Long Strange Trip: viaje directo a la odisea psicodélica
Estrenado en Sundance y adquirido por Amazon Video para su difusión exclusiva, Long Strange Trip (2017) es un documental sobre la legendaria banda The Grateful Dead, que se dio a conocer gracias a su estilo de composición único y ecléctico que fusionaba elementos del rock, folk, bluegrass, blues, country y jazz; además de las largas improvisaciones que realizaban en vivo y de su vinculación directa con el movimiento hippie de San Francisco que permeó la cultura y artes de los años 60 y 70.
De título inspirado en la frase de Jerry García “what a long strange trip it’s been”, que a su vez se convirtió en el nombre del segundo álbum compilatorio de la banda, el filme es resultado de más de 10 años de trabajo. La dirección de la película, que se extiende por cuatro horas, es de Amir Bar-Lev, documentalista siempre presente en Sundance y realizador de obras como My Kid Could Paint That (2007), The Tillman Story (2010) y Happy Valley (2014). Destaca también la presencia de Martin Scorsese como principal productor.
La crónica de una época
Con anterioridad, Amir Bar-Lev utilizó el documental principalmente con fines de denuncia. Mientras que en My Kid Could Paint That expuso a los padres de Marla, una niña de cuatro años comparada con Kandinsky, Pollock e incluso Picasso, por explotar a su hija vendiendo pinturas por un valor de $300,000 dólares; en Happy Valley destapó una tragedia extendida por décadas en un área de Pensilvania conocida como Happy Valley, una región que ve en el fútbol casi una religión y que se conmocionó en 2011 cuando el entrenador local Jerry Sandusky fue arrestado y acusado de 52 cargos de abuso sexual infantil.
En esta ocasión Bar-Lev pasa de la denuncia a la crónica, apoyándose en el género de la biografía con un tono que raya en la oda épica. Mezclando con maestría de editor las incontables horas de evidencia fílmica, grabada por la banda a lo largo de décadas (muchas de las cuales jamás habían sido mostradas), con testimonios directos de ex-integrantes, colaboradores y amigos, la película logra sintetizar la historia general de la banda y el entorno en el que se desarrolló. A ello se debe la duración de cuatro horas en las que no se siente que sobre algo. El mayor logro del filme es que sirve al mismo tiempo como biografía exhaustiva que como investigación periodística sobre una época convulsiva del siglo pasado.
Long Strange Trip es una delicia para el fanático de Grateful Dead, que conocerá la historia de los Deadheads, seguidores del grupo que iban siempre tras sus pasos; los chismes más trágicos, que incluyen algunas muertes a causo de los excesos y la creación de “El muro de sonido”, el sistema de sonido diseñado exclusivamente para la banda a principios de los 70 y el montaje “portátil”más grande de la historia (se necesitaban cuatro camiones para transportar el muro de 75 de toneladas).
Pero también para el que, sin ser fan de la banda, está interesado en la fascinante historia de la revolución psicodélica. Deliberadamente, Amir Bar-Lev se desentiende con frecuencia de la cronología para enfocarse en la esencia. Cualquiera que haya probado una sustancia psicodélica sabe que el orden temporal no es lo importante; de igual forma Bar-Lev se preocupa más por construir a detalle un “mapa de sensaciones” afín con la experiencia sinestésica de carácter místico provocada por la sustancia.
Así, la obra se mueve como el oleaje para alternar gradualmente entre las presentaciones de la banda, y los temas que sacudían a la sociedad de la época: la prohibición del LSD, las manifestaciones contra la Guerra de Vietnam, la pelea por los derechos de la población negra, el empoderamiento de la mujer, entre otros. Long Strange Trip aporta detalles de primera mano para los fans más curiosos y segmentos históricos para los interesados en la historia.
El dinamismo entre imagen y sonido
Como película motivada principalmente en la música, la edición sonora en general es sencillamente perfecta. Long Strange Trip es un filme que resulta de la relación enriquecedora entre el video y el sonido. Nos muestra la importancia del factor sonoro en la realización cinematográfica ya que, con base en la intención, la elección de un estilo musical puede resignificar por completo el mensaje.
Long Strange Trip está tan trabajada desde el aspecto sonoro técnico que emula la increíble experiencia que debieron vivir los que asistieron a un concierto de la banda con El muro de Sonido montado. El documental de Amir Bar-Lev resulta ser tan inmersivo como una película VR, lo que invita a sumergirse en la historia de la banda, haciendo que la prolongada película no se sienta pesada.
Alcanzar la paz por medio del caos
El filme nos conduce, por medio de entrevistas con los miembros aún vivos de la banda y amigos como Bob Weir, Bill Kreutzmann, Phil Lesh, John Perry Barlow, Steve Silberman o Alan Trist, a conocer la historia de una banda inspiradora, complicada y, francamente, desordenada; una tribu de seres contradictorios que condujeron al arte por el camino del caos y lograron, sorpresivamente, alcanzar el éxito en sus propios términos. Con entrevistas nunca antes vistas, este documental ofrece una mirada cruda y sin precedentes de la vida de los Deads.
También explora la relación que tuvieron los miembros de la banda con movimientos psicodélicos de gran impacto en las áreas del arte y la cultura estadounidense de la época; como la que tuvo Jerry García con el grupo de “Los alegres bromistas”, una comuna liderada por el escritor Ken Kesey (Alguien voló sobre el nido del cuco) y en la que también formaba parte Neal Cassidy, que recorrió el país en un autobús escolar invitando a la gente a probar el LSD.
En conclusión, Long Strange Trip es un documento histórico y una peculiar película que esboza el origen social del movimiento contracultural más importante de la historia, al tiempo que el recorrido de una banda que, fuera y dentro del escenario, compartió los ideales de una generación que abogó por la revolución social, todo ello entre el recuerdo melancólico y la música.