‘You were never really here’: el tormento y la psique del asesino

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You were never really here (2017) es el segundo largometraje de la directora escocesa Lynne Ramsay, después de su magno film We Need to Talk About Kevin (2011), que le valió a Tilda Swinton una nominación como mejor actriz en los Globos de Oro. Al igual que el anterior, You Were never… también es escrito por Ramsey, adaptado de una novela homónima de Jonathan Ames.

Se trata de un thriller criminal que narra la atormentada personalidad de Joe, un ex militar y ex agente del FBI que trabaja como un caza recompensas, o un asesino a sueldo, para rescatar a jovencitas capturadas por una red de tráfico de menores. Joe padece una severa crisis de estrés post traumático, y se encuentra al borde de un risco insalvable.

Después de completar uno de sus trabajos, recibe el encargo de rescatar a Nina, la hija de un importante senador (interpretada por Ekaterina Samsonov). Este trabajo lo llevará a desvelar una red de corrupción mucho mayor, cuyo látigo violento golpeará a Joe sin misericordia. A partir de ese punto, la sangre correrá con fruición, y Joe se verá enfrentado a serios dilemas, así como al empeoramiento de sus crisis.

De hecho, la narrativa del film corre en dos direcciones contrarias: una que va hacia afuera, hacia el desvelo de las corruptelas de la policía al mando del gobernador Williams, y la otra, la más importante, hacia adentro de Joe, cuya psique se deteriora irreversiblemente.

Esta segunda narrativa interior será la que le otorgue toda la tensión dramática al film, no la sangre de todos los demás involucrados, ni las formas de Joe para erradicar el problema. El film ha sido comparado constantemente con Taxi Driver, de Scorsese, y con Leon: The Professional, de Luc Besson. En efecto, la estructura de la película guarda similitudes importantes con estos dos trabajos cinematográficos.

Pero la película de Ramsey se asemeja más a un slasher de nueva generación, cuyo asesino es transparente al espectador, y las razones por las cuales mata, y la saña con la que lo hace, son evidentes para quien mira la película, pero no para los personajes. Ese es el ingrediente clave del thriller, y es ahí en donde Ramsey concentra todos sus poderes.

Los movimientos de la cámara, la edición de sonido, la manipulación de la luz, y desde luego toda la potencia histriónica de Joaquin Phoenix, que interpreta a Joe, estarán dispuestos para resaltar este aspecto psicológico del filme. En realidad, You were never really here es un viaje hacia adentro de los confines oscuros de la mente del protagonista: el caos exterior es sólo una consecuencia de ello.

El filme, por otro lado, fue un éxito rotundo de la crítica. Medios como Variety, dijeron que Ramsey era una de las realizadoras vivas más importantes del planeta, y que su película era un exquisito examen del sufrimiento y la violencia. A Ramsey le costó uno 3 millones de dólares hacerla, y tuvo a las casas productoras británicas Film4 Productions y Why Not Productions para llevarla a puerto.

La distribuidora fue Amazon Studios, que la estrenó en Francia desde noviembre pasado, y sólo hasta ahora en Norte y Latinoamérica. En Estados Unidos el filme debuto apenas el seis de abril pasado. No obstante, Ramsey presentó una versión incompleta de la película en la 70 ceremonia del Festival de Cannes, en donde recibió una ovación de pie por parte del público y jurado de siete minutos. En esa misma ceremonia, ganó el premio a mejor actor, para Phoenix, y el de mejor guión original, para Ramsey. Fue nominada incluo para la Palma de Oro.

En otras plataformas, como Rotten Tomatoes, el filme tiene 88% de aprobación, y en la IMDB su ranking de popularidad está por arriba de los 45 puntos. De tal modo que You were never really here es un verdadero éxito de la crítica. Es un filme perfectamente ensamblado, tensado con inteligencia y dirigido con mucha madurez.