The endless: horror sin explicación

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Siempre se ha tenido la necesidad de expresar lo peor que nos puede pasar usando el horror como herramienta para comunicarlo. Desde las antiguas mitologías hasta hoy en nuestros tiempos, la humanidad ha representado con metáforas los elementos que nunca querrá encontrar en sus caminos. El infierno y sus bestias castigadoras, los vampiros para nuestra aversión al pasado y al sometimiento de los poderosos, los zombies reflejando un miedo al control masivo, y ahora para nuestros días contemporáneos: el temor a lo irracional y lo inexplicable.

Justin Benson y Aaron Moorhead han creado una mancuerna creativa que los ha llevado a crear películas como Resolution (2012), un filme de horror que tiene la particularidad de estar dentro del mismo universo creativo al que pertenece esta película del 2018 que estaremos reseñando, The endless, dirigida, escrita, producida y protagonizada por los mismos Benson y Moorhead.

Foto tomada de Digitalspy.com


Como ya es costumbre de estos productores, sus temas centrales son el horror donde no es clara la línea que divide lo que imaginan sus personajes o la realidad. Una vez más de forma curiosa, Benson y Moorhead optaron por interpretar a un par de hermanos, dando sus nombres propios a sus personajes, uniéndose dentro del relato con el apellido Smith, es por eso que Aaron Smith y Justin Smith son los nombres de los protagonistas de esta cinta de horror.

Para sumirnos dentro del plot, la película comienza con el envío de un inusual paquete, conteniendo un vídeo de un campo de verano llamado Arcadia, al que Aaron Smith y Justin Smith asistieron cuando eran unos niños. El vídeo que se les entrega luce gastado y su formato es análogo, cosa que les parece de lo más extraño y el par de hermanos deciden ir a visitar el campo de verano. Al llegar se encuentran con las mismas personas que estuvieron cuando ellos asistieron por primera vez años atrás, identificando a todos de inmediato puesto que nadie de ellos había envejecido en absoluto, es aquí cuando tanto Aaron y Justin, como la audiencia, sentimos por primera vez el escalofrío de lo que está por venir.

Foto tomada de ocmoviereviews.com


Justin se encuentra muy inseguro respecto a lo que empieza a ver en el campo Arcadia, mientras que Aarón tenía la curiosidad de quedarse para saber qué es lo que pasaba. Tanto es así, que convence a su hermano de quedarse un día más en el campo, pues su intención era la de descubrir que pasaba. Los hermanos incluso antes de llegar a dicho campo de verano tenían la teoría de que las personas involucradas en ese campo podrían ser parte de un culto religioso un tanto obsesivo, o un grupo de fanáticos que tenían la intención de cometer un suicidio masivo.

Sin estar seguro de estar completamente paranoico o afectado por las teorías que habían argumentado entre él y su hermano, Justin empieza a aseverar ser vigilado por una entidad oscura que lo acecha. Por su parte, Aaron con su necesidad de saber que pasa, nos hacen dudar a los espectadores si el lugar mismo (que funge como personaje) les provoca la pérdida de la cordura. Los eventos que suceden durante su estancia desafían toda lógica, pero Aaron y Justin no se pueden fiar de atribuir todo a la imaginación, pues arriesgarse a hacer eso les podría resultar fatal.

Foto tomada de filmcomment.com


Es este tipo de horror el que empieza a apoderarse de la narrativa contemporánea. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en la mitología de H.P. Lovecraft, con su caótica deidad proveniente de un universo paralelo que no comprendemos, Cthulhu. Las figuras pasadas de horror como los vampiros por ejemplo, están adquiriendo nuevas connotaciones más acordes a cómo ve la sociedad al mito del vampiro. Como muestra tenemos la película Sólo los amantes sobreviven (título en inglés: Only Lovers Left Alive, 2014) donde los vampiros Eva (Tilda Swinton) y Adam (Tom Hiddleston), se encuentran en inactividad y en decadencia, viviendo fuera de su característica opulencia gracias a perdurar hasta estos tiempos como consecuencia de su inmortalidad, la cual es una visión de las últimas generaciones de esta figura del horror, que lejos de protagonizar nuestras pesadillas, ya sólo se les reconoce y mantiene por su valor histórico y no tanto como el espejo de los temores de la humanidad.

Si algo hace de forma exquisita esta reciente producción The endless, es recordarnos que para nuestros tiempos que están de nueva cuenta bien sujetos a la lógica, lo racional y la ciencia, lo verdaderamente terrorífico es no saber qué nos deviene y por ende, no saber cómo enfrentarlo.