Filmes de Netflix ya no podrán competir por la Palma de Oro en Cannes

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Las discrepancias entre Netflix y el Festival de Cannes han llegado a su punto más alto; y ya se hizo oficial: a partir de este año, las producciones de la plataforma de streaming americana no podrán entrar a la competición por la Palma de Oro.

Las tensiones iniciaron desde el año pasado, cuando Netflix metió a competir dos de sus filmes: Okja, de Bong Joon Ho, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach. La presencia de ambos filmes, que no tuvieron una distribución en salas de cine tradicionales, como lo mandatan las reglas del festival para entrar a competición, sino que debutaron directamente en los servicios de streaming, causó una enfurecida reacción de algunos críticos.

A pesar de que Thomas Sotinel, director del Festival de Cannes, instó en repetidas ocasiones a Netflix para que distribuyera, al menos de manera parcial, sus filmes en salas, Netflix se negó. Aun así, las dos películas entraron a la disputa, lo que enfureció, como dijimos, a algunas autoridades.  

En su momento, el director del Centro Nacional de Cine Francés, Christophe Tardieu, que aporta la mitad del presupuesto del Festival, dijo: “Netflix representa perfectamente el modelo imperialista americano. Deploro completamente su actitud a este respecto; muestra una total intransigencia a entender y aceptar el modelo cultural que funciona aquí en Francia”.

Aunque Netflix no pronunció statement alguno al respecto de manera inmediata, posteriormente, a través de su cuenta de Twitter dijo que: “el establishment cultural, así como las cadenas de cine, querían bloquear la entrada de Okja a la competencia”, e invitaba a los suscriptores a disfrutar del filme a partir de junio 28 del 2017.

Thomas Sotinel, un periodista cinematográfico de Le Monde, escribió una opinión lúcida al respecto, dijo: “Cannes malinterpretó todo: pensó que podría salirse con la suya y mostrar los filmes de Netflix en competición, pero se encontró con que en su Mesa de Consejo se sientan dueños de cadenas de cines, que no querían ceder a la postura de Netflix, ni tampoco Netflix quería ceder. Así que se encontró en medio de estos dos inamovibles protagonistas, o, mejor dicho: antagonistas”.

Y es que, según las leyes culturales en Francia, sólo aquellas películas que han tenido una distribución en cines de al menos cuatro meses, pueden competir para la Plama de Oro; y tienen que pasar al menos 36 meses para que lleguen a los servicios de streaming. Netflix se negaba a dilatar sus estrenos tantos años.

Aunque algunas entidades en Francia y otros miembros de la industria estaban de acuerdo en que tres años era mucho tiempo, y que debían bajar el marco de tiempo, las charlas fueron tensas y no se llegó a nada concreto, hasta ahora.

Hace un par de días, el propio director del Festival, Thomas Sotinel, comentó: “yo pensé que podría convencer a Netflix de que distribuyera sus dos filmes en la competición del año pasado, pero fui muy ingenuo o presuntuoso: no quisieron. Y aunque les encantó la alfombra roja, y les encantaría mostrar sus filmes en nuestro festival, han entendido que su modelo intransigente es opuesto al nuestro, así que sus producciones no podrán concursar. Podrán ser mostrados en otras áreas del Festival, pero no para la Palma de Oro”.

Esta postura fue apoyada con potencia por dos reconocidos directores: Pedro Almodovar, que fungió como jurado en la edición del 2017. Él dijo: “sería una enorme paradoja que la película que se lleve la Palma de Oro no pueda verse en la gran pantalla”.

Spielberg fue un poco más allá, y dijo: “una vez que usas el formato de la televisión, eres una película para TV. Por supuesto que, si es buena, merece un Emmy, pero no un Óscar. No creo que las películas que estén en un par de cines por menos de una semana merezcan una nominación de la Academia”, dijo refiriéndose a Mudbound y el documental 13th, nominados en la pasada ceremonia número 90 de la Academia.

Esta noticia tiene una relevancia importante para producciones de muy alto perfil que aguardan en la plataforma de streaming, como Irishman, de Martin Scorsese. El plan era que el filme tuviera una distribución limitada en cines para volverla elegible a un Óscar. Con los cambios de reglas en Cannes, y el pronunciamiento de Spielberg al respecto, quizá la Academia cambie también sus reglas y el porvenir del nuevo corte de Scorsese.