“Tusk” ¿Por qué ser un hombre cuando se puede ser una morsa?

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La vida cotidiana de un humano conlleva demasiadas responsabilidades y preocupaciones: trabajar, terminar una tarea a tiempo, mantener una familia, llevar a los hijos a la escuela, preparar la comida, estar atorado en el tráfico, asistir a reuniones, soportar a los jefes en la oficina, terminar la universidad, pagar deudas…y la lista sigue; así que, ¿por qué no evitarnos todo este estrés transformándonos en algo más simple, algo como, por ejemplo, una morsa?

Sabemos que esto es difícil de imaginar, pero seguramente no lo será tanto luego de ver Tusk (2014) del director Kevin Smith. En esta película, un hombre llamado Howard Howe (Michael Parks) llevará al borde de la locura a Wallace Bryton (Justin Long) luego de que, tras un doloroso e inimaginable procedimiento quirúrgico, lo transforme en una morsa…literalmente.

Tusk. Fuente: Ladob.com

Tusk. Fuente: Lado B.com

Cabe destacar que Tusk es una cinta cuyo terror sólo es superado únicamente por el humor que maneja, pues mediante una trama prácticamente absurda llevada a cabo por procedimientos aún más absurdos, vemos un filme que resulta más que entretenido para aquellos que gustan de las comedias de horror.

Esto se da gracias a los personajes de Howard y Wallace, pues mientras el primero se pone en el papel de un hombre solitario cuyas vivencias (por demás increíbles) lo han trastornado y convertido en un loco obsesionado con las morsas; el segundo es un personaje totalmente irreverente y sin vergüenza que busca a gente extraña para entrevistarla y, así, tener una mayor audiencia en su programa de radio por internet. Por supuesto, los problemas comenzarán cuando estos dos peculiares individuos se conozcan y el locutor termine por convertirse en la presa de su entrevistado.

Y es que es a partir del encuentro entre estos dos que el terror no para, pues el desafortunado Wallace deberá sufrir en carne propia la locura de su captor, pues Howard se encargará de realizarle una serie de cirugías con las cuales tanto el uno como el otro irán perdiendo la cordura y su humanidad. De igual manera, la situación y la manera en que se presentan los problemas que el personaje de Bryton debe sufrir son por demás hilarantes, por supuesto, entendiéndolo todo desde el humor tan negro que Kevin Smith maneja, pues obviamente la cinta contiene más de una situación que resultaría imposible llevar a cabo en la vida real.

Tusk. Fuente: Unhombreenlaoscuridad.com

Tusk. Fuente: Un hombre en la oscuridad.com

No obstante, si el espectador se permite -aunque sea por un momento- pensar que los eventos que mira en esta película podrían llegar a ser verídicos, no sólo será capaz de sentir una gran incomodidad e incluso terror, sino que sentirá compasión pero, sobre todo, una gran lástima por el desafortunado destino del protagonista.

En resumen, Tusk es una cinta hilarante que no está hecha para tomarse en serio, sino únicamente para pasar un momento de risas e incluso un poco de terror pues, a diferencia de otras cintas de temática parecida como lo es The Human Centipede (El ciempiés humano, 2009), esta película de Kevin Smith no busca que el público sienta miedo o repulsión con el horror que maneja, sino que usa este elemento para crear situaciones bastante cómicas y sin sentido aunque, curiosamente, cuenta con un final que dejará pensando a más de uno si es mejor morir como hombre o vivir como animal…o mejor dicho, como una morsa.