Te explicamos el éxito de la serie La casa de papel en Netflix
Ya se puede afirmar que el efecto de La casa de papel es, o ha sido, un fenómeno mundial. Miles de personas quedaron prendadas a la historia del asalto de un grupo de delincuentes a la Fábrica Nacional de la Moneda de España. Primero en su propia tierra, con la distribución de Antena 3, y luego en el resto de los monitores gracias a Netflix, que estrenó la primera temporada en enero 2018. A raíz de la aparición de la serie en la plataforma digital, las redes sociales y webs se han inundado de comentarios sobre la producción hispana. En este lado del planeta, muchos esperan saber cómo continuará la trama: en abril llega la segunda temporada.
Todo empieza con el plan de un hombre bastante inteligente, El Profesor (Álvaro Morte). Él lleva gran parte de su vida preparando el robo del siglo y lo ha investigado todo tan minuciosamente que a primera vista, su método parece perfecto. Es, de hecho, casi perfecto. Llegado el momento, decide ejecutar el proyecto y recluta a distintas personas previa revisión de su prontuario policial. Es allí en donde aparecen Tokio, Nairobi, Río, Moscú, Berlín, Denver, Helsinki y Oslo, hombres y mujeres cuyas habilidades criminales parecen encajar bastante bien dentro del plan. Tras una larga preparación a manos de la mente maestra, los protagonistas ejecutarán el procedimiento estudiado, pero claro… no todo sale como se esperaba.
La historia está hilvanada de tal manera que la personalidad de los victimarios y algunos secuestrados termina por florecer e impregnar de drama, lo que empieza como thriller. No es casual que Tokio (Úrsula Cobero)- físicamente hermosa, ruda, misteriosa y fuerte- sea la primera que aparece en escena y que se envuelva con el joven, tierno y buen Río (Miguel Herrán). La sola idea de juntar contrarios, de unir dispares, siempre atrae. Es por ello que El Profesor no se fija en otra persona sino en la policía, y que los más rudos quedan a los pies de los inocentes.
Y es así como la audiencia, con o sin intención, termina encariñando con los personajes. Llega entonces un punto en el que la línea entre buenos y malos se borra por completo y uno se ve obligado a tomar posición. La intensidad logra que de repente nos descubramos viendo la serie, deseosos de que el plan de robar la Casa de la Moneda culmine de forma satisfactoria.
Pero ¿cómo esta producción escapa del cliché? Fácil. Está muy bien estructurada, las actuaciones son de primer nivel, los guiones son incisivos, el humor negro muy bien hecho y sí, ciertamente muchos piensan que las instituciones y el Status Quo están sobrevalorados, por lo que un poco de acción en su contra no es mal visto.
La casa de papel juega con ideales y sentimientos, también lo hace con diatribas humanas por lo que no sorprende su masificación. En los carnavales más importantes del mundo, incluso, la máscara de Salvador Dalí y el traje rojo que usan los atracadores para perpetrar el crimen se regó como un exitoso disfraz. La serie ha calado hondo.
Bella ciao
Y de qué otros aspectos originales goza la serie: la icónica presencia de una canción en italiano cuya sola evocación agita hasta el menos sensible. Bella ciao, (Adiós bella), es una composición musical entonada por la Resistencia italiana- movimiento armado que se oponía al fascismo impuesto por Benito Mussolini- durante la Segunda Guerra Mundial. Más adelante (años 70) es cuando se populariza gracias a su difusión durante las manifestaciones obreras y estudiantiles de 1968.
A lo largo de la historia e incluso en nuestro continente, la canción se convierte en una herramienta de la lucha contra la opresión y cualquier tipo de autoritarismo. Artistas de la talla de Mercedes Sosa o Manu Chao, crearon sus propias versiones de la pieza. En Argentina, el furor por la canción de la serie se hizo manifiesto hasta en el fútbol: a pocas horas de la final de la Supercopa, un hincha de Boca Juniors subió a sus redes sociales su versión del hit y desde el otro equipo, Núñez, le respondieron. ¿Sabrán los fans de la serie que ya en España conocen el final del robo?