[Entrevista] Alberto Castro, director de “Invasión Drag”

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Aunque la mayoría lo conoce desde su alter ego como “McZorro” y su portal web “En Cinta”, la inquietud por el cine de Alberto Castro lo ha sacado momentáneamente del ámbito de la cinefilia y lo ha llevado a la realización. El documental “Invasión Drag” resume su deseo por graficar la visita de los integrantes del reality del artista Drag Queen RuPaul a nuestro país. La película se reestrena virtualmente del 18 al 20 de diciembre.

Comunicador, cinéfilo voraz y ahora cineasta. Estaba claro que Alberto Castro no se conformaba con solo hablar de cine y no tardó en cruzar el charco. En 2016, integró el staff de guionistas y fue asistente de dirección de la producción de terror, Maligno. Ha sido supervisor de postproducción de la delirante Aj, zombies! (2017), coordinador de producción de Cementerio General 2 (2016), distribuidor del drama Casos complejos (2018) y productor ejecutivo de la comedia Rómulo y Julita (2020).

Pero la oportunidad de debutar como director le llegó en febrero de 2017 cuando los integrantes del famoso reality RuPaul’s Drag Race, arribaron a nuestro país en un periplo de meses que trajo a lo largo del año a los ganadores de cada temporada. El espectáculo, con los más famosos Drag Queens del mundo y jamás visto en nuestro país, tuvo el pudoroso silencio de los medios tradicionales. Alberto realizó el registro sin tener mayor idea acerca de lo que iba a hacer con ese material. Fue necesario revisarlo una y otra vez para darle forma e incorporar testimonios y momentos trascendentales de la comunidad LGTB peruana para que el documental Invasión Drag quedara finalmente plasmado.

Invasión Drag (2020) - Película peruana | Cineaparte
Afiche oficial de «Invasión Drag«

Debido a la pandemia que mantiene cerradas las salas de cine, un primer estreno virtual se realizó del 4 al 8 de diciembre a través de la plataforma de Cinestesia. Los buenos resultados han obligado a preparar un segundo lanzamiento desde hoy viernes 18 de diciembre hasta el domingo 20. El resultado termina siendo un documento que le brinda una ventana privilegiada para quienes ven en el mundo de los Drag Queens, a la posibilidad de una ansiada liberación –aunque sea por horas- frente al conservador discurso que domina a la sociedad peruana. A continuación, la conversación que tuvimos con su director.

Sayo Hurtado: Puede parecer inverosímil el hecho de que un evento de estas características haya ocurrido en Lima en una secuencia de meses y haya estado invisibilizado para la mayoría de medios….

Alberto Castro: A partir del hecho de que ocurrieron eventos todos los meses y con asistencias de 5000 personas y que esto no se mencionó en medios como periódicos y noticieros y no hubo vallas publicitarias, eso ya te dice mucho de cuál es el país en el que estás viviendo. Fenómenos similares de nicho como las bandas de K-Pop si han tenido presencia mediática. Sigue siendo un tema tabú el hablar con personas abiertamente homosexuales en televisión, o incluso, mencionar a un hombre vestido de mujer. Cosas que están en los márgenes como los gamers, los kpopers o los otaku si ocupan un espacio mediático. En cambio, lo nuestro pasa totalmente desapercibido.

Post: 'Drag Invasion', el documental que muestra el fenómeno RuPaul en Lima  [VIDEO]
La Drag Queen RuPaul, musa inspiradora de la comunidad LGTB

Incluso en redes sociales, ocurrió algo similar…

Creo que es algo que tiene que ver con cómo es ser gay en este país. Hemos vivido con mucho miedo. Es más, cuando yo conozco hombres heterosexuales mi primera muestra hacia afuera es de desconfianza, porque yo no sé si esa otra persona va a ser abierta y tolerante o no, si va a hacer homofóbico o va a hacer chistes incómodos o no. Entonces, siempre tu posición primera ante un heterosexual es de desconfianza o timidez y en las redes también es así. La misma comunidad genera conversaciones en esos grupos o círculos entre ellos mismos para protegerse. Por eso es posible que no haya trascendido más allá de esos espacios.

¿Crees que la manera exagerada como los personajes del show de RuPaul se representan a sí mismos es la expresión viva de su rechazo?

Antes se creía que por ser gay uno quería ser mujer. El Drag Queen es una expresión de la femineidad, pero de todo tipo. Ya que mencionas la extravagancia, pues hay muchos grados dentro del Drag Queen. Hay algunas que son más femeninas y usan maquillajes más cotidianos como el “make up no make up” -que sirve para parecer que no están maquilladas-; mientras que otras prefieren exagerar y optan por un estilo “cartoon” y no pretenden parecer o disimular ser una mujer.

Entrevista] Alberto Castro, director de "Invasión Drag" - Cinencuentro
Integrantes del elenco del reality «RuPaul’s Drag Race» durante sus shows en Lima.

Finalmente, el ser Drag es romper con cualquier esquema que nos hayan dicho de cómo ser hombre o mujer o masculino y femenino. En esa línea, a muchos gays les da miedo terminar siendo alguien visible a quien puedan señalar con el dedo y gritarle algo en la calle.

Digamos que el discurso de los Drag Queens, finalmente invita a muchos otros a liberarse…

Invita a que uno pueda explorar y ser uno mismo. A mí me choca mucho como esta conversación no tiene que ver solamente con los gays, sino con los hombres y mujeres heterosexuales. Se les ha dicho mucho a los hombres heterosexuales que deben ser y vestirse de una forma, que no pueden llorar y ser vulnerables, entonces, si se ponen escarcha en la cara sienten que se ve vulnerada su masculinidad.

Las Drags ayudan en eso y por eso en el documental quería mostrar algunas de esas historias, como la de una señora mayor que es madre de familia y que los admira. También una niña que a través de esos trajes aprende a expresarse porque era muy tímida. El Drag te permite abrir esa puerta.

RuPaul's Drag Race' Season 12 Power Ranking: Our Predictions Before the  Premiere
El Drag Queen RuPaul y algunos miembros del staff de su sintonizado reality show.

Cuando empezaste este proyecto no sabías a ciencia cierta a donde ibas a llegar. ¿Dirías que esto fue algo que te encontraste y a lo que aprendiste a darle forma?

Yo creo que ese es un buen resumen de lo que sucedió. El cine es raro porque cuando yo estudiaba creía que lo único que iba a hacer era ficción. Yo veo películas y todo el tiempo estoy grabando cosas por placer, voyerismo o como quieras definirlo. Pero de repente te encuentras con algo a lo que le puedes dar forma y contar algo interesante.

En mi caso, mi acercamiento primero fue como fan, porque yo quería conocer a esas Drags que había visto a través de Netflix y me fascinaban. Entonces, mi excusa fue: “vamos a grabarlas”, pero la distancia en el tiempo quizás me hizo pensar en que ningún canal o medio peruano tenía este registro. Cuando este fenómeno -que empezó en febrero de 2017- terminó en diciembre de ese año, yo me dije que aquí pasaba algo raro.

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Envy Perú, la primera Drag Queen peruana ganadora en el programa «RuPaul’s Drag Race«

Ahí es donde empieza un proceso para entender que había pasado y que podía contar e interpelarme a mí mismo. Creo que hay muchas cosas que he jalado en el documental de historias de la comunidad que tienen que ver conmigo. Yo me identifico mucho con esa persona que dice que en algún momento tenía miedo de marchar o de expresarse. Ese también soy yo y eso es algo que trate de construir en la película.

En términos logísticos, ¿cómo aterrizaste la parte visual?

Cuando estudias en la universidad o en las escuelas de cine, te indican eso, como contar formalmente un documental. Hay un tema de escribir guiones, de plantear como tu cámara va a funcionar y yo, personalmente, nunca he sido así en este género. El otro día hablaba con un amigo, Manuel Eyzaguirre, un director de cine de Chiclayo, y me dijo: “Tú cámara todo el tiempo está reaccionando”, y al final, creo que eso es lo que me gusta de todo el material que grabé, fuera de los aciertos y desaciertos que pueda tener en estructura u otras cosas.

Casi todas las cosas han sucedido porque no estaban planeadas. Renzo Rivas, el director de fotografía, también viene de la ficción y muchas veces renegaba y me decía: “La luz está mal” y tenía razón, pero yo le respondía que “busquemos la forma de registrar esos momentos porque no se iban a repetir”. Yo podía armarlos, pero no iba a ser lo mismo. Si siento yo que logré una complicidad con estos personajes y los mostré como jamás se habían visto, ni siquiera en el programa, donde tienen un discurso muy aprendido.

Otra de las técnicas que utilicé -y que es algo que yo me propuse desde el comienzo- fue trabajar con un equipo muy reducido. En algunos casos era yo solo y en otros con un sonidista. En las entrevistas formales tú tienes luces, cámaras y un director sentado frente a ti. Yo, estaba sentado y con la cámara encima de las piernas y tenía que ser muy hábil para hacer el foco y que no se notara que estaba grabando, porque yo no quería perder la sensación que mis ojos y los del personaje estaban siempre conectados para que se olvide que estamos en una grabación.

En Bowling for Columbine, Michael Moore consigue momentos sorprendentes al hurgar debajo del maquillaje del rockero Marilyn Manson y descubrir al personaje. ¿Te propusiste algo similar al conversar con los Drag Queens?

Creo que como homosexuales siempre hemos tenido que crear una coraza y una manera de presentarnos al mundo porque nos han prohibido expresarnos. Las Drag Queens son una expresión extrema de esto. Me pasa mucho con Tany de la Riva, que es protagonista del próximo documental que estoy grabando y que en esta película tiene un segmento muy pequeño. Tany cuando está fuera del personaje y es Anthony, es sumiso, no puede mirarte mucho a los ojos porque tiene mucho miedo.

De todos los personajes que retraté en la película, algunos de ellos –en mayor o menor medida- no soltaron esa coraza. En el camino, aparecieron algunos que empezaron a soltarse, otros no querían ser grabados fuera de su faceta como Drag. Hay ahí todo un tema de persona, identidad y expresión que es delicado tratar.

Ellas se sentían confiadas porque de arranque yo me presentaba como una persona homosexual y fanática del programa, mientras que Renzo era el personaje masculino, heterosexual. Por eso, los momentos de intimidad con las protagonistas los grabé yo solo y él lo hizo en los momentos de fiesta, donde no es necesaria una complicidad porque estás grabando un escenario.

¿A partir de “Invasión Drag” quieres seguir haciendo un cine de activismo o vas a abrirte a los diversos géneros?

Cuando empecé este documental muchos amigos cineastas me dijeron que tenga cuidado porque me iban a encasillar como director LGTB. Finalmente, yo no me podría poner la etiqueta de activista, aunque claramente hago activismo a través de mi cine. Es que el ser gay en este país es un acto de activismo diario. Si te gritan algo en la calle y te peleas, ya estás haciendo política porque estás luchando por tus derechos.

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Elenco de «RuPaul’s Drag Race« durante su paso por Lima. Foto cortesía: @mundovaletodo

Yo quisiera hacer cine de todo tipo, no solamente documentales LGTB, sino contar historias que me hablen a mí. Por ejemplo, cuando hicimos Maligno, que es una película de terror que escribí, fuera de las exigencias del género y de la producción o de sus aciertos o carencias, yo siempre me identifiqué con el personaje de Fiorella Pennano porque al momento de escribirlo hablaba de una adolescente que no congenia con su madre. Fuera del terror, la película tenía esa disonancia sobre una madre y su hija que deben aprender a comunicarse y entenderse.

Yo quisiera hacer siempre películas que me hablen de esa forma. Aparte, estoy produciendo cosas que son proyectos de amigos como Rómulo y Julita. No quisiera encasillarme, pero lo que me está deteniendo es que hacer ficción es muy caro. Si hacer documental que es más barato me ha tomado 3 años, imagínate con una ficción, que te puede llegar a tomar hasta 8 años.

¿Crees que películas como “Invasión Drag” abrirán conciencia en nuestro país acerca de quiénes somos como sociedad?

Ojalá. Nunca lo hice con la intención de dejar algo en claro o mucho menos. Lo hice porque ocurrió un fenómeno que tenía necesidad de comunicarlo porque me tocaba de alguna forma y esa es la motivación principal que me llevó a hacerlo. Si luego hay realizadores más jóvenes que ven la película y se dicen a sí mismos que quieren contar historias de este tipo, genial, porque en nuestro país las Drags siempre han sido secundarias y eso lo ves hasta en Disney, donde son personajes que ni siquiera dicen ser gays y quedan como “entredichos”.

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Drag Queen peruana Envy Perú, posando en la versión holandesa de «Cosmopolitan« tras ganar en el programa «Drag Race Holland«.

Contracorriente sigue siendo una película con la cual identificarse en ese sentido, aunque Sin vagina me marginan es la más frontal con el tema trans en nuestro país en los últimos años, pero ahí paramos de contar. Ocurre también en muchos videoclips de rockeros o artistas como Bad Bunny donde aparecen vestidos de mujer. Es como la cultura heterosexual apropiándose de lo Drag, pero sin dejarlos contar sus propias historias.

Esta película es, finalmente, todas las Drags hablando sobre sí mismas, sobre sus vivencias y como se sienten. Ojalá que se sigan contando historias diversas y que se muestre que también hay un público para ellas. A la venta de entradas le está yendo muy bien y eso demuestra que hay gente interesada en esto y que antes le era difícil encontrarlo en el cine.

A propósito de este estreno virtual, me quedará la duda acerca de cómo algunos sectores radicales y conservadores hubieran reaccionado ante la presencia de algo así en la cartelera comercial…

El corte de la película lo acabé el año pasado. Solo faltaba la postproducción y ya había conversado con una cadena de cines para hacer un estreno exclusivo con ellos. Claramente, esto se vio frustrado por el COVID porque el estreno estaba previsto en junio pasado, por el mes del orgullo gay. Era una fecha ideal para un evento como este y en pocas salas, ya que algo muy específico y de nicho hubiera funcionado muy bien. Lo que pasa es que a la comunidad no nos ofrecen cosas que nos gusten. Recuerda que las fiestas de Drag Queens han llegado a llevar a 5000 personas a un local. Cada vez que se estrena un episodio de RuPaul’s Drag Race, es tendencia en redes en Perú. Eso te dice que hay mucho público para esto.

En cuanto a lo virtual, probablemente hay un sector del público que le da miedo acercarse a comprar presencialmente una entrada por un tema de pudor. Esto le va a abrir la puerta a ese público. En la región ha pasado un fenómeno muy similar con la película chilena Tengo miedo torero, que es de temática LGTB y que se ha estrenado digitalmente allá y con récords de taquilla. Gracias a eso que pasó en Chile es que yo pensé en hacer algo similar acá.

Una opción de darle más estructura a tu registro fue el incorporar el testimonio de muchas personas heterosexuales que ven en este fenómeno a una suerte de liberación…

Llegar a la estructura final de la película fue un proceso largo y tortuoso. Creo que se asemeja al de un guionista antes de grabar una película. El problema es que cuando haces un documental, tu proceso es mientras estás grabando o terminas de grabar. Si me pasó que en un momento sentí que necesitaba jalar de otros hilos. En un primer corte no estaban muchos testimonios fundamentales ni los momentos de la marcha por el orgullo gay en Lima, que me pareció lo más importante de sumar porque había que generar un contraste ante la llegada de tantos personajes gays y el demostrar como este país sigue siendo lo que es.

Todas las historias que escogí y los personajes que fueron apareciendo, terminaron de esbozar este documental porque yo no quería simplemente mostrar un concierto de RuPaul. Ese contenido ya lo ves en plataformas y está ahí. Yo quería mostrar que esto sucedió en el Perú y cómo y porqué pasó.

¿Pensaste en que si no llegabas a encontrar el balance necesario esta película podía parecer un publicherry del show de RuPaul?

Si lo pensé, pero no me daba miedo. Es como cuando grabas conciertos de rock en tu celular y le das play una y otra vez y así pasa más de un año y lo sigues viendo. El primer corte si era eso, pero incluso así, a mí me emocionaba mucho. No nació como algo muy cinematográfico, tan temático o formal, pero si lo sentía como un registro muy locazo de algo que jamás en mi vida pensé que iba a pasar en el Perú.

Luego creció y felizmente tuve muchas reuniones con amigos editores y cineastas con quienes vimos los cortes y conversamos mucho. Me ayudó el hablar con muchos de ellos que no son gays y a quienes les llamaba la atención cosas que de repente para mí son más cotidianas.

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Tu película ya fue estrenada en “La Semana del Cine” de la Universidad de Lima y ahora ya se distribuye virtualmente. ¿Eso no le quita la posibilidad de llevarla a un circuito de festivales?

He esperado muchos años para estrenar esta película. Este es un proceso de amor/odio en el que llegas a estar harto de ella. Luego vuelves a quererla o a odiarla cuando le ves todos sus errores. Esta peli ya había cumplido su tiempo y necesitaba mostrarla. Pero al mismo tiempo, también sentía que no confiaba tanto en ella por ser tan cercana a RuPaul a pesar que yo jalaba los hilos para otros lados. Llegué a pensar que era una película menor, me ponía en el plan de crítico de cine y la veía como algo no tan festivalero.

Pero cuando fue vista en La Semana del Cine”, muchos amigos cineastas se acercaron y me dijeron que les parecía muy interesante y que podría funcionar en festivales. Igual, este ha sido un año raro y las reglas en los festivales se han flexibilizado mucho por el tema de como el COVID nos ha afectado a todos. Dentro de todo, es un estreno pequeño y tal vez mucha gente no se entere de su existencia. Voy a festivalearla, sí, pero creo que le veo más potencial en ese sentido a los nuevos documentales que estoy preparando (Arde Lima” y Salir del closet”).

En los 80, videoclips como I Want To Break Free de Queen jugaban con la idea de vestir a toda la banda de mujeres. Pero siendo Freddy Mercury gay su mensaje llegaba no solo a la comunidad LGTB, también a las mujeres heterosexuales que querían liberarse. ¿Tu película aspira a esa misma universalidad en su mensaje?

A mí me gustaría que pudiera verla cualquier persona. Obviamente, sé que algunas no la podrán ver y menos entender. No les echo la culpa por ello. Lamentablemente, la sociedad les ha enseñado a ser así y después de tantos años que les repiten que la humanidad es solo Adán y Eva, es muy difícil sacarles esas ideas. Sin embargo, muchas personas heterosexuales se conectan con personajes como el de la tía Sandra, o con la escena de la pedida de mano de una pareja gay en pleno concierto. Eso es universal…

*Las entradas para “Invasión Drag” pueden ser adquiridas en: Invasión Drag – CINESTESIA