2 décadas, 20 historias: películas independientes que marcaron una época

- Por

Aunque en estos 20 años no hayamos colonizado la Luna ni viajemos en coches voladores, el cine sigue tan vigente y fascinante como siempre, tanto las grandes producciones de Hollywood como las independientes.

Todo un cliché. Pareciera que fue ayer cuando la euforia por la llegada del año 2000 invadía los medios de comunicación y el tema del arribo del siglo XXI estaba todo el tiempo en la agenda de la opinión pública.

Era un año que se veía tan lejano e imposible de alcanzar, en el que unos juraban que habría una catástrofe informática que nos llevaría al caos con la inevitable aniquilación entre nosotros mismos.

Otros se sentían decepcionados por no ver siquiera indicios de que los autos volaran y no viviéramos en la Luna. Era 1997 y la máxima novedad automotriz eran, quizá, los seguros eléctricos de las puertas.

Pero en el cine no ha sucedido lo mismo. Así que, en esta ocasión, nos enfocaremos en el cine independiente. Sundance TV lo define como “un cine alejado de los grandes estudios y de sus canales de producción, distribución y exhibición. Un cine realista que surge como consecuencia de ese distanciamiento de los estudios y de la aparición de una nueva corriente narrativa en Nueva York, que trataba de mostrar a los personajes en situaciones de la vida cotidiana”.

Entiéndase por esto al cine de autor, películas de bajo presupuesto o todo lo contrario, pero con narrativas que rompen con los esquemas hollywoodenses.

De hecho, hay cineastas independientes que, pese a contar unos buenos millones, prefieren optar por historias con una visión más personal y artística. Es decir, el cine independiente regularmente es íntimo, realista o extremadamente fantasioso, dramático, exquisito y transgresor.

A continuación, en el umbral de la segunda década del siglo XXI que se va, enlistamos la primera parte de varias películas independientes que, además de cumplir dichas características, fueron aclamadas por la crítica y ganaron varios premios a nivel mundial:

El despertar de las hormigas (Costa Rica, 2019)

Se trata sobre Isa, una modista que vive con su familia en un pueblo de Costa Rica. Su esposo, Alcides, desea tener un varón, pero la mujer no quiere otro embarazo.

Pese a no tener queja sobre su rol en la familia, ante la insistencia de su esposo por querer otro hijo, descubre que deberá luchar por romper algunos paradigmas en su matrimonio.

Este filme de Antonella Sudasassi ganó el premio a la mejor película en el Festival Internacional de Costa Rica, estuvo nominada a la mejor película Iberoamericana en los Goya y fue premiada en el Festival de Seattle.

Cafarnaúm (Líbano, 2018)

La cineasta Nadine Labaki ha ganado una privilegiada posición entre las mejores directoras independientes del mundo, gracias a este poderoso drama sobre Zain, un niño de 12 años que sobrevive a los peligros de las calles de Beirut gracias a su ingenio.

«Una fábula contemporánea de carácter político sobre un niño que se rebela contra la vida que le han impuesto vivir», describe la sinopsis.

Fue seleccionada para competir por la Palma de Oro en Cannes 2018, donde ganó el Premio del Jurado y recibió una ovación de 15 minutos.

Hereditary (Estados Unidos, 2018)

Si hablamos de películas de terror que incomodan y se alejan de los lugares comunes del género, inevitablemente brinca el nombre de Ari Aster, un director de 33 años que logró posicionar a su primer largometraje como “la mejor película de terror de 2018”, e incluso fue bautizada como “el exorcista del nuevo siglo”.

Se trata sobre las desventuras de la familia Graham, que se inician con el fallecimiento de la matriarcal abuela. De ahí, comienza un desconsolado, aterrador y torturante drama lleno de actividad paranormal a lo largo de 127 minutos.

Obtuvo 58 nominaciones y 24 premios, en los que se incluyen 6 Fright Meter Awards: mejor película de horror, mejor director, mejor actriz (Toni Collete), mejor actor de reparto (Alex Wolf), mejor guion (Ari Aster) y mejor cinematografía (Pawel Pogorzelski).

Sueño en otro idioma (México, 2017)

Es el tercer largometraje del veracruzano Ernesto Contreras, escrito (igual que todos sus trabajos) por su hermano Carlos.

Una entrañable fábula sobre el perdón, el amor y la palabra, que tiene como protagonistas a Evaristo e Isauro, hablantes de la lengua zikril, la cual permite a seres humanos, animales y a todos los entes comunicarse entre ellos. 

Martín (Fernando Álvarez Rebeil), un joven lingüista de la universidad veracruzana, pretende salvar a la lengua zikril de la inminente extinción, y solo los dos viejos pueden ayudarlo.

El lingüista pretende que ambos sostengan una conversación en la lengua, mientras él registra todo. El problema es que están peleados a muerte. No obstante, Martín, por amor a su profesión y como una afrenta personal por el cariño que ha desarrollado por Lluvia (Fátima Molina), nieta de Evaristo, pretenderá reconciliarlos para que hablen a través del zikirl.

En el Festival de Sundance ganó el Premio de la Audiencia y estuvo nominada al Gran Premio del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Oslo, Noruega. Asimismo, ganó el Premio del Jurado en el St. Paul International, de Minneapolis.

Retablo (Perú, 2017)

La ópera prima del director Álvaro Delgado-Aparicio trata sobre Segundo (Junior Béjar), de 14 años, quien admira a su papá y aprende su oficio de retablista. El padre guarda secretos que llevan a la tragedia, por lo que Segundo deberá enfrentar a la sociedad conservadora que lo rodea y considerar su futuro como artesano.

La cinta está hablada casi en su totalidad en quechua, y es considerada un llamado urgente a la tolerancia y al respeto por la diversidad.

Consiguió premios en festivales de cine en Toronto, Berlín, La Habana, San Francisco, Nueva York, Bilbao, Madrid, Sídney, Suiza, Suecia, Vancouver, Chicago, Ucrania y Houston, por mencionar algunos.

A Ghost Story (Estados Unidos, 2017)

Una genialidad cinematográfica a partir de una ultra sencilla premisa: un hombre que muere en un accidente automovilístico y regresa como fantasma a la casa donde vivía con su esposa.

Para esta historia, David Lowery juntó de nuevo a la mancuerna Rooney Mara-Casey Affleck, quienes entregaron un extraordinario “drama sobrenatural”, que además sustenta la parte de miedo, no en el espíritu del fallecido, sino en cosas tangibles como la soledad.

Anomalisa (Estados Unidos, 2015)

Gracias al mecanismo de crowdfunding (financiamiento en el que “inversores” aportan cantidades libres de dinero), Charlie Kaufman logró desarrollar esta animación para adultos.

Michael Stone (David Thewlis) es un hombre apático, en plena crisis de mediana edad, incapaz de consolidar relaciones interpersonales con éxito. Irónicamente, es autor de libros sobre atención al cliente y superación personal.

Un día, cuando viaja a Cincinnati para promover su último libro en una convención, conoce a Lisa (Jennifer Jason Leigh), admiradora de su trabajo, cuya peculiar voz y personalidad enamoran a Michael. Entonces decide abandonar todo (familia incluida) para buscar la felicidad junto a su nueva aventura.

Recibió el Gran Premio del Jurado del Festival Internacional de Cine de Venecia. Además, fue nominada a mejor película animada en la 88 entrega de los Premios Óscar, así como en los Premios Annie y Globos de Oro en la misma categoría; además de mejor música y mejor animación de Los Angeles Film Critics Association.

Ha obtenido más de 50 nominaciones y ganado 18 premios.

The Babadook (Australia, 2014)

Amelia (Essie Davis), una madre viuda tras el fallecimiento de su esposo, tiene que educar a Samuel (Noah Wiseman), su hijo de seis años que vive aterrorizado por un monstruo que se le aparece en sueños y que amenaza con matarlos.

Cuando un extraño libro de cuentos llamado The Babadook aparece en su casa, el niño se convence de que la criatura del libro es con la que ha estado soñando. Su madre decide medicarlo para corregir su errante y violento comportamiento. Sin embargo, poco a poco descubre que las aparentes alucinaciones podrían no serlo.

«El terror tiene un nueva estrella, y esta lo maneja en casi todas sus facetas. Psicológico, violento, fantástico, primario, racional e irracional, clásico y moderno. El género es el monstruo», escribe Víctor Esquirol, de Cinemanía, al emitir su crítica sobre esta cinta de terror dirigida por Jennifer Kent.

La película obtuvo 61 nominaciones y ganó la mejor dirección en los Fangoria Chainsaw Awards y la mejor película de los Premios de la Sociedad del Horror.

La vida de Adèle (Francia, 2013)

Adèle es una adolescente de 15 años con dudas sobre su sexualidad. Cuando conoce a Emma (Léa Seydoux) se enamora inesperadamente de ella, pero esta atracción provoca que Adèle sufra los prejuicios de quienes la rodean.

Es una daptación de la novela gráfica Blue, de Julie Maroh, dirigida por Abdellatif Kechiche.

En el Festival de Cannes ganó por unanimidad la Palma de Oro del jurado oficial y el Premio FIPRESCI. Es la primera película a la que se le otorga la Palma de Oro tanto al director como a las actrices principales.

“Trilogía de la Depresión” de Lars Von Trier: Anticristo (2009), Melancholia (2011) y Nymphomaniac (2013)

Estas tres obras no cronológicas, según Von Trier, concebidas en un estado de depresión, se desarrollan a través de desoladoras historias que exploran lo más macabro, retorcido y, obviamente, triste de la mente humana.

Anticristo es sobre una pareja que pierde a su hijo en un accidente, mientras ellos hacen el amor,en un prólogo que se visualiza como poesía.

Después de ello, se retiran a una cabaña en el bosque para tratar el duelo. Él, como esposo, hace de psiquiatra de ella.

Es una cinta perturbadora y conmovedora a la vez. Violenta y romántica, que a lo largo de sus seis capítulos atrapa al espectador entre las garras de una salud mental pérdida en su totalidad, al puro estilo audiovisual y metafórico del cineasta danés.

Estuvo nominada a la Palma de Oro y Charlotte Gainsbourg obtuvo el Premio a mejor actriz.

Por su parte, Melancholia ha sido descrita como «un hermoso drama sobre el fin del mundo». Se trata sobre Justine (Kirsten Dunst) y su prometido Michael (Alexander Skarsgård) que celebran una sofisticada (y costosa) boda en casa de su hermana (Charlotte Gainsbourg) y de su cuñado (Kiefer Sutherland).

Mientras la novia cae en un profundo estado de decepción y tristeza al ver el verdadero rostro de sus supuestos seres queridos, la Tierra está a punto de ser destruida por el planeta Melancholia.

Kristen Dunst ganó el premio a mejor actriz en el festival de Cannes.

Finalmente, Nymphomaniac es la historia sobre una ninfómana, narrada por ella misma a un soltero de edad avanzada que la encuentra severamente golpeada en un callejón cercano a su casa.

Mientras la acoge en su hogar, él escucha atentamente el relato (lleno de metáforas) de una vida conflictiva, que gira en torno a la destructiva adicción al sexo que despertó en ella desde que era niña.

Persépolis (Francia, 2007)

Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud dirigen esta entrañable animación basada en la novela gráfica homónima de Marjane Satrapi.

Musicalizada por Olivier Bernet, es sobre Marjane, una niña iraní que vive la represión hacia las mujeres por parte de los fundamentalistas, al mismo tiempo que descubre bandas de punk, metal y rocanrol.

Cuando la niña crece, se debate entre una vida en la cultura occidental donde encaja perfectamente y entre regresar con su familia a la represión.

Obtuvo una candidatura a la Palma de Oro y consiguió el Premio del jurado en el Festival de Cannes. También consiguió el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine Cinemanila.

Volver (España, 2006)

La laureada cinta del español Pedro Almodóvar relata la historia de la manchega Raimunda (Penélope Cruz) que reside en Madrid.

Está casada con un obrero en paro (Antonio de la Torre) y tiene una hija adolescente (Yohana Cobo), en tanto su hermana Sole (Lola Dueñas) se gana la vida como peluquera.

Ambas echan de menos a su madre a quien piensan muerta, pero repentinamente la mujer se presenta en sus vidas.

El violín (México, 2005)

La película se trata sobre la doble vida del octagenario Plutarco (Ángel Tavira), su hijo Genaro (Gerardo Taracena) y su nieto Lucio (Mario Garibaldi), quienes son campesinos y músicos que participan en los planes de levantamiento en armas contra el gobierno.

Cuando llega el ejército al pueblo, los guerrilleros huyen y dejan abandonadas las municiones, pero don Plutarco planea recuperar las armas escondidas en su parcela de maíz, mientras su música cautiva al capitán del ejército, también de origen rural.

Es la ópera prima del director Francisco Vargas que se llevó 55 premios de diferentes curadurías, tales como el Festival de Morelia, San Sebastián, Huelva y São Paulo. Asimismo, recibió tres Arieles de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) en 2007.

Tideland (Reino Unido, 2005)

Jeliza-Rose huye de una fea infancia arrastrada por su imaginación, con la que crea un mundo ficticio en el que las luciérnagas tienen nombre, los hombres de barro despiertan al atardecer, tiburones nadan por las vías del tren y las muñecas Barbies tienen aventuras.

No podía esperarse algo menos onírico de Terry Gilliam, quien se llevó el premio FIPRESCI.

Madeinusa (Perú, 2005)

Este largometraje dirigido por Claudia Llosa trata sobre Salvador (Carlos de la Torre), un joven limeño que arriba a un pueblo en los Andes peruanos llamado Manayaycuna (el pueblo al que nadie puede entrar, en quechua).

El lugar tiene la creencia de que cada Semana Santa (antes del domingo de resurrección) Dios está muerto, por lo cual no puede juzgar los pecados que se cometen en el pueblo. Y es precisamente durante esa tradición que conoce a Madeinusa (Magaly Solier), con quien entabla una relación y buscan irse juntos, pero se topan con algunas complicaciones.  

Solier ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de Cartagena de Indias y estuvo nominada en la categoría de mejor nuevo director (Claudia Llosa) en el Festival Internacional de Cine de Chicago.

Good Bye Lenin! (Alemania, 2003)

A un mes de la caída del muro de Berlín, la madre de Alex, una orgullosa comunista, entra en coma.

Ocho meses después despierta y su hijo hará hasta lo imposible para que no se entere de que Alemania está reunificada, y lo peor: ¡domina el capitalismo!

Es ahí cuando se desata un dramático y, al mismo tiempo divertido montaje (paralelo a una historia de amor) con el fin de que todo sea tal como estaba cuando la señora se desconectó del mundo.

Recibió el premio al mejor director de los Premios de Cine Europeo y está incluida en la lista «Las 1001 películas que debes ver antes de morir» del productor Steven Schneider.

The Brown bunny (Estados Unidos, 2003)

El frenético Vincent Gallo dirige y escribe este drama romántico protagonizado por él mismo como Bud, un motociclista que está obsesionado por los recuerdos de su antigua amante, Daisy (Chloë Sevigny).

Durante un viaje a California entabla varios encuentros con mujeres para encontrar de nuevo el amor, pero al parecer es imposible sacarla de su mente.

Estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes.

Ciudad de Dios (Brasil, 2002)

Fernando Meirelles y Kátia Lund realizaron esta controversial cinta que se desarrolla en la favela conocida como Cidade de Deus.

Se enfoca en el enfrentamiento de dos facciones, que a lo largo de tres décadas se ha convertido en una zona de guerra, en donde las drogas, los asesinatos y el crimen dominan el territorio. 

Tiene 74 premios en su haber.

Adaptation (Estados Unidos, 2002)

Es una brillante película sobre una historia dentro de otra historia, una fórmula exitosa lograda en pocas ocasiones en cine y otras tantas en teatro.

Navega entre lo dramático, cómico, romántico, metafórico y hasta llega a percibirse como un sueño extraño con algunos momentos de pesadilla y surrealistas.

Obtuvo 100 nominaciones en distintas premiaciones y circuitos de cine independiente, de las cuales obtuvo 65.

La ley de Herodes (México, 1999)

Es la cinta que lanzó al estrellato al cineasta mexicano, Luis Estrada. Con una historia situada en el México de los años cuarenta, la película aborda los orígenes de la actual crisis política del país, en una época en la que el ya prácticamente desaparecido Partido Revolucionario Institucional (PRI) había conseguido su hegemonía y comenzaba a exprimir al pueblo mexicano. Esto ocurre a dos décadas de haber culminado la Revolución mexicana con la falsa promesa de “modernizar” al país.

La historia se centra en Juan Vargas, un empleaducho del PRI que es elegido por obtuso y manipulable para ser alcalde de San Pedro de los Saguaros, donde acaban de asesinar al presidente municipal.

Pese a su buena voluntad de sacar al maltrecho pueblo adelante, Vargas descubrirá los tejemanejes de la política y lo redituable que puede ser aprovecharse de una población analfabeta y en extrema pobreza. Pero, evidentemente, hay riesgos, y las cosas se le complican a Vargas. Esto desata una magistral muestra de humor negro y sátira política.

La película intentó ser vetada, pero salió victoriosa, y antes de su estreno lanzó una campaña con el eslogan “¿Por qué no quieren que la veas?”