrera, al punto de dejar de lado su vida personal. Durante un viaje de negocios, su excéntrico padre aparece de forma inesperada. Su simple pregunta —si es feliz— será suficiente para que ella comience a replantearse el rumbo de su vida.
Las Buenas Intenciones (2019) de Ana García Blaya
En la Argentina de los años noventa, una pareja atraviesa un proceso de divorcio. Él es un padre irresponsable, pero cariñoso con sus hijos. La madre planea mudarse a otro país y llevarlos con ella, lo que genera un gran dilema en Amanda, la hija mayor, dividida entre el amor por ambos padres y el miedo a perder sus vínculos.