RANKING 2018: las mejores 25 películas del año que terminó

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El año que recién termina estuvo marcado por algunos sucesos cinematográficos que permitieron que el 2018 no pasara en vano. Dejando de lado los típicos estrenos de Marvel y DC que poco competen a la comunidad de Cine O’culto, nos corresponde mencionar, entre otros, el regreso, 40 años después, de un asesino fundamental dentro del slasher, Michael Myers; la reincursión de Wes Anderson en el cine de animación con su Isla de Perros; el estreno de una obra inconclusa del legendario Orson Welles; y por supuesto, el claro intento de un gigante como Netflix de sumar calidad a su modesto catálogo, reclutando realizadores de la talla de Los Hermanos Coen, Alfonso Cuarón y Susanne Bier, todos ganadores de premios Oscar, y otros de éxitos recientes; Alex Garland (Ex-Machina), David Mackenzie (Hell or High Water), Paul Greengrass (Captain Phillips) y Gareth Evans (The Raid 1 y 2).

Es por eso que nuestro ranking está compuesto, en su mayoría, por filmes que circularon por los festivales de Cannes, Berlín, Venecia, Sundance, TIFF, Sitges. Así que procederemos tratando de brindar una mirada objetiva.


25. A Star is Born

La ópera prima de Bradley Cooper como director y cuarta versión de Nace una Estrella, marca un conmovedor y prometedor debut del nominado tres veces al Premio Oscar en el apartado actoral. Y lo que llama en igual proporción la atención es la portentosa actuación de Lady Gaga en un papel que por obvias razones la favorecía.

Así que por más que estemos hablando de un remake, de un filme que más tiende hacia el cliché por el hecho de narrar la historia de una estrella consagrada que ayuda a otra —menos reconocida— a triunfar y demostrar su verdadero talento; es una apuesta musical en la que el drama es efectivo y tan auténtico como Bradley quiso que fuera.

24. First Man

El joven director Damien Chazelle, responsable de Whiplash (2014) y La La Land (2016), y ganador de un Premio Oscar, presentó su tercer largometraje, dejando esta vez el guion en manos de Josh Singer. Narra la historia de la misión de la NASA que convirtió a Neil Armstrong en el primer hombre en llegar a la luna.

El filme brilla por su factura técnica, prescindiendo, en gran medida, de los efectos especiales logrados por medio de computadora. Pero su principal bondad reside en esa narrativa que se aleja del hito científico y se acerca al sentido humano, al sufrimiento —si se quiere— del hombre de familia por encima del hombre de ciencia.

23. The Other Side of the Wind

El nombre de Orson Welles remite de inmediato al cine de antaño,  al talentosísimo actor y director responsable de una de las mejores películas de la historia: Ciudadano Kane, al hombre que conmocionó a su nación con la transmisión radiofónica de La Guerra de los Mundos. Y fue gracias a Netflix que se volvió a hablar, medio siglo después, de un filme que ya se había sometido al olvido por la ausencia de su creador. ¡Motivo suficiente para entrar en nuestro top!

¿Qué podemos esperar? Una obra incapaz de negar autoría, en la medida de destacar por meticulosidad y franqueza, una sátira del turbulento mundo del cine y el Hollywood de principios de los 70.

22. The Ballad of Buster Scruggs

Los Hermanos Coen fueron, como ya lo hemos mencionado, refuerzos de lujo para Netflix durante 2018. Inicialmente esta antología western se había pensado como miniserie pero finalmene fue presentada en Venecia como un largo, es por eso que está compuesta de seis historias independientes. Recordemos que este par de directores ya habían incursionado en el western con True Grit, película que cuenta con geniales actuaciones de Jeff Bridges, Hailee Steinfeld, Matt Damon y Josh Brolin.

Su estilo, humor y calidad se mantienen intactos por mucho que se quiera hablar de un bajón. El trabajo de casting es tan excepcional que hace que un actor del reconocimiento de Liam Neeson pase casi desapercibido. Así que percíbela como miniserie si deseas, pues mínimo te engancharás con uno o dos de los relatos, si tienes fortuna con la totalidad de ellos, gracias a la solidez del guion.

21. Pájaros de Verano

Hace ya más de tres años que Ciro Guerra trascendió las fronteras de su natal Colombia luego de presentar al mundo El Abrazo de la Serpiente, cuyo potencial se materializó en una nominación a Mejor Película de Habla No Inglesa en los Premios Oscardel, la primera en la historia para el país cefetero. Además el filme sería aplaudido y premiado en cuanto festival participó, destacando el premio Art Cinema en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.

Al lado de su esposa y colega Cristina Gallego, nos entrega otro filme para enmarcar, en el que la tradición cultural del pueblo Wayuu es corrompida por las ansias de riqueza —y poder— producto del narcotráfico. Es mérito de sus realizadores que ese hermoso telón de fondo ancestral, producto de una estética y edición impecable, se sobropone al recurrente tema de las drogas en el que fallidamente insisten realizadores propios y extraños.

20. Wiñaypacha

Se trata de la primera película hablada íntegramente en la lengua indígena aimara, protagonizada por un par de ancianos que jamás habían actuado, Willka (Vicente Catacora) y Phaxi (Rosa Nina), habitantes de un lugar remoto perdido entre los Andes de Perú, quienes esperan por el regreso de su único mientras se aferran a la vida.

Lo hecho por Óscar Catacora se percibe como una colosal hazaña, un logro cinematográfico capaz de extraer el elixir más puro de lo que queda de humanidad, para plasmar conceptos que se acercan a la supervivencia, la persistencia y la eternidad. La sintonía entre director, reparto y locación desborda naturalidad.

19. The Guilty

Desde Dinamarca aterrizó en Sundance la ópera prima de Gustav Möller, película ganadora del premio del público en dicho festival. Cuenta la historia de un oficial de policía suspendido y relegado al cargo de operador de emergencia. Desde su nuevo puesto de trabajo debe atender la llamada de una mujer en busca de ayuda, cuyo paradero es desconocido.

Lo que de manera superficial se define como un único actor en el mismo espacio durante cerca de 90 minutos, contiene un thriller filmado y actuado con maestría, en el que la narración es ágil e impide que el espectador se aparte ante la tremenda dosis de suspenso.

18. Todos lo Saben

La primera incursión del cineasta iraní Asghar Farhadi (A Separation) en tierras ajenas a su patria, protagonizada por Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín, es un drama —con alma de thriller— de justas proporciones, más liviano que sus anteriores trabajos pero indudablemente superior a buena parte de los dramas hollywoodenses.

Javier Bardem carga con el peso de una historia que transita por senderos indescifrables, en la que el secuestro de una joven será el detonante de tempestuosos conflictos entre miembros de una misma familia, hasta el punto de generar daños irreparables. ¿Quién mejor que Farhadi para dicho cometido?

17. Green Book

Viggo Mortensen interpreta a un rudo italoamericano que es contratado como chófer de Don Shirley (Mahershala Ali), un reconocido pianista afroamericano, durante una gira de conciertos por el sur de Estados Unidos. La historia está ambientada en los años 60.

La elección de Farrelly no pudo ser mejor, el dúo actoral de polos opuestos conmueve y divierte, la química es evidente y el resultado eficiente. Ambos permiten que el guion se aparte del cliché al momento de ahondar en tópicos relacionados con racismo, clases sociales y derechos civiles.

16. Shoplifters

El realizador japonés Hirokazu Koreeda, fiel a su estilo, concibe otro retrato cotidiano lleno de contrastes emocionales, adornando el drama con jocosas situaciones que permiten que el desgarrador trasfondo no sea fulminante al momento del visionado.

A la sólida narración de Koreeda se suma la calidad de las actuaciones. Es una suerte que su manera de filmar remita a la un histórico como Yasujiro Ozu, gozando de meticulosidad y sobriedad.

15. The House that Jack Built

Lars es el típico realizador que no admite términos medios, básicamente lo amas o lo odias. Como claro exponente del cine de autor, te permite apreciar, a través de cada una de sus obras, su perspectiva acerca de las relaciones humanas y el complejo ramillete de emociones que le acompañan a la horade filmar.

¿Quién mejor que él para intentar describir lo que ocurre en la mente de un perturbado asesino? Si bien se le acusa de misógino por este y otros cuantos filmes, su humor es tan fino que tiende un manto sobre toda aquella situación que puede resultar incómoda para el espectador. Las referencias al arte, aunque excesivas, no resultan fortuitas y mucho menos innecesarias. ¡Gracias Lars por la invitación al infierno al mejor estilo de Dante!

14. Mandy

Mucho se habla en la red del bajo desempeño actoral de Nicolas Cage y su participación en películas mediocres u olvidables. Luego de la proyección del nuevo filme del griego Panos Cosmatos mucho se habló de la redención del actor californiano y su positivo desempeño.

En Mandy, un relato tan terrorífico como psicodélico, la sangre corre a borbollones mientras un desenfrenado Cage enfrenta a una sarta de psicópatas miembros de un secta, los cuales se atreven a secuestrar y asesinar a su amada. La cinematografía y edición le brindan un toque de psicodelia, el neón brilla en medio de las tinieblas y la atmósfera no puede ser más turbia.

13. Eighth Grade

Nos encontramos frente al coming-of-age del año, narrado con acierto y confianza por parte del —hasta ahora— desconocido Bo Burham. El año pasado Greta Gerwig y su Lady Bird hicieron la propio, la presencia del género comienza a ser infaltable año tras año.

Kayla, niña de 13 años e intento de youtuber, tiene que lidiar con el mar de emociones propias de la adolescencia. Es la personificación de ese millenial cuyo objetivo es destacar a pesar de vender falsos valores y aferrarse a compañías incómodas. La cuota de diversión es garantizada.

12. Hereditary

La ópera prima del director Ari Aster es, quizá, el mejor filme de terror del año. Si bien fue inflada hasta el cansancio —cuestión que jugó en contra— al etiquetarse como ‘El Exorcista de esta época’, transita tranquilamente por el horror, el drama y el thriller dejando como esporádico y casi nulo el recurso del jumpscare. Todas las interpretaciones resultan efectivas pero destaca una potente Toni Collette quien carga con buena parte de la historia.

Los elementos estéticos y sonoros juegan a favor en la construcción de una atmósfera sombría y desesperanzadora, no queda lugar para momentos de júbilo. Cuán loable es el hecho de que se apueste por un horror diferente en conceptos, equiparable a The Witch, también marca registrada de A24, o a filmes como The Babaddok o It Follows.

11. Sorry to Bother You

Boots Riley, más reconocido por su carrera como rapero, firma una ópera prima sensacional e irreverente. En la que el también rapero y actor Lakeith Stanfiled, reconocido por su actuación en la serie Atlanta y una mínima aparición en Get Out, se lleva todos los aplausos. Por encima de Steven Yeun y Armie Hammer.

Su comedia hace el intento por apartarse del cliché y las situaciones irremediablemente forzadas típicas del género. Hasta se da el lujo de introducir algo de ciencia ficción en la historia de un agente de telemercadeo que buscará sobresalir con su habilidad en ventas y acento de blanco.

10. Happy As Lazzaro

¿Es la nobleza un síntoma pleno de vulnerabilidad?¿Está condenado quien obra bien a perecer en un mundo en el que sólo sobrevive el más fuerte? Alice Rohrwacher explora la condición humana con un entrañable —y por momentos patético— personaje de Lazzaro, un joven campesino.

Lazzaro y sus abusivos compañeros y familiares, habitantes de una aldea perdida en tiempo y espacio, no salen del letargo que les produce la imposición de labores por parte de una supuesta marquesa. Los saltos temporales nos toman por sorpresa en una fábula con elemento del neorrealismo italiano, colmada de humor y actos de nobleza.

9. BlackKklansman

Ambientada durante los años 70, época encabezada por la lucha por los derechos civiles, presenta la historia del primer agente de color del condado de Colorado Springs, quien, haciendo caso omiso al amedrantamiento por parte de compañeros y superior, se infiltra de manera increíble en la secta del Ku Klux Klan.

La película de Spike Lee, acreedora del Gran Premio del Jurado en Cannes, se presenta como un canto de protesta al racismo que permanece vigente en Estados Unidos y el mundo, auspiciado por los líderes de turno. Su humor es tan certero como su final, el cual aterriza para dar el golpe de gracia e insistir en la gravedad de la situación.

8. The Sisters Brothers

De nuevo el western cabalga a través de nuestro top, esta vez en un puesto de más relevancia. No es para menos. El cineasta galo Jacques Audiard, responsable de las alucinantes A Prophet (2009) y Rust and Bone (2012), reúne en un sólo filme a John C. Reilly, Joaquin Phoenix y Jake Gyllenhaal.

Barbarie, camaradería y redención se reafirman en el relato de Audiard, sin embargo la intención no es dar paso a tiroteos sin fin en medio del lejano Oeste. Las cámaras se encuentran del lado de las motivaciones y emociones que mueven a nuestros forajidos, de su fragilidad y voluntad quebrantable.

7. Dogman

Estamos ante de las más preciosas —y duras— analogías a la lealtad, fidelidad, persistencia y por supuesto rabia, típicas en el apodado mejor amigo del hombre. Marcello, un peluquero de perros, se enfrenta a relaciones tan turbias como la atmósfera misma del filme, su ingenuidad y tolerancia superan el tope, y le conducen por callejones sin salida.

La interpretación y puesta en escena, resultan tan creíbles y honestamente brutales que será imposible posar indiferente ante el filme de Matteo Garrone. ¿Hasta qué punto resulta sano hablar de lealtad en un escenario en el que triunfa el más fuerte?

6. Isle of Dogs

Wes Anderson regresa al cine animado, al stop-motion, luego de que en el 2009 nos entregara Fanastic Mr. Fox, tan fantástica como divertida. Y para nada desentona con su nueva apuesta, plagada de perros, divertidas situaciones, y secuencias y planos de minuciosa realización.

El filme de Wes diverte a la vez que conmueve, la perfección de cada plano se maximiza gracias al condimento que agregan las composiciones del maestro Alexander Desplat, ganador de dos premios Oscar.

5. Roma

Es de elogiar que un director del reconocimiento de Alfonso Cuarón, cuyo nivel técnico quedó más que demostrado con Children of Men (2006) y Gravity (2013), y si se quiere con una de las entregas de la saga Harry Potter. Regrese a sus orígenes para presentar su filme más intimista, en el que escribe, dirige y hasta se encarga la fotografía.

Roma está ambientada —y de qué manera— en el México de los años 70, más exactamente en el barrio Colonia Roma de la Ciudad de México, allí Cleo, una joven nana, se encarga de las labores domésticas y el cuidado de una familia de clase alta. ¿Qué hace a Roma especial? En medio de su inmensa austeridad y como retrato de lo cotidiano, se esconde una representación de las jerarquías sociales que han marcado por muchos años, no sólo a México sino a América Latina. Si deseas ir más allá, es nuestra gente la que se encarga de las tareas más humillantes en territorio del Tío Sam y sirve de sostén para aquellas familias en las que abundan las ganancias y prima el ausentismo. Pero bueno, ya esa es la historia del ‘sueño americano’.

4. Leave no Trace

Debra Granik, directora de la notable Winter’s Bone (2010), nos presenta un filme que remite de manera inmediata a películas como Into the Wild (2007) y Captain Fantastic (2016), en los que la independencia de lo citadino es tema central.

Un Ben Foster, que cada día pareciera estar en mejor forma, y una joven Thomasin McKenzie, ofrecen unas sólidas interpretaciones. Estamos hablando de un drama en el que la armonía entre entorno y humanidad es espontánea. Nada es forzado, nada es impuesto. El miedo al cambio, a lo desconocido, a lo banal es latente.

3. First Reformed

El filme data del año pasado pero fue estrenado apenas en el 2018 y así mismo, tenido en cuenta para la actual temporada de premios; tanto guion como rol protagónico (Ethan Hawke) fueron premiados en los Gotham, Asociación de Críticos de Chicago y Círculo de Críticos de Nueva York, además reconocida como una las mejores películas del año por el American Flm Institute y la National Board Review.

Tenemos que decirlo, la actuación de Hawke es perfecta, sin duda una de las mejores del año. En ella encarna a un solitario reverendo y su reflexión sobre la espiritualidad, la soledad y hasta el activismo si se quiere. Aunque algunas secuencias se tornan extensas, se sostienen, y de qué forma, a base de guion.

2. Burning

Ya no resulta sorpresiva la calidad del cine surcoreano, cada año aterrizan en los festivales un puñado de filmes que se resisten a ser ignoradas. Lee Chang-dong, director, novelista y guionista, lleva a la gran pantalla un cuento del autor japonés Haruka Murakami. Y resulta en un thriller vestido de drama —o visceversa— cuya trama, aparentemente inofensiva y cotidiana, esconde un relato perturbador orquestado por un personaje de la alta sociedad.

La película recibió el FIPRESCI en el Festival de Cannes como reconocimiento a su reflexión sobre la sociedad contemporánea y soberbia fotografía. Muchos de sus planos gozan de excelsa naturaleza poética y visual.

1. Cold War

El filme dirigido por el polaco Pawel Pawlikowski, premiado en Cannes este año como mejor director, se presenta como una propuesta de indiscutible calidad en el apartado de fotografía, banda sonora, guion y dirección, y se amotina, desde ya, en la categoría de película de culto.

La historia de amor a prueba de todo desarrollada durante la Guerra Fría, tiene el poder de deslumbrar y conmover sin necesidad de ser complaciente o apegarse al manual. Ya arrasó en los Premios del Cine Europeo, y fue elegida como mejor película de habla no inglesa por la National Board of Review y el círculo de críticos de Nueva York. Toda nominación o premio recibido será en absoluto justo.